Los militares vueIven a ocupar cargos directivos en Defensa con Eduardo Serra
El nuevo ministro de Defensa, Eduardo Serra, ha invertido el proceso de sustituci¨®n de militares por civiles en cargos directivos que se ven¨ªa produciendo de forma progresiva desde que se cre¨® dicho ministerio en 1977. El Consejo de Ministros del 14 de junio nombr¨® al general Francisco P¨¦rez Muinelo como director de Asuntos Econ¨®micos y, en breve, est¨¢ previsto que se nombre a otro general como director de Personal.
Con esta medida, Serra ha optado por devolver protagonismo a los militares, colocando a dos generales al frente de direcciones ocupadas por civiles desde hace al menos una d¨¦cada. Durante la toma de posesi¨®n del nuevo director general del servicio secreto Cesid, Javier Calder¨®n, el pasado 27 de mayo, Serra ya anunci¨® que no ser¨ªa el ¨²nico militar con el que contar¨ªa para ocupar un puesto de responsabilidad en su departamento.La confirmaci¨®n de este anuncio lleg¨® el pasado d¨ªa 14, cuando el Consejo de Ministros nombr¨® al general de divisi¨®n de Intendencia del Ej¨¦rcito de Tierra Francisco P¨¦rez Muinelo, de 63 a?os, como director general de Asuntos Econ¨®micos del Ministerio de Defensa.
Muinelo es un viejo conocido del actual ministro, en cuyo gabinete trabaj¨® durante la etapa de Serra como subsecretario y secretario de Estado de Defensa (1981-87). Posteriormente, fue el primer agregado de adquisiciones y cooperaci¨®n en Washington (EE UU), as¨ª como subdirector en las direcciones de Asuntos Econ¨®micos y de Armamento y Material del ministerio. En julio de 1995 pas¨® a la reserva, vincul¨¢ndose a la patronal del sector de la defensa (Afarmade), donde ha sido repescado por Serra.
Muinelo ha sustituido en el cargo a Tom¨¢s P¨¦rez Franco, un alto funcionario procedente de Hacienda, y es el primer militar que ocupa este cargo desde septiembre de 1981, cuando el ¨²ltimo ministro de Defensa de UCD, Alberto Oliart, nombr¨® al civil Jes¨²s Palacios. La direcci¨®n de Asuntos Ecom¨®nicos es una de las de mayor peso del ministerio, pues de ella depende la elaboraci¨®n de los presupuestos.
No menos importante es la direcci¨®n general de Personal, cuyo nuevo titular ser¨¢ nombrado en un pr¨®ximo Consejo de Ministros. En Defensa se da por seguro que el puesto tambi¨¦n corresponder¨¢ a un general, aunque ha estado en manos de civiles desde octubre de 1986. El nombre que m¨¢s se menciona es el del general de divisi¨®n del Ej¨¦rcito del Aire, Juan Antonio Lombo L¨®pez, actual jefe del Mando A¨¦reo de Canarias.
Un reequilibrio
Al igual que Muinelo, Lombo es un antiguo colaborador de Eduardo Serra, cuyo gabinete dirigi¨® durante cinco a?os. Tambi¨¦n ha sido jefe de Personal del Ej¨¦rcito del Aire, por lo que tiene una amplia experiencia en la tarea para la que se le postula. Otras fuentes se?alan como candidato al teniente general Carlos D¨ªaz Capmany, de 63 a?os, actual jefe del Mando de Personal del Ej¨¦rcito de Tierra.El nombramiento de un general como director de Personal de Defensa deber¨ªa facilitar el ajuste que supondr¨¢ la profesionalizaci¨®n total de las Fuerzas Armadas, pero tiene el inconveniente de que de dicho cargo dependen tambi¨¦n los 50.000 civiles que trabajan en la Administraci¨®n militar y que, al contrario que los uniformados, cuentan con derecho de sindicaci¨®n.
Tras la incorporaci¨®n de estos, dos generales, y la supresi¨®n de tres direcciones en la reciente reorganizaci¨®n administrativa, la presencia de militares entre los altos cargos del ¨®rgano central se incrementar¨¢ sustancialmente.
Fuentes pr¨®ximas al ministro sostienen que el proceso de sustituci¨®n de militares por civiles se hab¨ªa llevado al extremo y que Serra pretende un cierto reequilibrio, desde el convencimiento de que entre los profesionales de la milicia hay suficientes personas capacitadas para ocupar puestos directivos. El nuevo equipo de Defensa quiere, adem¨¢s, devolver a los cuarteles generales de los ej¨¦rcitos algunas de las competencias asumidas en los ¨²ltimos a?os por el ¨®rgano central, con el argumento de evitar duplicidades.
Durante la comparecencia de Eduardo Serra ante la Comisi¨®n de Defensa del Congreso, el pasado d¨ªa 6, el portavoz socialista, Pedro Moya, expres¨® su preocupaci¨®n por la revisi¨®n de un modelo que hab¨ªa supuesto, a su juicio, "el reforzamiento de la autoridad y del poder pol¨ªtico en el ¨¢mbito de la defensa" y por el riesgo de que resurgiera la llamada autonom¨ªa militar, la actuaci¨®n de las Fuerzas Armadas al margen del control pol¨ªtico.
"No hay autonom¨ªa. Nadie quiere autonom¨ªa", replic¨® con contundencia el ministro. "Si en el Ministerio de Educaci¨®n y Ciencia se nombra como titular a un catedr¨¢tico, eso no supone dar autonom¨ªa a los catedr¨¢ticos. Si se estima que la doctrina militar quiz¨¢ la conoce mejor un teniente general que un profesional civil, no es dar autonom¨ªa, es dar conflanza".
Adem¨¢s del nuevo responsable de Personal, est¨¢ pendiente el nombramiento del director de Armamento y Material, pues en Defensa se da por segura la salida de Francisco Arenas, que lleg¨® al departamento en abril de 1991 de la mano del entonces ministro Juli¨¢n Garc¨ªa Vargas.
Como probable sustituto de Arenas se cita a Antonio Rodr¨ªguez, director de la Generencia de Cooperaci¨®n Industrial, quien ha negociado las compensaciones en todos los contratos con el extranjero firmados por el el Ministerio de Defensa durante la ¨²ltima d¨¦cada. Dicha gerencia se cre¨® a ra¨ªz de la compra de los 72 cazas F-18 del programa FACA, cuyo m¨¢ximo art¨ªfice fue precisamente Eduardo Serra.
Una vez completado el equipo directivo del departamento, ser¨¢ el momento de abordar la renovaci¨®n de la Junta de Jefes de Estado Mayor (Jujem). Las fuentes consultadas sostienen que el ministro se tomar¨¢ algo m¨¢s de tiempo y que no sustituir¨¢ a los actuales miembros de la c¨²pula militar hasta pasado el verano. La ¨²nica obligaci¨®n legal que existe es la de relevar al jefe del Estado Mayor de la Defensa, Jos¨¦ Rodrigo, ante del 28 de diciembre, cuando cumple 70 a?os.
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