Amnist¨ªa critica el silencio del Gobierno espa?ol en materia de tr¨¢fico de armas
Desgraciadamente, no tenemos constancia de que exista un pa¨ªs en el mundo que no viole en ning¨²n caso los derechos humanos." Con estas palabras, el presidente de la secci¨®n espa?ola de Anmist¨ªa Internacional, Santos Jorna, resumi¨® el trabajo de investigaci¨®n y denuncia de su organizaci¨®n. En una tertulia celebrada ayer en la librer¨ªa Crisol en torno al Informe 1996 de AI, Jorna denunci¨® el silencio del Gobierno espa?ol sobre el tr¨¢fico de armas a pa¨ªses que, como Marruecos o China, no garantizan el respeto a los derechos humanos.
"Todos tenemos algo que agradecer a Amnist¨ªa Internacional y la mejor forma de hacerlo es con nuestra colaboraci¨®n". As¨ª empez¨® ayer Marta Robles el debate que moder¨® sobre el Informe 1996 de Amnist¨ªa Internacional (Al), que publica EL PA?S-Aguilar. Junto a ella se sentaron Fernando Savater, Jos¨¦ Antonio Mart¨ªn Pall¨ªn, Joaqu¨ªn Estefan¨ªa, Juan Cruz y el presidente de la Secci¨®n espa?ola de Al, Santos Jorna.Fue el fil¨®sofo Fernando Savater quien plant¨® la semilla en la conciencia de todos, recordando que las brutalidades que se cometen podr¨ªan cesar inmediatamente si los Gobiernos involucrados quisieran. "Son males que s¨®lo necesitan una voluntad", dijo.
Fue el primero, pero no el ¨²nico, que denunci¨® el comercio de terror de los pa¨ªses que exportan armas y entrenan ej¨¦rcitos que luego violan los derechos humanos.
Santos Jorna se hizo eco de la idea y denunci¨® el silencio del Gobierno espa?ol en materia del tr¨¢fico de armas con pa¨ªses como Marruecos, Turqu¨ªa, Tailandia y China. Respecto a este ¨²ltimo, cuyo presidente, Jiang Zemin, lleg¨® ayer a Espa?a, Jorna pidi¨® al Gobierno de Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar que recapacite antes de negociar cualquier acuerdo.
Mart¨ªn Pall¨ªn, magistrado del Tribunal Supremo y colaborador en misiones de Al a M¨¦xico y Per¨², describi¨® el Informe 1996 como "un mapa de la ignominia mundial". En este mapa toman relieve los personajes que esconden las cifras abrumadoras de las injusticias que se cometen. Jorna record¨® as¨ª que Al trata de dar una voz a las v¨ªctimas y de mostrar el perfil de las personas con nombres y apellidos que sufren abusos. Mediante la investigaci¨®n y la denuncia de las violaciones de los derechos humanos, Al espera mejorar la situaci¨®n mundial.
Para el editor Juan Cruz, el espejo en el que se se mira el lector devuelve una imagen de la estatura maligna del hombre", y mostr¨® su "esperanza ut¨®pica" de que no se pueda publicar ning¨²n informe el a?o que viene por falta de contenido.
Sin embargo, para Joaqu¨ªn Estefan¨ªa, director de publicaciones de EL PA?S, se debe ir m¨¢s lejos. Denunci¨® la separaci¨®n que establece Al entre los derechos pol¨ªticos y los econ¨®micos y, sobre todo, que preste atenci¨®n s¨®lo a los primeros. En su opini¨®n, por ejemplo, "el trabajo forzado de los ni?os en Asia deber¨ªa ser considerado como un derecho pol¨ªtico, no s¨®lo econ¨®mico".
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