Europol, m¨¢s que Interpol, menos que el FBI
La agencia ha intervenido ya en m¨¢s de 2.500 casos, sobre todo de narcotr¨¢fico
En un coqueto palacete del centro de La Haya, en el coraz¨®n del pa¨ªs m¨¢s tolerante con la droga, 110 personas, entre polic¨ªas, analistas e inform¨¢ticos, se afanan en la lucha contra el narcotr¨¢fico transnacional. Y contra el comercio nuclear il¨ªcito o las redes de inmigraci¨®n clandestina. Intercambian datos en sus ordenadores. Conectan con las polic¨ªas de los quince Estados de la Uni¨®n Europea (UE). Cruzan informaciones. Analizan conexiones. Trazan hip¨®tesis sobre las redes criminales. Coordinan entregas controladas y otras operaciones policiales entre los Quince.Son la Unidad anti Droga Europol (UDE), operativa desde hace a?o y medio, el embri¨®n de Europol, conocido como el FBI de la UE. Impropiamente. "No es todav¨ªa el FBI europeo, no es un cuerpo con competencias directas en el territorio de los Quince, sino que act¨²a a trav¨¦s de las polic¨ªas nacionales; es una Interpol europea mejorada", describe Modesto Garc¨ªa, uno de sus padres, el responsable de profundizar el proyecto durante la presidencia espa?ola de la UE.
A diferencia de Interpol, que se limita al intercambio de datos a palo seco sobre b¨²squedas y capturas, la UDE "es un servicio de inteligencia, pues analiza los datos, sigue las investigaciones nacionales y coordina la desarticulaci¨®n de las organizaciones criminales", detalla su coordinador, el alem¨¢n Jurgen Storbeck. Con luna ventaja ins¨®lita: "Es la primera vez en la historia en la que cooperan todos los servicios policiales", sean polic¨ªas nacionales, gendarmer¨ªas, cuerpos de aduanas, polic¨ªa de fronteras o la Guardia civil espa?ola.
La UDE es, como ser¨¢ Europol, una mesa de cuatro patas: direcci¨®n, oficiales de enlace, analistas y unidades de enlace. La direcci¨®n es un cogollo de cinco personas, Storbeck y sus adjuntos: un belga responsable del enlace; un itialiano, de los analistas; un brit¨¢nico, de las telecomunicaciones; y un luxemburgu¨¦s, de la seguridad. y la administraci¨®n. "Se busc¨® un equilibrio entre Norte y Sur, franc¨®fonos y angl¨®fonos", explica el jefe. Espa?a, como Francia, est¨¢ ausente de ese n¨²cleo, porque "se volcaron en desarrollar el proyecto durante' sus presidencias", pero no se excluye que acceda a ¨¦l, pues "sus servicios y colaboraci¨®n son muy eficaces", opina el directo .
Junto a ellos trabajan los 40 oficiales de enlace, representantes de los Estados miembros, que solicitan datos a sus respectivas polic¨ªas, o los encuentran en sus propios archivos, todav¨ªa por interconectar. Aportan los datos en bruto, los discuten y semielaboran, Io que redunda en la b¨²squeda de nuevas informaciones, trasmitidas enseguida a las polic¨ªas nacionales. El material pasa enseguida a la tercera pata: seis analistas (tres polic¨ªas y tres cient¨ªficos) y ocho proyectistas o estrategas de alto nivel se encargan de calcular probabilidades, establecer hip¨®tesis de conexiones, dise?ar escenarios de operaciones. El conjunto del dispositivo se relaciona y coordina, en r¨¢pidos viajes inform¨¢ticos de ida y vuelta con las "unidades nacionales", las polic¨ªas de cada pa¨ªs.
La UDE ha intervenido ya en m¨¢s de 2.500 investigaciones. Pero no dispone a¨²n de lo que ser¨¢ su ca?¨®n Berta, el sistema inform¨¢tico centralizado, en el que se incorporar¨¢n todos los datos de todos los pa¨ªses, los an¨¢lisis y las hip¨®tesis. La base de datos incluir¨¢ las listas de condenados e, procesados; los ficheros d¨¦ an¨¢lisis les a?adir¨¢n informaciones sobre su entorno; los ficheros de ¨ªndice constituir¨¢n un esquema de los anteriores, para facilitar el flujo hacia las polic¨ªas nacionales, que podr¨¢n acceder, desde pantallas en cada capital, a buena parte de la informaci¨®n.
El ca?¨®n Berta estar¨¢ disponible a finales del a?o pr¨®ximo. El plazo obedece a que se requiere un desarrollo tecnol¨®gico complejo, que se prepara con una subvenci¨®n de cuatro millones de ecus (640 millones de pesetas) de la Comisi¨®n. El sistema inform¨¢tico de Schengen, para vigilar la libre circulaci¨®n, no es mucha ayuda. No abarca a todos los pa¨ªses y es bastante sencillo, s¨®lo da cuenta de los buscados. "Nosotros debemos a?adir las conexiones, el entorno y el modo de operar de las mafias", recuerda Storbeck. Se espera ahuyentar los peligros que representa todo gran hermano con una reglamentaci¨®n del derecho de acceso de los ciudadanos a la informaci¨®n almacenada. Podr¨¢n solicitar a sus Gobiernos que se les notifique si figuran en el sistema, o en ciertos casos, que se les borre del mismo.
El plazo hasta fin de 1997 se debe tambi¨¦n a que hasta entonces los quince parlamentos no habr¨¢n ratificado el Convenio. No habr¨¢ sorpresas. "El Parlamento holand¨¦s, muy reticente, no bloquear¨¢ un organismo que tiene la sede en su, territorio", augura el holand¨¦s Jan Vos, el experto del Consejo que escribi¨® -"en la mesa de mi cocina", dice el borrador del convenio. Y de otra C¨¢mara recelosa, el Bundestag, "ya se encargar¨¢ Helmut Kohl".
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