"Hemos visto tantas cosas..."
A Alfredo le gustaba recordar en los ¨²ltimos tiempos est¨¢ frase del futuro Enrique V en Campanadas a medianoche, la pel¨ªcula de Orson Welles en cuya producci¨®n intervino en 1965. Hab¨ªa visto efectivamente, muchas cosas: pr¨¢cticamente todas en el mundo del cine, en su triple condici¨®n de productor, distribuidor y exhibidor.Era un gentleman. Soportaba la enfermedad que ha acabado por llev¨¢rselo con una sonrisa en los labios. A ¨²ltima hora decret¨® que ya no estaba para que le vieran ni siquiera sus amigos m¨¢s ¨ªntimos: sin duda prefiri¨® que le recordaran con esa socarroner¨ªa suya tan caracter¨ªstica. Una socarroner¨ªa culta que alcanzaba hasta su ¨²ltimo proyecto cinematogr¨¢fico conocido: rodar con Berlanga -el amigo del alma desde los tiempos de Pl¨¢cido, con quien hab¨ªa formado la sociedad Carcamales Unidos- una pel¨ªcula sobre bautizos, comuniones, bodas y funerales.Era adem¨¢s un hombre de acci¨®n. A finales de los cincuenta su pr¨®spero negocio como exhibidor se le qued¨® peque?o, por lo que se lanz¨® a la producci¨®n. Tuvo grandes ¨¦xitos -como las tres pel¨ªculas nacionales con Berlanga- y tambi¨¦n notables fracasos que encajaba siempre con admirable fair play. Sol¨ªa decir: "El cine es un negocio de alto riesgo. El que no est¨¦ dispuesto a perder, que no se meta en la timba".Era tambi¨¦n un so?ador. Pensaba que la televisi¨®n p¨²blica est¨¢ para hacer cultura, para preservar patrimonio. A prop¨®sito de El sol del membrillo, la pel¨ªcula de V¨ªctor Erice que film¨® al pintor Antonio L¨®pez en el momento de crear una obra, pensaba con entusiasmo en un proyecto de mayor aliento en el que muchos otros directores de renombre trabajaran con otros tantos creadores. No porque pensara que un proyecto similar pudiera ser nunca rentable, sino por pura obligaci¨®n moral de un medio que pagamos todos.
En 1994, ya enfermo, recibi¨® en Madrid el homenaje de toda la profesi¨®n. No le gustaba reconocerlo, pero se emocion¨®: presumido hasta el final, de alguna manera ese homenaje ven¨ªa a confirmar los muchos a?os de trabajo que llevaba a cuestas.
La frase r¨¢pida y brillante siempre le acompa?¨®. Sol¨ªa explicar: "Se puede hacer una mala pel¨ªcula con un buen gui¨®n, pero nunca una buena pel¨ªcula con un mal gui¨®n". La pel¨ªcula de su vida, para quienes hemos tenido la suerte de compartirla en alg¨²n momento, ha sido buena. Porque el gui¨®n sobre el que se construy¨® tambi¨¦n lo ha sido.
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