Guinea-Bissau deporta a sus pa¨ªses de origen a los inmigrantes cuya acogida pact¨® con Espa?a

ENVIADO ESPECIALDoce de los 50 inmigrantes que permanec¨ªan presos en Guinea-Bissau tras ser expulsados por Espa?a consiguieron escaparse ayer despu¨¦s de sobornar a sus guardianes. Los inmigrantes -un ruand¨¦s, cinco nigerianos y seis cameruneses- decidieron poner tierra de por medio cuando se enteraron de que iban a ser deportados a sus respectivos pa¨ªses. La alarma hab¨ªa saltado a las cinco de la madrugada. Varios agentes de la polic¨ªa de tr¨¢nsito entraron en los barracones donde los inmigrantes dorm¨ªan y sacaron por la fuerza a seis s¨²bditos de Guinea-Conakry.

Cuando amaneci¨®, ya viajaban en direcci¨®n a su pa¨ªs en un veh¨ªculo militar. De momento, los escapados se han refugiado en la sede de la Liga por los Derechos del Hombre (LDH). Uno de ellos, Banolog Rolland, de 22 a?os, padece s¨ªntomas evidentes de paludismo.La libertad en Guinea-Bissau cuesta 10.000 pesos -unas 70 pesetas, lo que un viaje en taxi compartido o un plato de arroz-, as¨ª que no puede ser de muy buena calidad. La de Banolog Rolland y sus 11 acompa?antes de fuga no lo parec¨ªa.

Escondidos en la LDH, junto a la embajada de Suiza y la plaza de los H¨¦roes Nacionales, hasta el polic¨ªa m¨¢s despistado de la ciudad conoc¨ªa su paradero. Un asesor del ministro del Interior de Guinea-Bissau reconoci¨® ayer que los temores de los fugitivos est¨¢n bien fundados: "Antes del jueves no quedar¨¢ aqu¨ª ning¨²n detenido. Ya han salido los de Guinea-Conakry, esta noche [por ayer] saldr¨¢n los 22 nigerianos y, ma?ana o pasado, los de Camer¨²n". El inmigrante ruand¨¦s y los cinco j¨®venes que huyen de Liberia ser¨¢n internados en un campo de refugiados de Guinea-Conakry.

Innocent Ates Bobo, de 21 a?os, es uno de los fugitivos. Dice que har¨¢ cualquier cosa antes que Volver a Nigeria, y ense?a unas marcas en las mu?ecas: "Esto me lo hicieron los polic¨ªas espa?oles al ponerme las esposas. Las 14 horas del viaje estuve con las manos atadas a la espalda. Pero prefiero esto -estar toda la vida viajando de una c¨¢rcel a otra- antes que volver a mi pa¨ªs. All¨ª las represalias ser¨¢n terribles".

Rectificaci¨®n

A su lado est¨¢, diciendo que s¨ª con la cabeza, Fernando Gomes, el presidente de la LDH en Guinea-Bissau: "Hay una cosa que est¨¢ muy clara en todo este asunto; los gobiernos de Madrid y de Bissau han cometido una violaci¨®n flagrante de los derechos humanos. S¨®lo hay una soluci¨®n y es que rectifiquen. Guinea debe devolver a estos inmigrantes a Espa?a y no enviarlos por la fuerza a sus pa¨ªses de origen".

Fernando Gomes a?ade a la grandilocuencia del portugu¨¦s la rotundidad del tr¨®pico, y agranda los ojos para hablar de m¨¢s peligros: "Aqu¨ª no s¨®lo est¨¢ en juego la seguridad de los inmigrantes, tambi¨¦n la nuestra. Ni yo ni mi familia estamos seguros al denunciar este atropello. Como no pueden eliminar la fuerza de mis palabras, a lo peor intentan eliminarme a m¨ª por la calle".

Solidaridad africana o d¨®lares americanos. Fernando Gomes dice que el Gobierno de Guinea-Bissau del Paigc (Partido Africano por la Independencia de Guinea), prefiri¨® olvidarse de las buenas costumbres a cambio de un pu?ado de d¨®lares.

El presidente de la LDH en Guinea-Bissau a?ade que tiene-se niega a ense?arla, asegura que es su carta en la manga- una copia del documento que sell¨® el acuerdo entre Espa?a y Guinea-Bissau. De un lado est¨¢ la firma de Marcos Vega, el consejero del ministro del ]Interior de Espa?a, y del otro, la de un alto funcionario del Gobierno de Bissau.

Gomes no la quiere desvelar, pero la cifra que los periodistas de Bissau manejan en las informaciones que pueden escapar de la censura sobre el precio del acuerdo supera los 50.000 d¨®lares (alrededor de 6,2 millones de pesetas).

De los cinco aviones con inmigrantes ilegales que salieron de Canarias a finales del pasado mes de junio, dos llegaron al aeropuerto de Bissau, aunque s¨®lo uno lo ten¨ªa como lugar de destino al principio del vuelo. De los 103 expulsados por la v¨ªa de urgencia y con cargo a los fondos reservados, casi la mitad (50) recalaron en Bissau.