Plaza y massana buscan el oro
Las puertas del estadio ol¨ªmpico se abren para recibir a Fredericks, Johnson y Edwards en la primera jornada del atletismo
Las puertas del estadio ol¨ªmpico de Atlanta se vuelven a abrir hoy, despu¨¦s de que lo hicieran hace seis d¨ªas para prender la llama en la ceremonia de inauguraci¨®n de los Juegos. Llega la hora del atletismo y algunos de los grandes dioses que han permanecido escondidos la ¨²ltima semana comparen sobre la pista. Es el caso de Frank Fredericks (Namibia), que amenaza el r¨¦cord mundial de los 100 metros en cada carrera, Michael Johnson (EEUU), autor de una sensacional plusmarca en los 200, o el de Jonathan Edwards (RU), capaz de alcanzar los 18 metros en tan s¨®lo tres saltos. A los espa?oles tambi¨¦n les espera un protagonismo importante en esta primera jornada: Daniel Plaza y Valent¨ªn Massana se van a disputar la medalla de oro en los 20 kil¨®metros marcha.Los dos est¨¢n tensos, "nerviosos" reconocen ellos. Lo peor es la espera. Ya no queda m¨¢s por hacer. La preparaci¨®n termin¨® y la suerte, por tanto, echada. Como los dos saben que se encuentran en su mejor momento de los ¨²ltimos a?os, van a salir a conquistar las primeras medallas del atletismo en los Juegos. La hora, ocho de la ma?ana (14.00 horas, en Espa?a), para evitar el calor y la humedad. A ellos les da igual. Se han preparado para competir bajo cualquier condici¨®n.
Desde hace 48 horas no quieren hablar con nadie, para evitar la presi¨®n. S¨®lo aceptan un intercambio de palabras de cortes¨ªa, sin entrar en profundidades. "Cada uno ya sabe lo que tiene que hacer. Solo queda esperar, que es lo m¨¢s ingrato", dice Massana. Plaza, por su parte, hace una confesi¨®n: "Me preocupa encontrarme conmigo mismo, que hace a?os que no lo consigo. He llegado en buena forma, pero desde que estoy en Atlanta me noto raro. Los entrenamientos me salen regular compar¨¢ndolos con los que estaba haciendo en Espa?a. Creo que es problema de adaptaci¨®n".
Mar¨ªn, el atleta espa?ol m¨¢s laureado y actualmente al frente del equipo de marcha, se convierte en portavoz de los marchadores para expresar sentimientos m¨¢s comprometidos: "Del oro a las dem¨¢s medallas hay una diferencia infinita. Eso no quiere decir que el oro o nada, porque lo importante es que uno, al acabar la prueba, sepa que ha dado todo. Si a¨²n as¨ª no ha llegado la medalla, no queda m¨¢s remedio que felicitar al contrario, porque ese d¨ªa habr¨¢ sido mejor. Pero ocurre que en los ¨²ltimos a?os nos hemos acostumbrado a luchar por el oro y nuestros marchadores, ahora, s¨®lo piensan en ¨¦l. Luego, la competici¨®n y los rivales ponen a cada uno en su sitio".
El director t¨¦cnico de los marchadores, vista la forma de ¨¦stos, se compromete: "Tenemos esperanzas en un buen resultado. Los marchadores han llegado en el mejor momento posible. Plaza est¨¢ en su mejor forma desde los Juegos Ol¨ªmpicos y ha mejorado t¨¦cnicamente. De Massana esperamos que est¨¦, como m¨ªnimo, a la altura de los cuatro ¨²ltimos a?os. V¨¢zquez no ha cogido a¨²n el ritmo a la alta competici¨®n y su puesto estar¨¢ entre el 8? y el 16?. Ganar dos medallas lo veo dif¨ªcil, pero el so?ar siempre est¨¢ ah¨ª".
Rivales de los espa?oles: muchos. Massana dice que "rusos, bielorrusos, chinos, mexicanos, italianos, alg¨²n australiano y hasta hay un keniano, que est¨¢ haciendo las series de 400 metros m¨¢s r¨¢pido que yo". Pero la prueba es sobre 20 kil¨®metros y en esta distancia los espa?oles son los rivales del mundo, porque llevan subiendo a los podios desde hace 18 a?os.
Despu¨¦s de esa primera medalla que se! disputen, en la jornada de hoy habr¨¢ una segunda, la de peso. Y entre medias, la aparici¨®n de las grandes figuras en su tr¨¢mite hacia las finales. Es posible que Fredericks y Johnson ni siquiera sean los primeros en sus respectivas series de 100 y 400 metros. Ambos tienen que buscar la clasificaci¨®n con el menor esfuerzo, porque sus actuaciones en los Juegos no terminar¨¢n con las medallas de oro que parecen tener reservadas. Luego vendr¨¢ lo m¨¢s dif¨ªcil, afrontar los 200 metros, donde los dos coincidir¨¢n para impedir que el contrario pueda ser proclamado rey de los Juegos de Atlanta-96.
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