La ¨²ltima prueba
LAS CINCO potencias nucleares oficiales -EE UU, Rusia, China, Francia y el Reino Unido - ya no realizar¨¢n m¨¢s pruebas con explosiones at¨®micas. La humanidad da as¨ª un paso importante en el control de un arma que tiene una capacidad destructiva sin precedentes en la historia. China fue ayer el ¨²ltimo de este club de los cinco en sumarse a una moratoria que pone fin a dos millares de ensayos con cargas reales en algo m¨¢s de 50 a?os. Pero lo hizo, no sin cinismo, el mismo d¨ªa en que anunciaba su ¨²ltima prueba nuclear, en Lop Nor. Claro est¨¢ que Pek¨ªn no hizo nada distinto de lo que hiciera la Francia de Chirac, que s¨®lo despu¨¦s de completar en enero una pol¨¦mica serie de explosiones nucleares en el Pac¨ªfico se pas¨® al campo de los abolicionistas.En realidad, estas cinco potencias ya no necesitan las explosiones reales para comprobar, en caso necesario, la capacidad destructiva de sus armas nucleares. La tecnolog¨ªa actual permite soslayar, por medio de microexperimentos y pruebas virtuales en ordenadores, la explosi¨®n de cargas reales, que en los ¨²ltimos a?os se han llevado a cabo bajo tierra. Algunas fuentes han asegurado que Francia ha conseguido que EE UU comparta con ella alguna de estas tecnolog¨ªas alternativas.
China ya hab¨ªa anunciado cuando realiz¨® su anterior prueba nuclear, el 8 de junio pasado, que la siguiente, antes de septiembre, ser¨ªa la ¨²ltima. El momento ha sido elegido con criterio pol¨ªtico para permitir que China se presentara ayer en la Conferencia de Desarme de Ginebra como uno de los impulsores de la prohibici¨®n total de dichas pruebas. Las negociaciones para concluir un tratado con estos fines hab¨ªan superado a finales de junio el plazo previsto para su, finalizaci¨®n. Entre otros escollos, Rusia, China y Pakist¨¢n exig¨ªan que la prohibici¨®n total entrara en vigor s¨®lo cuando la hubieran ratificado las ocho potencias nucleares conocidas. ?stas son las cinco oficiales m¨¢s Israel, la India y Paquist¨¢n, que se supone poseen armas nucleares sin haberlo reconocido nunca de forma oficial. Pek¨ªn tambi¨¦n planteaba objeciones la un sistema de verificaci¨®n del tratado que permite detalladas inspecciones sobre el terreno para evitar incumplimientos.
Ayer se reanudaron en Ginebra estas negociaciones, que siguen bloqueadas fundamentalmente por la India y Pakist¨¢n. La India ha defendido que el nuevo tratado vaya acompa?ado de un compromiso, con calendario; de desarme nuclear total por parte del club de los cinco, lo que evidentemente ¨¦stos rechazan. En realidad, tras esta actitud se esconde una negativa a aceptar el tratado, y desde luego a tener que ratificarlo antes de que entre en vigor. Y si la India no entra, Pakist¨¢n tampoco. Puede que la India est¨¦ cargada de razones y de obsesiones -correspondidas- con Pakist¨¢n. Pero debe flexibilizar su actitud para acercar posiciones.
A medio y largo plazo todos ganar¨¢n -ganaremos- con una prohibici¨®n total de dichas pruebas. Adem¨¢s de evitar quebrantos terribles al medio ambiente, este acuerdo dificultar¨¢ la proliferaci¨®n de armas nucleares en otros pa¨ªses. M¨¢s all¨¢ de la destrucci¨®n total de un arma que ha perdido buena parte de su sentido, pero que dif¨ªcilmente se podr¨¢ desinventar, el reto inmediato es evitar que otros pa¨ªses se sumen al club at¨®mico o que los arsenales existentes terminen en paradero desconocido. Baste pensar lo que hubiera podido hacer Irak en 1991 si el r¨¦gimen de Sadam Hussein hubiera dispuesto de armas nucleares.
Por ello, es urgente que concluyan con ¨¦xito en Ginebra las negociaciones para un Tratado de Prohibici¨®n Total de las Pruebas Nucleares. Para que la prueba china de ayer sea de verdad la ¨²ltima.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.