Cientos de participantes furiosos por la falta de aforo paralizan el congreso de arquitectos
Las tres salas dispuestas para el debate s¨®lo pod¨ªan albergar a 2.000 de los 10.000 inscritos
Empujones y gritos. La polic¨ªa intentando contener a centenares de congresistas en la calle. La falta de aforo de los locales en los que deb¨ªan celebrarse los tres debates centrales del Congreso de la Uni¨®n Internacional de Arquitectos provoc¨® un sinf¨ªn de incidentes que obligaron a suspender dos de las sesiones. El n¨²mero de inscritos se elev¨® finalmente: hasta 10.000, 4.000 de ellos estudiantes, pero las tres salas dispuestas para los debates s¨®lo pod¨ªan albergar a 1.977 personas, seg¨²n la organizaci¨®n, que reconoci¨® su falta de previsi¨®n. Por la tarde, las estrellas de la arquitectura reanudaron el debate en la plaza situada frente al Museo de Arte Contempor¨¢neo. Hoy, las sesiones seguir¨¢n en el Palau Sant Jordi, donde caben 14.000 personas.
"Se ve¨ªa venir", dec¨ªan muchos cuando ya el patio del Centro de Cultura de Contempor¨¢nea de Barcelona (CCCB), sede del congreso, parec¨ªa el escenario de una gran derrota. De hecho, los mismos congresistas lo ve¨ªan venir y por eso algunos hab¨ªan hecho colas desde las seis o las siete de la ma?ana para asegurarse su plaza en los teatros donde deb¨ªan celebrarse los debates. La organizaci¨®n tambi¨¦n lo ve¨ªa venir y el s¨¢bado, seg¨²n indic¨® ayer el presidente del comit¨¦ organizador, Josep Martorell, hab¨ªa pedido autorizaci¨®n a la UIA para cerrar las inscripciones, pero le fue denegada. El s¨¢bado hab¨ªa 6.000 inscritos y ayer eran ya m¨¢s de 10.000. Con la excepci¨®n de los acompa?antes de los congresistas, aproximadamente un millar, el resto de inscritos ten¨ªa derecho a entrar en los debates, por haber pagado la correspondiente cuota, cuyo precio oscilaba entre 15.000 y 50.000 pesetas.Jaume Dur¨®, presidente la UIA, neg¨® ayer que la entidad se hubiera negado el s¨¢bado a cerrar las inscripciones. Seg¨²n Dur¨®, el tema no se plante¨® hasta el mi¨¦rcoles por la noche, cuando se decidi¨® definitivamente cerrar la inscripci¨®n ante la avalancha de congresistas.
Los dos teatros m¨¢s afectados fueron el Poliorama, en La Rambla, y el Romea, en la calle del Hospital. En el teatro Goya, pese a que tambi¨¦n hubo colas, las sesiones pudieron desarrollarse con relativa normalidad. El Poliorama fue el teatro en el que se concentr¨® el mayor foco de tensi¨®n. Situado en la parte alta de La Rambla, tiene un aforo de 620 butacas y durante la ma?ana deb¨ªan presentar ponencias figuras de la arquitectura como Norman Foster, Jacques Herzog, Herman Hertzberger o George Baird. Numerosos congresistas hicieron cola desde las siete de la ma?ana ante las puertas del teatro, que se abrieron a las 8.40. El local se llen¨® r¨¢pidamente y la organizaci¨®n indic¨® al resto de congresistas de la cola que pod¨ªan seguir el debate en el auditorio del Colegio de Arquitectos a trav¨¦s de una videoconferencia. "'V¨ªdeos ya tenemos en casa", gritaban los congresistas, que en gran parte permanecieron ante las puertas del teatro lanzando proclamas de protesta.
Tensi¨®n
En el interior, con todo, empezaron las sesiones. Los arquitectos George Baird, Enrique Browne y Herman Hertzberger leyeron sus ponencias, pero ya no pudo realizarse el turno de preguntas. La presi¨®n en el exterior continuaba. Los congresistas que no hab¨ªan podido entrar cortaron el tr¨¢fico en La Rambla e invadieron el vest¨ªbulo del teatro. Unos 30 consiguieron burlar el cord¨®n de seguridad y entrar en la sala, ocupando los pasillos. Se precis¨® la intervenci¨®n de miembros del Cuerpo Nacional de Polic¨ªa y de la Guardia Urbana, que actuaron de barrera para evitar que se produjera una avalancha en el teatro.Mientras, en el Romea, s¨®lo se hab¨ªan podido desarrollar dos de las tres ponencias previstas, la de Roger Diener y Steven Holl. Este ¨²ltimo pr¨¢cticamente no pudo acabar, ya que durante su intervenci¨®n empezaron a o¨ªrse los voces de los congregados en la puerta que, al grito de "estafa, estafa", reclamaban la suspensi¨®n de la sesi¨®n y explicaciones de alg¨²n responsable de la organizaci¨®n. Ante la ausencia de estos ¨²ltimos, los dos moderadores de las sesiones -Luis Fern¨¢ndez Galiano y Joan Busquets- asumieron la responsabilidad de suspender la sesi¨®n hacia las once de la ma?ana. Polic¨ªas nacionales controlaban desde casi dos horas antes la presi¨®n de los congregados que intentaban entrar por la fuerza en la sala. "Es impensable que se llegue a cargar contra los congresistas.", dec¨ªa Busquets, que tras la suspensi¨®n de la sesi¨®n se dedic¨® durante casi, una hora a explicar lo sucedido a los congregados en el exterior. En aquel momento, en el Romea. s¨®lo quedaban unas 100 personas. El grueso de los congresistas se hab¨ªa dirigido al Poliorama, ante cuyas puertas ya hab¨ªa unas 1.000 personas. Pancartas, recogida de firmas de protesta y pitidos. En el interior del teatro, Ignacio de Sol¨¤-Morales, ponente general del congreso, intentaba calmar los ¨¢nimos. La organizaci¨®n, que a primera hora se dio cuenta del alcance del fallo de sus previsiones, acept¨® r¨¢pidamente la oferta del Ayuntamiento de Barcelona y se acord¨® que los debates de hoy y ma?ana se celebren en el Palau Sant Jordi. A estas alturas, los congresistas empezaban a organizarse y, tras un fallido intento de convocar una manifestaci¨®n hacia la plaza de Sant Jaume -donde se encuentra el Ayuntamiento y la Generalitat-, lleg¨® el comunicado con el cambio de programa. Dos congresistas informaron a sus compa?eros, por el meg¨¢fono de un coche patrulla de la Guardia Urbana, de la situaci¨®n y de la decisi¨®n de formar un peque?o comit¨¦ para entrevistarse con la organizaci¨®n del congreso en el CCCB.
A la una de la tarde, siete congresistas se reunieron durante 10 minutos con varios miembros de la organizaci¨®n entre los que estaban Sol¨¤-Morales y Martorell. Un congresista, Patricio Mart¨ªnez, explic¨® al acabar que los responsables del congreso "hab¨ªan reconocido su falta de previsi¨®n y que est¨¢n dispuestos a hacer lo que sea para arreglarlo". As¨ª, todos los que lo pidieron pudieron cancelar su inscripci¨®n y recuperar el dinero, cosa que anoche hab¨ªan hecho 265 personas.
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