Sanidad baraja subir del 40% al 45% el pago por receta y que los jubilados abonen 100 pesetas

La cuota que el Gobierno ha asignado a Sanidad en el ahorro presupuestario supera los 200.000 millones y el ministerio los aflorar¨¢ casi exclusivamente de la factura de farmacia, seg¨²n declar¨® ayer a EL PA?S el subsecretario, Enrique Castell¨®n. Para ello, el equipo de Romay baraja que los asegurados paguen m¨¢s del 40% actual del precio de las medicinas, al menos un 45%, as¨ª como crear una tasa de 100 pesetas por cada receta de pensionista. El resto saldr¨¢ de los pactos econ¨®micos que en estos d¨ªas cierra Sanidad con laboratorios y farmac¨¦uticos.

El ministerio de Sanidad estudia con urgencia estas propuestas que fueron debatidas ayer en la Comisi¨®n Delegada para Asuntos Econ¨®micos (m¨¢s informaci¨®n en p¨¢ginas 51 y 52). Enrique Castell¨®n no descarta que se puedan aprobar en el Consejo de Ministros de hoy o bien en el del pr¨®ximo 2 de agosto, si bien advirti¨®: "tampoco me atrever¨ªa a decir con seguridad que salgan adelante". El subsecretario afirm¨® que en estos momentos la capacidad de ahorro en Sanidad "est¨¢ s¨®lo en el cap¨ªtulo de farmacia, y de aqu¨ª sale bastante", agreg¨®. Mientras el ministro, Jos¨¦ Manuel Romay, insiste estos d¨ªas en que los recortes no re percutir¨¢n en el ciudadano, lo cierto es que parte de las pro puestas van directamente hacia ¨¦l. Enrique Castell¨®n afirm¨® que se est¨¢n estudiando "medidas directas e indirectas". Entre las directas que se barajan est¨¢, en primer lugar, "subir en cinco puntos la participaci¨®n de los activos por receta", explic¨®, aunque matiz¨® que el porcentaje concreto ayer no estaba totalmente decidido.

Actualmente, el coste para los activos es del 40% del precio del medicamento; los enfermos cr¨®nicos tienen una aportaci¨®n reducida de 400 pesetas como m¨¢ximo y los jubilados los perciben con total gratuidad.

El problema es que el aumento de la poblaci¨®n pensionista, y el fraude detectado en este sector, hace que cada a?o haya menos espa?oles que paguen cantidad alguna por sus recetas. De la factura farmac¨¦utica global del Estado, que el a?o pasado ascendi¨® a 868.000 millones de pesetas, el ciudadano s¨®lo corri¨® con unos 76.300 millones, es decir el 8,8% del total, frente al 15 o el 20% que aportaba en la d¨¦cada anterior. La intenci¨®n de Sanidad es que la aportaci¨®n del paciente se acerque de nuevo a es tas ¨²ltimas cifras.

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Para los pensionistas se baraja crear una tasa de 100 pesetas por cada receta en la farmacia, en principio como un argumento disuasorio del consumo. Castell¨®n insisti¨® en que todas las medidas van encaminadas a reducir el incremento del gasto mediante el control del fraude actual, para lo cual tambi¨¦n se est¨¢ dise?ando un sistema de etiquetado en las recetas que "fije los datos de cada asegura do y se puedan leer mediante un bol¨ªgrafo magn¨¦tico".

De esta forma se pretende controlar que con la cartilla del abuelo se nutra toda la familia, es decir, que algunas jubiladas de 70 a?os acudan a las farmacias con recetas de anticonceptivos o una conocida marca de crema contra el acn¨¦ juvenil. Otro fraude que el ministerio se propone frenar es el del transporte sanitario gratuito, cortando el grifo a muchos pagos de taxis que son utilizados por los usuarios para acudir al hospital sin necesidad real.

En el intento gubernamental por generar ingresos que permitan cumplir los objetivos econ¨®micos de Maastrich se ha llegado a especular con imponer al paciente una cuota por estancia hospitalaria e, incluso con suprimir algunas de las prestaciones actuales de la sanidad p¨²blica. Enrique Castell¨®n asegur¨® que ninguna de estas propuestas se va a adoptar, "lo que no quiere decir que alguien no lo haya sugerido desde el ¨¢rea econ¨®mica", indic¨®. "No se van a recortar prestaciones", insisti¨®.

Frente a un incremento de gasto farmac¨¦utico entre el 12 y el 14% en los ¨²ltimos a?os, Sanidad se ha marcado para 1997 el tope del 2,6%. Todo lo que crezca a partir de aqu¨ª repercutir¨¢ en fabricantes y distribuidores de medicinas que tendr¨¢n que devolver a las arcas del Estado entre un 20 y un 70% de su beneficio bruto.

El punto concreto de la negociaci¨®n est¨¢ estos d¨ªas en el regateo de cuanto supondr¨¢ este porcentaje, bajo la espada de Damocles de que si no hay acuerdo, el Gobierno tiene la potestad de rebajar m¨¢rgenes de farmacias o precios de los f¨¢rmacos v¨ªa decreto.

En la negociaci¨®n, tanto industria como farmac¨¦uticos piden contrapartidas. Los primeros, que se liberalicen los precios, hoy intervenidos, de una serie de medicamentos de prescripci¨®n que ya no paga la Seguridad Social, y que suponen un volumen de negocio anual en tomo a los 10.000 millones de pesetas.

Los farmac¨¦uticos, han mostrado igualmente su disposici¨®n a aportar cantidades a cambio de obtener alg¨²n tipo de seguridad de que el servicio va a seguir como est¨¢, frente a los movimientos liberalizadores que le amenazan. El Consejo General del Farmac¨¦uticos pide a Romay que elabore una ley nacional de ordenaci¨®n del servicio. farmac¨¦utico, para evitar, entre otras cosas, el riesgo que les ha supuesto una ley auton¨®mica como la que acaba de aprobar Extremadura en la cual la farmacia queda como una concesi¨®n administrativa sin posibilidad, de venta, traspaso, o herencia a los descendientes. Las autonom¨ªas ya han advertido que se opondr¨¢n a cualquier intromisi¨®n en este tema.