Reuni¨®n informal para empujar la reforma de Maastricht

I. C. / X. V.-F. Se acabaron los discursos, ahora hay que negociar. ?sta fue, en sustancia, la conclusi¨®n a la que llegaron los jefes de Estado y de Gobierno de los Quince tras revisar los progresos o, m¨¢s bien, el. estancamiento, de la Conferencia Intergubernamental que desde marzo discute la reforma de la Uni¨®n Europea para prepararla a su ampliaci¨®n al Este. "Todos coinciden en que ha llegado el momento de dejar de marcar posiciones para negociar en profundidad", coment¨® el jefe de la diplomacia espa?ola, Abel Matutes.

Desde que se convoc¨®, a finales de marzo, la conferencia para poner al d¨ªa el Tratado de Maastricht no ha registrado avances. Las causas son m¨²ltiples, pero una de ellas es la escasa dedicaci¨®n de la presidencia italiana de la UE a esta tarea. El canciller alem¨¢n, Helmut Kohl, lo se?al¨® de pasada al evocar "las condiciones dif¨ªciles" en las que hab¨ªan trabajado los Gobiernos de Italia por las elecciones legislativas.

Para sacar a la conferencia del atolladero en el que se encuentra, Kohl y el presidente franc¨¦s, Jacques Chirac, tienen una idea a la que se sum¨® ayer el jefe del Gobierno espa?ol, Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar: celebrar una cumbre informal y extraordinaria en este a?o consagrada a la reforma de la UE, pero en la que no se tomar¨ªan decisiones. El precedente de Formentor

Se repetir¨ªa as¨ª una iniciativa que tom¨® el antecesor de Aznar, Felipe Gonz¨¢lez, cuando convoc¨® en Formentor (Mallorca) en septiembre una primera reuni¨®n de estas caracter¨ªsticas. En aquella ocasi¨®n, el encuentro fue tan ¨ªntimo entre los l¨ªderes que ni siquiera estuvieron presentes los ministros de Asuntos Exteriores. "Por eso fue fruct¨ªfero", coment¨® despu¨¦s Gonz¨¢lez.

La cumbre informal preceder¨¢ al Consejo Europeo que tendr¨¢ lugar en diciembre en Dubl¨ªn al t¨¦rmino de la presidencia irlandesa de la UE. En ¨¦l, los jefes de Gobierno deber¨ªan disponer ya de un primer borrador del nuevo tratado, aunque numerosos aspectos importantes s¨®lo se cerrar¨ªan a principios de 1997 bajo presidencia holandesa.

El canciller alem¨¢n aconsej¨®, con el apoyo de Chirac, aparcar los temas m¨¢s conflictivos de la negociaci¨®n, los concernientes a la reforma institucional, para centrarse en la mejora de la deficiente pol¨ªtica exterior y de seguridad com¨²n (PESC), en el empleo y en la cooperaci¨®n judicial y policial. La de la PESC es urgente; seg¨²n Kohl, porque "si no nos ocupamos de ella, ser¨¢ ella la que se ocupe de nosotros" cuando los acontecimientos internacionales se impongan a la UE.

Kohl subray¨® que la conferencia en curso era la segunda grande de los ¨²ltimos tiempos, despu¨¦s de una primera, Maastricht, que, seg¨²n ¨¦l, fue "un ¨¦xito". Dej¨® caer, por primera vez, que, cuando concluya la actual conferencia, podr¨ªa haber una tercera para ahondar m¨¢s en la construcci¨®n europea.