"Los grandes mitos, si son buenos, no se destruyen jam¨¢s", dice Mel Brooks

Mel Brooks lleva unos dientes de vampiro en el bolsillo, que se coloca para las fotos, mientras intenta chupar la sangre a un trabajador del hotel de Madrid donde se aloja. Son los dientes del conde Dr¨¢cula, el mito sobre el que el director, actor y productor ha realizado su ¨²ltima parodia. Dr¨¢cula, un muerto muy contento y feliz se estrena el viernes en Espa?a.No es f¨¢cil encontrar a toda una estrella de Hollywood con esas ganas de agradar y ese inter¨¦s en las preguntas de los periodistas. Todo es f¨¢cil al lado del rey de la parodia y la iron¨ªa, -"soy como el buf¨®n de la corte, que era el ¨²nico que pod¨ªa decir la verdad al Rey"- Desde que hizo El jovencito Frankestein ten¨ªa ganas de acometer la contrapartida de esa pel¨ªcula, pero no encontraba al actor. Fue tras la superproducci¨®n (le Coppola y el descubrimiento del actor Leslie Nielsen en la serie Ag¨¢rralo como puedas cuando comprendi¨® que hab¨ªa llegado el momento. "Hay tantas cosas atractivas en el conde Dr¨¢cula para hacer una comedia. Tiene que dormir en un ata¨²d, no puede ver el sol y vive de noche. Es inmortal... Es todo tan atractivo. Y sobre todo la reacci¨®n que provoca en las mujeres, las hipnotiza, las vampiriza, todas las inhibiciones quedan atr¨¢s", se regodea Brooks.

No teme destrozar los grandes mitos porque dice que Ios grandes mitos, si son buenos, nunca se destruyen". "?Qu¨¦ por qu¨¦ hago parodia de todo? Dios mand¨® a Mois¨¦s al desierto a salvar a su pueblo. A m¨ª decidi¨® enviarme al cine para demostrar lo tontos que somos", dice sonriente.

Como el perro de Paulov

Pero no s¨®lo de parodias vive Mel Brooks. Desde su productora ha lanzado al mercado gran des t¨ªtulos de calidad, como El hombre elefante, La mosca, Frances y otros. Pero sabe que su nombre, "como el perro de Paulov", mueve a la risa. "En los mercados de cine, mi nombre es como la gelatina, algo que parece ligero y alegre. La ¨²nica posibilidad de dirigir alguna de esas pel¨ªculas ser¨ªa cambiando de nombre. Podr¨ªa utilizar mi nombre de ni?o, Melvin Kaminski. Con ese apellido seguro que podr¨¦ hacer una pel¨ªcula seria".Entre sus proyectos m¨¢s inmediatos est¨¢ una parodia de los filmes de g¨¢nsteres, del cine de Martin Scorsese. Y mientras lo cuenta se aplasta la nariz y se estira una oreja pensando ya en los mafiosos de El padrino. Tambi¨¦n piensa realizar un filme ¨ªntimo sobre sus recuerdos como soldado durante la II Guerra Mundial, para el que ya tiene t¨ªtulo: SNAFU [Situation Normal All Fouled Up].

Tiene un secreto para su ¨¦xito y una filosof¨ªa para digerirlo. "Como hombre de negocios cambio continuamente y me adapto a las nuevas tecnolog¨ªas, los ejecutivos de los estudios, el marketing y los efectos especiales. Pero como artista jam¨¢s cambio mi actitud. Tengo un contrato con el p¨²blico y conmigo mismo que nunca lo rompo En cuanto a digerir el ¨¦xito, no ha sido un problema para m¨ª porque jam¨¢s he sacrificado mi ¨¦tica y mi moralidad. Llevo 32 a?os casado con la misma mujer Ann Bancroft, mis hijos me quieren e incluso mi perro tambi¨¦n".