La Habana cree que las medidas de EE UU alientan a los balseros

Cuando, el 2 de mayo de 1995, el Gobierno de Fidel Castro firm¨® con las autoridades norteamericanas el acuerdo migratorio que puso fin a 35 a?os de pol¨ªtica de asilo autom¨¢tico para los balseros cubanos, La Habana hizo notar enseguida a la Casa Blanca que, si aprobaba la ley Helms-Burton, Estados Unidos seguir¨ªa alentando la emigraci¨®n ilegal.La l¨®gica de las autoridades cubanas era la siguiente: si la ley entraba en vigor, la situaci¨®n econ¨®mica empeorar¨ªa dentro de la isla y muchos cubanos podr¨ªan continuar tratando de cruzar ilegalmente el estrecho de Florida.

El acuerdo migratorio del 2 de mayo permiti¨® la entrada en EE UU a los 35.000 cubanos que el verano anterior hab¨ªan protagonizado la crisis de las balsas y desde entonces estaban congelados en la base de Guant¨¢namo. El Gobierno de Bill Clinton se comprometi¨® por dicho acuerdo a deportar a todos los cubanos que a partir de esa fecha fuesen interceptados en alta mar tratando de llegar ilegalmente a territorio norteamericano, con lo que dio un giro de 180 grados a su pol¨ªtica migratoria con Cuba. Los balseros pasaron de ser refugiados pol¨ªticos que hu¨ªan del comunismo en busca de la libertad a simples inmigrantes econ¨®micos, como los haitianos o los dominicanos.

Retraso

La Administraci¨®n norteamericana posterg¨® durante casi un a?o la aprobaci¨®n de la ley Helms-Burton, y cuando Incluso hab¨ªa declarado que podr¨ªa ser vetada por el presidente en caso de que pasase los filtros de la C¨¢mara de Representantes y el Senado, dos cazas cubanos derribaron dos avionetas de Hermanos al Rescate el 24 de febrero.

Dos semanas m¨¢s tarde, Clinton firm¨® la ley que hab¨ªa tratado de retrasar, presionado por, el exilio m¨¢s ultraconservador de Miami y por hallarse en medio de la campa?a electoral. La ley entr¨® en vigor, las tensiones entre Cuba y EE UU crecieron y, de pronto, en La Habana, comenz¨® a extenderse el rumor de que este verano podr¨ªa producirse una nueva crisis de los balseros.

Algunos cubanos comenzaron a fabricar balsas, y en la calle se dec¨ªa que en agosto barcos de Miami vendr¨ªan a la isla a recoger a quien se quisiera ir. El Gobierno tuvo que salir a la palestra hace unos d¨ªas para negar la posibilidad de un nuevo ¨¦xodo y advertir en un comunicado que dichos rumores son promovidos por la "mafia contrarrevolucionaria de Miami" para provocar nuevas tensiones entre Cuba y EE UU.

Las autoridades cubanas aseguran que nunca han dudado en respetar los acuerdos migratorios y en Impedir las salidas ilegales. Pero, al tiempo, siguen considerando que la ley Helms-Burton viola el esp¨ªritu de dichos pactos.