Los centros de coordinaci¨®n, gancho para multinacionales

El nuevo tratamiento fiscal que se da en las nuevas normas forales a los llamados centros de direcci¨®n, coordinaci¨®n y financieros es el salto m¨¢s atrevido. Es la primera vez que en territorio espa?ol se implanta esta forma de tributar que beneficiar¨¢ a las multinacionales extranjeras y a las sociedades espa?olas con filiales de este tipo en algunas zonas del Pa¨ªs Vasco. Se ha importado de pa¨ªses como B¨¦lgica, Holanda y Luxemburgo, que lo han inventado todo para tratar de atraer inversiones bajo la m¨¢xima de que a menores impuestos se produce m¨¢s actividad econ¨®mica.El caso ser¨ªa, por ejemplo, el de una empresa extranjera o espa?ola situada fuera de Euskadi que decide instalar aqu¨ª un centro de direcci¨®n, coordinaci¨®n o financiero. ?ste puede consistir en una filial dedicada ¨²nicamente a la recepci¨®n y distribuci¨®n de mercanc¨ªas. El problema que originan este tipo de sociedades a la hora de tributar es c¨®mo se determinan sus beneficios y c¨®mo se fijan los precios de transferencia entre la matriz y la filial; es decir, si las mercanc¨ªas se consideran adquiridas por la filial a la multinacional a precio de mercado y c¨®mo controlar que no se inflan estos costes para rebajar los beneficios declarados.

Las haciendas vascas lo han resuelto de forma que este tipo de centros tributan por sus gastos y no por sus beneficios como lo hacen el resto de las empresas. El porcentaje que aplican es el 25% de los gastos, sin computar los ingresos, para calcular la base y luego ¨¦sta tributa al tipo general (32,5%). Una de las ventajas de este sistema es que se pueden deducir los gastos financieros, lo que se presta a establecer centros s¨®lo para esta actividad.