"Si el paro baja y se mantiene el bienestar social, ?por qu¨¦ se habla de movilizaci¨®n?
Aznar mantiene a lo largo de la conversaci¨®n un gesto serio. Muestra autocontrol, y dispensa un trato de estricta correcci¨®n. Se permite menos concesiones a¨²n a la expresividad que cuando recibi¨® a este diario, a finales de enero pasado, pocas semanas antes de las elecciones.Pregunta. El terrorismo suele ser el primer encontronazo de los presidentes de Gobierno con la realidad. Usted lleg¨® con un programa de mano dura -cumplimiento ¨ªntegro de penas, no reinserci¨®n, etc¨¦tera- y en dos meses parece haber cambiado el paso: no reh¨²ye hablar de di¨¢logo bajo determinadas condiciones, algunos presos etarras mejoran su situaci¨®n carcelaria. ?Qu¨¦ ha ocurrido para este cambio?
Respuesta. Los pactos pos-electorales nos han hecho modificar en parte nuestro programa. Pero yo creo que en la lucha antiterrorista las cosas van bien y conf¨ªo en que vayan mejor. En el ¨¢mbito internacional ha sido un gran ¨¦xito para Espa?a el acuerdo de la Uni¨®n Europea sobre el extradici¨®n de terroristas. Tambi¨¦n hemos conseguido que funcione muy -bien la colaboraci¨®n con Francia y estamos trabajando para resolver problemas con algunos pa¨ªses hispanoamericanos. Estoy muy satisfecho de la respuesta positiva e inteligente que dio el pacto de Ajuria Enea a la denominada tregua de ETA. Quiero resaltar la uni¨®n de todas las fuerzas democr¨¢ticas y deseo subrayar la importancia de la uni¨®n del PP y del PNV. La excelente colaboraci¨®n del Ministerio del Interior y del Gobierno vasco va a permitir, espero, dentro de muy poco sacar adelante algunas medidas interesantes, legales y administrativas, para combatir la violencia callejera. Junto a todo eso estamos en un proceso de reforma de la Guardia Civil, de la Polic¨ªa y de los servicios de inteligencia. La ley que regular¨¢ los objetivos y funcionamiento del Cesid estar¨¢ lista para enviar al Parlamento en el pr¨®ximo oto?o.
P. Hay quien cree que lo que ha hecho el PP es asumir finalmente la estrategia del PNV.
R. Ni el Partido Popular ha asumido la estrategia del PNV ni el PNV ha asumido la del PP. Simplemente hemos considerado oportuno realizar el acercamiento de algunos presos. Y esperamos que eso pueda tener sus consecuencias..
P. Hace tres a?os usted ped¨ªa al PNV que estuviera, sin ambig¨¹edad, del mismo lado que ustedes en la lucha antiterrorista. ?Siente que est¨¢n ya en el mismo bando?
R. Creo francamente que s¨ª. Lo que no quiere decir que a veces haya contraposici¨®n de voces en el seno del PNV.
P. ?De qu¨¦ forma influye el caso GAL en el ¨¢nimo y la eficacia de las Fuerzas de Seguridad?
R. Es un factor que influye, pero no es el principal. Han ocurrido muchas cosas, como el uso de los fondos reservados, que no ayudan a ejercer en un clima de tranquilidad las respionsabilidades que corresponden a un ministerio del Interior. Por eso he dicho a la Guardia Civil que no deben perturbarle ciertos hechos del pasado, pero que su actuaci¨®n debe ce?irse estrictamente a la ley. En una Europa sin fronteras, hay que impulsar nuevos y m¨¢s ¨¢giles mecanismos de informaci¨®n y actuaci¨®n porque nos vamos a tener que enfrentar a mafias capaces de blanquear enormes cantidades de dinero.
P. Ante ese panorama ?tiene sentido que el Cesid siga teniendo car¨¢cter militar?
R. Depende de Defensa, lo que no quiere decir que sea un servicio de ¨ªndole militar.
P. ?Quiere decir que podr¨ªa pasar a Interior?
R. Primero hay que reformar el Cesid, poner en marcha desde la Vicepresidencia- primera del Gobierno la coordinaci¨®n de todos los servicios de informaci¨®n, y unos anos m¨¢s adelante habr¨¢ que replantearse la ubicaci¨®n del Cesid, que posiblemente no quede adscrito a Defensa. Pero prefiero hacer las cosas paso apaso.
P. ?Tiene formada una opini¨®n sobre la desclasificaci¨®n de los documentos del Cesid sobre los GAL que han solicitado varios jueces?
R. Tomaremos la decisi¨®n en su momento. Queremos hacer compatible la colaboraci¨®n con la justicia y la salvaguardia de la seguridad nacional. Pero no me parece que sea ¨¦se el asunto que m¨¢s preocupa a los espa?oles.
P. En estos dos meses al frente, del Gobierno ?ha tenido la sensaci¨®n de que el caso GAL sigue distorsionando la vida pol¨ªtica?
R. El pa¨ªs est¨¢ hoy muy tranquilo, y con muchas ganas de que esa tranquilidad dure. El otro d¨ªa, cuando volv¨ªa de Bosnia, le¨ªa unos versos de Cernuda en los que dec¨ªa "soy un espa?ol sin ganas". Hoy la mayor¨ªa de los espa?oles son espa?oles con ganas de hacer cosas, con ganas de futuro. El GAL es un factor de perturbaci¨®n, como lo son las finanzas p¨²blicas que hemos heredado y algunas cuestiones que est¨¢n afectando al PSOE. Yo he dicho, con compromiso, que deseo que se pase cuanto antes la p¨¢gina de los GAL...
P. ?Y qu¨¦ piensa cuando uno de los jueces instructores, Baltasar Garz¨®n, dice que "hay caso GAL hasta el 2015", y que "se corre el riesgo de pasar p¨¢gina demasiado deprisa, cuando todav¨ªa no se ha le¨ªdo ni el segundo p¨¢rrafo"?
R. No quiero opinar sobre ese tipo de cuestiones porque puede ser mal interpretado. Simplemente expreso mi deseo de que la justicia act¨²e cuanto antes, con celeridad.
P. Para aprobar el pleno ingreso de Espa?a en la nueva OTAN -?considera suficiente la aprobaci¨®n del Parlamento, aunque las actuales condiciones de pertenencia quedaron fijadas en un refer¨¦ndum?
R. Aquel refer¨¦ndum sobre la OTAN no pasar¨¢ como una de las p¨¢ginas m¨¢s brillantes en algunas biograf¨ªas pol¨ªticas...
P. Entre ellas ?las de quienes se abstuvieron?
R. Yo creo que lo mejor de aquel refer¨¦ndum es tenerlo en clienta para no volverlo a repetir. Yo me sentir¨ªa pol¨ªticamente, obligado a convocar otro refer¨¦ndum si estuvi¨¦semos ante el mismo escenario y la misma CITAN. Pero la Alianza ha trasformado sus objetivos pol¨ªticos, sus estructuras, est¨¢ abierta a nuevas misiones para la construcci¨®n y mantenimiento de la paz. Por tanto, creo que en este a?o hay que dar los pasos para esa incorporaci¨®n con naturalidad, con el m¨¢s amplio consenso. Ya he hablado con CiU, PNV y Coalici¨®n Canaria y a continuaci¨®n lo har¨¦ con los dem¨¢s grupos. Por tanto, el proceso est¨¢ en marcha. Lo que ocurre es que yo quiero adem¨¢s vincularlo a la progresiva profesionalizaci¨®n de nuestras Fuerzas Armadas. En septiembre del a?o que viene nos plantearemos si es necesaria esa reforma r¨¢pida de la mili de seis meses o si merece la pena esperar y avanzar directamente en el proceso de profesionalizaci¨®n de las Fuerzas Armadas, que me gustar¨ªa tener culminado en dos legislaturas.
P. Y entre tanto, ?se seguir¨¢ penalizando a los insumisos?
R. La ley se tiene que cumplir y, por lo tanto, la cumpliremos. Afortunadamente, los datos de objeci¨®n de conciencia no solamente no han aumentado sino que han disminuido.
P. El ej¨¦rcito profesional cuesta m¨¢s...
R. Los costes hay que analizarlos no solamente en sentido activo, sino tambi¨¦n en funci¨®n de lo que se ahorra. El ej¨¦rcito profesional alivia costes. Lo absurdo es tener un ej¨¦rcito de verdad y otro de mentira. Unas Fuerzas Armadas que funcionan y otras te¨®ricas que cuestan mucho dinero y que no funcionan. Creo que en su conjunto es mucho m¨¢s rentable y mucho m¨¢s eficaz tener un ej¨¦rcito profesionalizado.
P. Usted se comprometi¨® a devolver al Parlamento la centralidad de la vida pol¨ªtica. La experiencia de estos dos meses es m¨¢s bien decepcionante.
R. Pues le ruego que tome nota y que su peri¨®dico, en el que trabaja mucha gente competente, examine y compare el trabajo parlamentario inicial de este gobierno con el de otros gobiernos en el pasado. El ¨²ltimo ministro que ha comparecido ante el Parlamento lo ha hecho antes de que lo hiciera el primero en anteriores etapas. Hubo ministros que tardaron hasta 300 d¨ªas en comparecer.
P. ?Y su afici¨®n por el decreto-ley?
R. El decreto ley es una f¨®rmula m¨¢s. Va al Parlamento, se debate y se convalida. No obstante, de los siete decretos ley aprobados por el Gobierno seis ser¨¢n tramitados como proyecto de ley. S¨®lo hay uno, el de medidas fiscales, que porrazones de eficacia inmediata, se ha tramitado como decreto ley.
P. Algunas de las medidas no ser¨¢n de aplicaci¨®n hasta el pr¨®ximo a?o. ?D¨®nde est¨¢ la urgencia exigible a un decreto ley?
R. S¨ª, pero est¨¢ el factor de incertidumbre, que nosotros deseamos alejar. No hay que olvidar que uno de nuestros objetivos m¨¢s importantes era la recuperaci¨®n de la confianza y credibilidad en la econom¨ªa y por tanto hab¨ªa que poner de manifiesto que se actuaba con decisi¨®n y con rapidez y que eso no estaba sujeto luego a posibles cambios. Y se ha hecho con ¨¦xito. Basta contemplar la evoluci¨®n en los dos ¨²ltimos meses del diferencial con los bonos alemanes. El mi¨¦rcoles se cerr¨® a 214. Cuando llegamos al Gobierno estaba a 270.
P. ?Usted cree que el sistema fiscal de un pa¨ªs se puede modificar por decreto ley?
R. Yo respetar¨¦ en todo caso lo que diga el Tribunal Constitucional pero estoy seguro de que el Gobierno ha actuado correctamente.
P. Usted se proclama liberal, defiende el Parlamento como foro central de la vida pol¨ªtica. ?Asumir¨ªa el compromiso de que, una vez superada esta urgencia de la llegada al Gobierno, no va a recurrir al decreto ley?
R. S¨ª, aunque el decreto ley es un procedimiento constitucional. Si no se dan esas razones de urgencia no habr¨ªa que recurrir a ello. En este momento se est¨¢ trabajando en un conjunto de proyectos de ley con toda normalidad.
P. ?Qu¨¦ impresi¨®n le produce que, tras la reciente convenci¨®n sindical de empresas p¨²blicas, se empiece a blandir la amenaza de la huelga general?
R. Vayamos a los hechos. El di¨¢logo social es una realidad. Se est¨¢ dialogando, en algunos casos bilateralmente, empresarios y centrales; en otros casos, trilateralmente. A diferencia de lo ocurrido en otros pa¨ªses. Y espero que culmine con buenos acuerdos. El Gobierno apurar¨¢ hasta el m¨¢ximo todas las posibilidades de acuerdo social en los t¨¦rminos convenidos con las centrales sindicales y con la patronal. En segundo lugar, si bien las reuniones son leg¨ªtimas, ?por qu¨¦ se habla de movilizaci¨®n? Si la econom¨ªa crece, el paro baja, si la confianza en el pa¨ªs aumenta, si el bienestar social se mantiene, ?cu¨¢l es la raz¨®n? Me cuesta trabajo comprenderlo. Yo no recuerdo reuniones similares cuando se abordaban las anteriores pol¨ªticas de privatizaci¨®n de la empresa p¨²blica. Uno tiende a pensar que alg¨²n otro inter¨¦s habr¨¢. Pero, en fin, me lo tomo con atenci¨®n dentro de ese esp¨ªritu de di¨¢logo social. Y quiero decir que la secuencia de acciones econ¨®micas ha sido muy meditada: primero el ajuste presupuestario; segundo, las reformas estructurales, y tercero, la reforma del sector p¨²blico, para lo cual la privatizaci¨®n es simplemente un instrumento. La cuesti¨®n es c¨®mo se hace, porque habr¨ªa dos f¨®rmulas: la del Gobierno anterior, que lo hac¨ªa sin m¨¢s decisi¨®n que la de los gestores, y la que yo planteo, que es probablemente mucho m¨¢s incomoda pero sin duda mucho m¨¢s transparente. Yo espero un ejercicio de sensatez y de responsabilidad. Creo que existe un hueco muy importante para que se pueda llegar a acuerdos muy positivos con el Gobierno.
P. ?Eso significa que el Gobierno estar¨ªa dispuesto a asumir determinados compromisos?
R. Quiere decir que el pa¨ªs tiene unos objetivos que cumplir. Soplar en contra de la modernizaci¨®n del pa¨ªs es complicado y soplar en contra del horizonte europeo del pa¨ªs, tambi¨¦n. Vamos a decirlo con claridad, yo no he privatizado nada todav¨ªa, pero el Gobierno anterior, que privatiz¨® bastante, privatiz¨® nueve veces menos que Portugal, cuatro veces menos que Francia, tres veces menos que B¨¦lgica y Holanda, y veinte veces menos que Gran Breta?a.
P. Entre el modelo de privatizaci¨®n seguido por Thatcher, el llamado capitalismo popular, y la f¨®rmula francesa de los n¨²cleos duros, ?por d¨®nde se va a mover su Gobierno?
R. Aqu¨ª ya hay n¨²cleos duros. No los ha creado este Gobierno, sino el anterior. A m¨ª me gustar¨ªa ampliar lo m¨¢s posible el abanico de participaci¨®n, que cualquier peque?o o mediano ahorrador pueda adquirir p¨²blicamente acciones de las empresas.
P. Pero todo parece indicar que hay dos bancos que esperan llevarse la mayor, tal vez con alguna caja de por medio.
R. Tenemos lo que hay, los n¨²cleos duros fueron creados antes y lo que hace falta es salvaguardar los intereses nacionales.
P. ?No le preocupa que estemos entrando en una ¨¦poca de m¨¢xima concentraci¨®n econ¨®mica y, por tanto, menor competencia?
R. No percibo ese riesgo, todo locontrario. Lo que habr¨¢ es un marco de competencia mucho m¨¢s amplio, que va a servir sin duda como elemento dinamizador del crecimiento econ¨®mico y del empleo. Lo que m¨¢s me preocupa de ese proceso es que se haga con total transparencia. Estamos en contra de cualquier tipo de privilegio, de cualquier tipo de monopolio, de cualquier tipo de fraude. Animaremos la competencia porque es buena para el ciudadano, que dentro de poco ver¨¢ c¨®mo es posible pagar menos por la tarifa el¨¦ctrica, comunicarse a precios mucho m¨¢s razonables, viajar m¨¢s barato, gestionar su peque?o negocio comercial o empresarial sin tener que deshacerse de ¨¦l y mover sus ahorros en funci¨®n de las ofertas de rentabilidad, sin necesidad de casarse con ninguna entidad financiera. Como dec¨ªa un amigo m¨ªo, "si tenemos dificultades de cambiar de pareja, por lo menos que me dejen cambiar de banco con m¨¢s facilidad". Eso tambi¨¦n es modernizar el pa¨ªs.
P. RTVE es la segunda empresa p¨²blica que m¨¢s pierde. Pero no est¨¢ en los planes de privatizaci¨®n. ?Cree que este pa¨ªs puede permitirse ese lujo?
R. Antes de saber cu¨¢nto cuesta, hay que decidir qu¨¦ tipo de radiotelevisi¨®n p¨²blica queremos y si tiene que haberla. Yo creo que s¨ª. Segundo, cu¨¢les son sus objetivos y qu¨¦ tipo de televisi¨®n tiene que ofrecer. En tercer lugar, qu¨¦ parte de nuestros presupuestos estamos dispuestos a dedicarle. Bueno, la primera pregunta la podemos contestar positivamente: s¨ª. La segunda, ya con interrogantes, porque afecta a la tercera. El otro d¨ªa me preguntaban: ?se va a retirar la publicidad? La situaci¨®n de Televisi¨®n Espa?ola es muy preocupante y muy grave. Hay que tomar decisiones en unos plazos relativamente breves. A¨²n no se ha culminado el an¨¢lisis interno, pero es evidente que no es sostenible una televisi¨®n que genera p¨¦rdidas por encima de los 100.000 -millones de pesetas. Espa?a no se lo puede permitir, ni el contribuyente espa?ol tiene por qu¨¦ soportar esas cargas. Lo que me preocupa mucho es la situaci¨®n de degradaci¨®n a la que se ha llegado.
P. Usted se ha comprometido a cumplir las condiciones para entrar en la moneda ¨²nica europea. Pero queda poco tiempo y mucho que recortar en materia de d¨¦ficit presupuestario.
R. El recorte debe ser b¨¢sicamente de la deuda p¨²blica. Al sanear la deuda se sanea el d¨¦ficit. Estamos trabajando a fondo en el presupuesto de 1997. Va a ser un presupuesto dif¨ªcil, pero estoy convencido de que contribuir¨¢ al optimismo del pa¨ªs, porque nos va a servir para afianzar la credibilidad y como un paso todav¨ªa m¨¢s fuerte para conseguir estar en el grupo de cabeza de la Uni¨®n Monetaria. A partir de ese momento puede haber un crecimiento de la econom¨ªa por encima del 3% con una inflaci¨®n del 2,5%.
P. ?Y el presupuesto?
R. Crecer¨¢ como mucho la inflaci¨®n prevista. Esto nos obliga a ser muy rigurosos y a poner en marcha una pol¨ªtica de austeridad. Espa?a tiene ante s¨ª una formidable oportunidad de estar en la cabeza de Europa como no la hemos tenido en mucho tiempo. Y el Gobierno est¨¢ decidido a aprovecharla. Y ah¨ª es donde hay que tomar decisiones pol¨ªticas. Si hemos decidido claramente mantener el sistema de pensiones y su poder adquisitivo, hay que alentar tambi¨¦n mecanismos de participaci¨®n de la iniciativa privada.
P. Para cumplir el objetivo del d¨¦ficit tiene que recortar al menos 800.000 millones de pesetas. ?De d¨®nde?
R. Todos los sectores tendr¨¢n que hacer esfuerzos. Ser¨¢ duro para todos y s¨®lo hay por mi parte una garant¨ªa muy clara de mantener el poder adquisitivo de las pensiones.
P. ?Y el gasto sanitario?
R. Hemos puesto en marcha una ponencia sobre la Sanidad.
P. Pero si excluye las pensiones y la sanidad...
R . No me haga presentar el presupuesto antes de tiempo, que no lo voy a hacer.
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P. Parece dif¨ªcil encontrar d¨®nde aplicar la tijera.
R. Es que no es un ejercicio, f¨¢cil.
P. Pero usted asume el compromiso del 3% de d¨¦ficit.
R. Tenemos que llegar a eso.
P. En su ¨²ltima entrevista a EL PA?S, hace de esto seis meses, dec¨ªa usted que "no es verdad que el d¨¦ficit p¨²blico est¨¦ asociado a la pol¨ªtica de car¨¢cter social".
R. He dicho antes que hay un cap¨ªtulo todav¨ªa por resolver, el de las finanzas p¨²blicas. Un cap¨ªtulo con el que no se me viene precisamente la sonrisa a la cara. Quiero ser extremadamente prudente en ese terreno. Tengo suficientes datos para decir que estamos ante una situaci¨®n que es necesario aceptar y que es necesario mejorar.
P. ?Va a modificar como prometi¨® el impuesto sobre la renta?
R. Estamos trabajando en una simplificaci¨®n de tarifas.
P. ?De aplicaci¨®n para el pr¨®ximo presupuesto?
R. No. Espero que se pueda aplicar para ¨¦l siguiente.
P. Ser¨ªa as¨ª la declaraci¨®n del 98, no la del 97.
R. Creo que as¨ª ser¨¢.
P. ?Qu¨¦ piensa hacer con los sueldos de los funcionarios?
R. Todo el mundo va a tener que hacer esfuerzos, empezando por el presidente del Gobierno.
P. Cuando habla de la modificaci¨®n del IRPF, ?incluye la rebaja del tipo marginal?
R. Ojal¨¢, se pudieran reducir algo los tipos marginales. Creo que la primera tarea es una simplificaci¨®n de tramos, unida a las decisiones sobre la corresponsabilidad fiscal de las comunidades aut¨®nomas.
P. Pero usted se comprometi¨® a reducir los tipos.
R. S¨ª, s¨ª. Todo tiene sus prioridades, sus obligaciones.Nuestra prioridad ahora es ajustar las cosas del pa¨ªs en el sentido en que lo estamos haciendo. De momento ya hemos empezado con las plusval¨ªas,antes no se pagaban y ahora se van a pagar. Y toda la fiscal? dad del ahorro ha cambiado. Incluso ya se ha empezado a modificar lo relativo a la renta de una manera especialmente importante para los peque?os y medianos ahorradores espa?oles.
P. Los sindicatos le reprochan que es una reforma favorable a los m¨¢s ricos.
R. Antes no se pagaban las plusval¨ªas, ahora se paga el 20%. Eso es m¨¢s que cero, lo diga quien lo diga.
P. Con dos meses de experiencia de Gobierno, ?cu¨¢l es su balance del acuerdo con los nacionalistas? Esta situaci¨®n seguro que le hubiera resultado sorprendente a usted mismo hace un ano.
R. Tengo que decirle que sorprende un poco m¨¢s a los dem¨¢s que a m¨ª mismo. Lo acuerdos son acuerdos estables que est¨¢n funcionando bien. El nivel de relaci¨®n pol¨ªtica es muy positivo y el pa¨ªs tiene un Gobierno estable, que toma decisiones y que cumple sus compromisos de investidura. Los acuerdos se han alcanzado de una manera transparente. Desde el punto de vista de encuentro hist¨®rico, est¨¢n funcionando de manera muy positiva; desde el punto de vista de estabilidad pol¨ªtica, tambi¨¦n. Por tanto, estoy muy satisfecho del grado de ejecuci¨®n de los acuerdos y de su materializaci¨®n parlamentaria y de Gobierno.
P. Pujol acaba de recordar que a ¨¦l lo que le, interesa es reafirmar el hecho diferencial.
R. Los pactos de estabilidad y gobernabilidad parlamentaria no implican que cada uno renuncie a las aspiraciones, a los pensamientos, a las reflexiones o a las ideas. El se?or Pujol acaba de realizar una declaraci¨®n que uno no tiene por qu¨¦ compartir. El otro d¨ªa le dec¨ªa en broma que ten¨ªa la mejor imagen que ha tenido en Espa?a en mucho tiempo. No s¨¦ si se lo debo decir o no , pero es para que la cuide. Y, por cierto, le pasa lo mismo al se?or Arzalluz. ?Qu¨¦ quiero decir con eso? Quiero decir que hab¨ªa una expectativa de entendimiento en el pa¨ªs y que esa expectativa ha cuajado, se ha hecho un ejercicio razonable de tolerancia, de acercamiento, de di¨¢logo muy importante, que al transcender al Gobierno ha supuesto una gran tranquilidad para todos. Yo respeto mucho esas cosas, los hechos diferenciales son algo que hay que asumir con naturalidad en el marco de la realidad hist¨®rica de Espa?a. No tienen por qu¨¦ afectar a la buena marcha del conjunto del pa¨ªs, desde un punto de vista pol¨ªtico o desde un punto de vista econ¨®mico.
P. De marzo a esta parte, ?ha cambiado su punto de vista sobre Catalu?a?
R. No, sigue siendo el mismo. De marzo a esta parte tengo muchas m¨¢s posibilidades que antes de que se entienda mi punto de vista sobre Catalu?a, pero hablo de la Catalu?a plural, la Catalu?a abierta, la Catalu?a que contribuye de una manera solidaria a la marcha de las cosas en Espa?a. El pa¨ªs en, el que yo cre¨ªa es un pa¨ªs abierto, tolerante, plural. La ventaja de estar en el Gobierno es que tienes posibilidades de demostrarlo.
P. Desde luego sus expresiones p¨²blicas s¨ª han cambiado.
R. Son circunstancias distintas. Las manifestaciones de una campa?a electoral no son las mismas que fuera de ella. Uno tiene unas obligaciones determinadas en el ¨¢mbito de la oposici¨®n y otras en el ¨¢mbito del Gobierno, lo cual no quiere decir que las ideas b¨¢sicas tengan que variar, y en mi caso no han variado.
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