El equipo espa?ol pas¨® lista a las cuatro
Preocupaci¨®n inicial por los equipos de yudo y nataci¨®n, que tuvieron d¨ªa libre
, A las cuatro de la madrugada comenzaron a sonar los tel¨¦fonos en el pabell¨®n que ocupa el equipo espa?ol en la villa ol¨ªmpica. Los deportistas que ten¨ªan tel¨¦fonos m¨®viles eran despertados por sus familias desde Espa?a cuando, al levantarse, conocieron la noticia de la explosi¨®n. Al mismo tiempo, la oficina del Comit¨¦ Ol¨ªmpico Espa?ol en Atlanta se pon¨ªa en contacto con los jefes de equipo para conocer si todos sus deportistas estaban controlados. S¨®lo hubo preocupaci¨®n inicial por los yudokas y nadadores, que al haber finalizado sus competiciones podr¨ªan haber estado por la ciudad cuando explot¨® la bomba. Inmediatamente se disip¨® la intranquilidad. Todos dorm¨ªan.
Los deportistas que no fueron avisados por sus propias familias no se enteraron del atentado hasta levantarse. Algunos, ni eso. Inma Clopes, por ejemplo, se levant¨® a las seis de la madrugada, porque compet¨ªa a las nueve y cuarto en el estadio ol¨ªmpico. Tras finalizar su primera prueba del heptatl¨®n y ser preguntada si su actuaci¨®n se hab¨ªa visto afectada por la intranquilidad levantada ante la explosi¨®n dijo: "?Ah! ?Ha habido un atentado?" Inma Clopes ni se hab¨ªa fijado que la bandera ol¨ªmpica ondeaba a media asta, ni que se hab¨ªa guardado un minuto de silencio.
No fue el caso de otros deportistas espa?oles, como los jinetes, los primeros de la delegaci¨®n espa?ola en actuar ayer. Algunos lo sab¨ªan, porque fueron despertados por sus familias. Ya no durmieron, porque ten¨ªan que salir a las seis de la villa. Luego, la competici¨®n la iniciaron con un retraso de media hora, porque los rigurosos controles de entrada impidieron al p¨²blico acudir puntual a la cita. Carlos Cebri¨¢, presidente de la Federaci¨®n Espa?ola de H¨ªpica, manifest¨®: "Nuestros jinetes han actuado bajo el impacto que les ha causado, el atentado, pero igual que sus rivales, porque el comentario era generalizado".
Sandra Myers calific¨® el atentado de lamentable, porque ha habido v¨ªctimas". Ella se enter¨® al llegar al estadio. Hasta entonces no hab¨ªa detectado nada anormal en la villa: "Es muy dif¨ªcil que atenten contra las instalaciones, porque el control es riguros¨ªsimo. Soy partidaria de que contin¨²en los Juegos, porque entonces ser¨ªa hacer hacer el juego a los terroristas. Desgraciadamente, los espa?oles estamos acostumbrados a que este tipo de gente trate de imponerse con ¨¦stos medios tan espantosos".Minutos despu¨¦s de la explosi¨®n, las puertas de la villa ol¨ªmpica se cerraron, pero ya todos los deportistas espa?oles hab¨ªan regresado de las competiciones o de su d¨ªa libre. Los yudokas hab¨ªan cenado con la infanta Cristina y regresado todos juntos, mientras que los nadadores se encontraban igualmente ya en sus habitaciones.
La Infanta, que sigue en Atlanta el desarrollo de los Juegos Ol¨ªmpicos, fue informada inmediatamente del atentado, se?alaron fuentes de la Casa Real en Atlanta. La Infanta se interes¨® nada m¨¢s tener conocimiento de la noticia por la eventualidad de que hubiera alguna persona espa?ola afectada.
La infanta Cristina no modific¨® su agenda a pesar del atentado de ayer. As¨ª, a las diez de la ma?ana (hora de Atlanta) acudi¨® a presenciar el partido de balonmano que enfrentaba a las selecciones de Espa?a y Argelia.
Antes de las seis de la ma?ana la situaci¨®n se normaliz¨®, despu¨¦s de que la polic¨ªa inspeccionara los alrededores. Mart¨ªn Fiz sali¨® a las seis y media para entrenarse sin que notara nada anormal y a su regreso, en el control de entrada, fue cuando se enter¨® de lo ocurrido. Algo parecido le pas¨® a Manel Estiarte, goleador de la selecci¨®n de waterpolo, que vivi¨® en tensi¨®n las horas previas a la semifinal frente, a Hungr¨ªa. "En la villa nos sentimos todos muy seguros", dijo, "pero el atentado nos afecta porque es una gran preocupaci¨®n y tristeza a?adidas a la gran tensi¨®n competitiva".
Carlos Ferrer Salat, presidente del Comit¨¦ Ol¨ªmpico Espa?ol (COE), ratific¨® la normalidad que hab¨ªa entre los expedicionarios. Unicamente advirti¨® que "al extremarse las medidas de seguridad en todas las sedes se ha advertido a los deportistas que van a sufrir trastornos en los controles de acceso a las instalaciones y en los desplazamientos". El primer damnificado por los controles fue el vicepresidente del COE, Alfredo Goyeneche, que no lleg¨® a tiempo a la comparecencia de Ferrer Salat.
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