La Comisi¨®n Ballenera, presionada para levantar la moratoria
Catorce a?os despu¨¦s de alcanzar una moratoria mundial en torno a la caza comercial de ballenas, la Comisi¨®n Ballenera Internacional (CBI) se encuentra bajo presi¨®n para derogarla parcialmente cuando se re¨²na la pr¨®xima semana en Aberdeen (Reino Unido). Estados Unidos, el pa¨ªs que m¨¢s apoya la moratoria, va a presentar una postura equ¨ªvoca, al pedir una exenci¨®n especial, prevista en la moratoria, que permita a una tribu ind¨ªgena revivir la caza ceremonial.
La moratoria total que se alcanz¨® en 1982 fue una decisi¨®n pol¨ªtica, seg¨²n expertos de la CBI, porque ya entonces la mayor¨ªa de los pa¨ªses hab¨ªan dejado de cazar ballenas a gran escala. "No se trata de cu¨¢ntas ballenas existen, sino de si se debe matar una sola de ellas", ha se?alado un portavoz de la CBI. Noruega y Jap¨®n, que consumen carne de ballena, est¨¢n presionando para dulcificar la moratoria, y son los dos ¨²nicos pa¨ªses que no la respetan. Arguyen que las ballenas no resultar¨ªan perjudicadas por una caza limitada. Las ballenas que cazan Noruega y Jap¨®n son los rorcuales aliblancos, de los que se estima existen varios centenares de miles de ejemplares. Las que quiere cazar la tribu Makah de EE UU son las grises, que se han recuperado tras llegar casi a la extinci¨®n en los a?os veinte y actualmente alcanzan los 23.000 ejemplares. De hecho, la moratoria permite la caza de ballenas por poblaciones abor¨ªgenes que dependan de ellas para su subsistencia.Tanto Greenpeace como el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF) se oponen a la petici¨®n de: Estados Unidos y al no respeto a la moratoria. Los activistas de Greenpeace rodearon ayer la Embajada de Noruega en Madrid con una fila de 425 ballenas de cart¨®n para pedir el cese de la caza de los cet¨¢ceos por este pa¨ªs. Las ballenas fueron pintadas por ni?os madrile?os el pasado fin de semana. "Los noruegos han establecido su propia cuota de captura [425 ejemplares]" denunci¨® Greenpeace, "duplicando el n¨²mero de animales cazados el a?o pasado".
"Esta caza no tiene sentido", a?adi¨® Eva Hernandez, portavoz de Greenpeace, porque "en el mercado noruego no existe una demanda de carne y grasa de las ballenas cazadas; a¨²n quedan almacenadas toneladas de estos productos desde el a?o pasado. El gobierno va a dar subsidios a los balleneros, pagando la diferencia del precio habitual de estos productos. Mientras, los balleneros intentan burlar la ley, exportando ilegalmente carne y grasa de ballena a Jap¨®n."
La versi¨®n de Noruega es que se consume carne pero no grasa, y que ¨¦sta no se va a exportar ni a destruir para respetar la moratoria. La grasa no consumida se congelar¨¢ para exportarla a Jap¨®n cuando se levante la moratoria.
No es probable que esto suceda en esta reuni¨®n pero tanto noruegos como japoneses est¨¢n convencidos de que la opini¨®n p¨²blica mundial se mueve en esta direcci¨®n. "La opini¨®n p¨²blica internacional representa un problema mucho menor que hace unos pocos a?os", se?al¨® el comisario ballenero noruego Kaare Bryri. Dinamarca, cuyos habitantes de las islas Faroe cazan ballenas piloto, no protegidas, tambi¨¦n se ha mostrado proclive a la caza artesanal.
La CBI examinar¨¢ tambi¨¦n el impacto del turismo para ver ballenas sobre las poblaciones de cet¨¢ceos. La contaminaci¨®n y el ruido producidos por las embarcaciones con turistas pueden afectar al comportamiento de las ballenas, que se comunican mediante sonidos caracter¨ªsticos.
"Los arpones no son las ¨²nicas amenazas para las ballenas" se?ala Cassandra Phillips, de WWF. Contin¨²an las misteriosas muertes de mam¨ªferos marinos que comenzaron en los ochenta y la causa puede ser los altos niveles de compuestos qu¨ªmicos como bifenilos policlorados que se han encontrado en algunas en las ballenas muertas".
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