Terror contra Estados Unidos en Arabia Saud¨ª"

Estados Unidos y Arabia Saud¨ª se comprometieron ayer a no cejar en la b¨²squeda y captura de los responsables del feroz atentado que el martes por la noche caus¨® la muerte de 19 soldados y casi 400 heridos en una base militar norteamericana muy pr¨®xima a la ciudad oriental saud¨ª de Dahran. Sin embargo, Washington y Riad admiten no tener la menor Idea de qui¨¦n es el aut¨¦ntico responsable de la colocaci¨®n de 2.500 kilos de explosivos en un cami¨®n, bomba que destruy¨® la fachada de un barrac¨®n de ocho plantas y caus¨® da?os a otros edificios del complejo en que viven 3.000 militares con sus familias. Un grupo desconocido se atribuy¨® anoche con una llamada telef¨®nica a un diario ¨¢rabe en Londres la acci¨®n como represalia por la decapitaci¨®n el mes pasado de cuatro ciudadanos saud¨ªes en Riad. El atentado mereci¨® la un¨¢nime condena internacional, incluida Siria.

El Pent¨¢gono anunci¨® que todos los muertos son norteamericanos. Los heridos, algunos en estado muy grave, son 109 norteamericanos, 149 saud¨ªes, 118 bengal¨ªes, cuatro egipcios, tres franceses y varios jordanos, indonesios y filipinos.Un miembro de la autodenominada y desconocida organizaci¨®n fundamentalista Legi¨®n del m¨¢rtir Abdul¨¢ el Huzaifi comunic¨® ayer al diario ¨¢rabe londinense Al Arab que este grupo era responsable del atentado y del que caus¨® la muerte de siete militares, cinco norteamericanos y dos indios el pasado 13 de noviembre en Riad al explotar un coche bomba cerca de un edificio admnistrativo norteamericano en Riad. El Huzaifi. fue decapitado con otras tres personas como responsables del ataque. El comunicante exigi¨® al Gobierno de Riada que expulsara del pa¨ªs a las tropas de EE UU y de otras naciones que ocupan "la sagrada tierra saud¨ª".

En v¨ªspera de su viaje a la ciudad francesa de Ly¨®n para asistir a la cumbre de los siete pa¨ªses m¨¢s industrializados (G-7), Clinton reiter¨® que no habr¨¢ descanso hasta "encontrar a los responsables de esta barbaridad, perseguirles y castigarles". El presidente anunci¨® que plantear¨¢ a sus colegas del G-7 la necesidad de redoblar los esfuerzos internacionales en la lucha contra el terrorismo. Clinton anunci¨® la inmediata presentaci¨®n de 40 recomendaciones antiterroristas y expres¨® su confianza en obtener "resultados muy pr¨¢cticos".

El presidente norteamericano aprovech¨® para hacer un llamamiento a los pa¨ªses que "comparten los valores de la tolerancia, la libertad y la seguridad", para luchar contra "los nuevos peligros: Estados corruptos como Ir¨¢n e Irak, narcotraficantes que envenenan con drogas a nuestros hijos, mercaderes de armas de vanguardia o de destrucci¨®n de masas, terroristas que atacan no s¨®lo en Arabia Saud¨ª sino en el metro de Tokio, en las calles de Londres, en Tierra Santa o en el centro de Am¨¦rica". CIinton no descart¨® la posibilidad de trasladarse a Arabia Saud¨ª el fin de semana despu¨¦s de la cumbre de Ly¨®n. Quien s¨ª viaj¨® hasta el lugar del suceso fue su secretario de Estado, Warren Christopher, quien manifest¨® anoche a su llegada a Dahran, procedente de El Cairo, que Washington mantendr¨¢ su misi¨®n militar en territorio saud¨ª.

Arabia Saud¨ª prometi¨® tambi¨¦n un "dur¨ªsimo castigo" para los responsables y ofreci¨® una recompensa de m¨¢s de dos millones y medio de d¨®lares a quienes den con los autores de la matanza.

El cami¨®n bomba hab¨ªa sido aparcado fuera del complejo militar. La explosi¨®n abri¨® un cr¨¢ter de m¨¢s de tres metros de profundidad y casi ocho de anchura, destroz¨® la fachada de un edificio dormitorio de ocho pisos en el que se alojan los soldados de la base Rey Abdul Aziz, que sirve como cuartel general al ala 404 de las Fuerzas A¨¦reas de EE UU y que se encuentra en Jobar, a muy pocos kil¨®metros de Dahran. Las dos personas que estaban dentro del veh¨ªculo huyeron cuando una patrulla saud¨ª que controlaba la seguridad en el exterior de la base dieron la alarma, pero la explosi¨®n lleg¨® a los pocos momentos. Las instalaciones militares norteamericanas en Arabia Saud¨ª hab¨ªan sido objeto de diversas amenazas. Su misi¨®n es controlar el cumplimiento de las resoluciones de la ONU con respecto a la zona de no sobrevuelo del sur de Irak.

En la memoria de los ataques terroristas la comparaci¨®n m¨¢s evidente es la de L¨ªbano. El 22 de octubre de 1983, un conductor suicida entr¨® con un coche bomba en el cuartel general de los marines, en las afueras de Beirut. El resultado fue de 241 muertos. A los pocos meses, el entonces presidente Ronald Reagan puso fin a la misi¨®n de EE UU en L¨ªbano.

El atentado del martes mereci¨® la repulsa internacional, especialmente del mundo ¨¢rabe. Siria y Sud¨¢n, dos pa¨ªses a los que Washington acusa de patrocinar el terrorismo, lo condenaron, al igual que la Autoridad Palestina. Tambi¨¦n lo hicieron, entre otros, Rusia. Francia, el Reino Unido, Alemania, Espa?a, Italia y Turqu¨ªa.