Al mal tiempo, ataque a discreci¨®n

Manolo Saiz no tiene dudas al respecto. Y si lo dice, lo cumple. Ha trabajado varios a?os hasta conseguir que la ONCE tenga una imagen de marca en el Tour y no est¨¢ dispuesto a irse sin ruido, lamentando el parte de bajas con que le martiriza cada jornada. Jalabert se ha convertido en una inc¨®gnita porque el hombre no marcha. Z¨¹lle pierde posiciones por momentos.Pero la depresi¨®n que embarga a sus l¨ªderes no le van a recluir en la guarida. Ayer anunci¨® que atacar¨ªa. No esperar¨¢. Sabe que de las acciones suicidas ha obtenido alg¨²n rendimiento. Su advertencia no ha pasado desapercibida. "Los directores le creen: la ONCE es un equipo que no sabe vivir sin atacar.

Arcs el s¨¢bado por culpa de un pinchazo en los ¨²ltimos kil¨®metros. Cuesta ten¨ªa las maletas preparadas y su itinerario organizado para regresar a Espa?a. Manolo S¨¢iz se le acerc¨® un momento nada m¨¢s despertarse y le cambi¨® los planes: "Deja las maletas y toma la bicicleta". Horas despu¨¦s, Cuesta estaba disputando la cronoescalada. Fue la ¨²nica buena noticia del d¨ªa para el equipo rosa.

S¨¢iz confiaba en Z¨¹lle, sigue confiando en Z¨¹lle. Lamenta su mala suerte y la incomodidad que le producen las m¨²ltiples magulladuras que pueblan su cuerpo producto de las ca¨ªdas. S¨¢iz presum¨ªa que Z¨¹lle har¨ªa una buena cronoecalada, pero los hechos le desmintieron. Da igual.

Antes de saber el resultado, el director de la ONCE, anunciaba el comienzo de las hostilidades y reveleba sus intenciones de futuro: "Hemos venido aqu¨ª a ser primeros, no a ser segundos. No me vale un segundo puesto, as¨ª que estamos dispuestos a luchar por ello hasta el final. Cualquier otro resultado no me sirve".

Quienes le conocen saben que no enga?a, que no avisa gratuitamente. S¨¢iz es de esos directores que est¨¢n dispuestos a quedarse sin equipo si es a costa de dar espect¨¢culo. Y lo curioso es que nadie lo duda. Todos est¨¢n convencidos de que se aproxima una ofensiva.

Tal y como est¨¢ la situaci¨®n no tiene nada que perder porque no puede engancharse a ninguna otra clasificaci¨®n; ha ganado en el Tour la general por puntos (dos veces) y la general por equipos y sabe que, si lo intenta de nuevo, le se?alar¨¢n con el dedo acusador, dir¨¢n que su equipo s¨®lo es capaz de conseguir premios menores.

Pero S¨¢iz tiene otro empe?o desde hace tiempo. ?l quiere que a su equipo se le considere como al mejor del mundo. Es cuesti¨®n de orgullo. 0 quiz¨¢ sea cabezoner¨ªa. Seg¨²n se mire. Hoy, en el tramo final de los Alpes los hombres de rosa estar¨¢n en los primeros ataques. Todo el pelot¨®n cuenta con ello. Saben que Saiz no enga?a.