La presi¨®n de las multinacionales farmac¨¦uticas pone en peligro la pol¨ªtica sanitaria francesa

El gasto de f¨¢rmacos en los hospitales franceses ha crecido en los ¨²ltimos 12 a?os a un ritmo sostenido del 11,5% anual. Esta progresi¨®n ha beneficiado de manera especial a ciertas empresas qu¨ªmico-farmac¨¦uticas estadounidenses o suizas, en detrimento de las sociedades francesas. Un informe de la Inspection G¨¦n¨¦rale des Affaires Sociales (IGAS) de Francia pone de relieve el peligro que representa para la Seguridad Social y el sistema hospitalario depender de multinacionales farmac¨¦uticas que responden a una l¨®gica distinta de la que orienta la sanidad p¨²blica.

El resultado del informe del IGAS es apabullante para grupos nacionales como Rhone Poulenc-Rorer o Elf Sanofi. Las grandes compa?¨ªas francesas ven como su liderazgo en el sector es cuestionado por el aumento del consumo de medicamentos en los hospitales cuando en las farmacias su crecimiento es muy inferior.Seg¨²n el IGAS, son enfermedades como el sida, las de naturaleza nosocomial -contra¨ªdas en el propio hospital- y los transplantes las que desequilibran la balanza en favor de laboratorios como Sandoz, Glaxo, Roche, Janssen-Cilag, SmithKline Beecham o Zeneca Pharma.

En 1994 el f¨¢rmaco que m¨¢s dinero costaba a los hospitales franceses era el Sandimun o ciclosporina de Sandoz (350 millones de francos, unos 8.750 de pesetas), seguido del Neupogen, de Roche y del Retrovir, de Glaxo WeIlcome, el medicamento m¨¢s caro de todos los recetados.

El informe del IGAS pone de relieve diversos aspectos de la cuesti¨®n: que el estricto control de los gastos de la Seguridad Social parece relajarse cu¨¢ndo se trata de recetas m¨¦dicas hospitalarias; que el coste de ciertos productos es exagerado; que el monopolio que en la pr¨¢ctica existe sobre alguno de ellos repercute negativamente sobre los precios de los mismos, sobre el presupuesto de la Seguridad Social y sobre la salud de la industria farmace¨²tica nacional; que no siempre est¨¢ justificado que los enfermos tengan que acudir a las farmacias hospitalarias en detrimento de las "ciudadanas".

Una reciente sentencia condenatoria de los laboratorios Lilly-France, filial gala de los Lilly estadounidenses, viene a ratificar la inquietud del IGAS. Una sanci¨®n de 30 millones de francos (750 de millones pesetas) ha sido dictada por el Conseil de la Concurrance (tribunal que vigila la libertad de comercio) al considerar probado que Lilly s¨®lo proporcionaba dobutrex -una substancia que garantiza el nivel de flujo sangu¨ªneo despu¨¦s de operaciones card¨ªacas, infartos, embolias, etc...- a los hospitales que tambi¨¦n compraban vancomicina, un antibi¨®tico ¨²til para combatir varias infecciones.

Patentes y gen¨¦ricos

La sentencia tiene en cuenta la situaci¨®n de monopolio de Lilly respecto al dobutrex, mol¨¦cula protegida por una patente, y recuerda que Lilly tambi¨¦n hab¨ªa tenido la exclusiva defacto en lo que respecta a la cancomicina hasta 1988, momento en que varios laboratorios se unieron para proponer a los hospitales una especialidad gen¨¦rica a partir de la vancomicina.La Seguridad Social francesa, que arrastra una enorme deuda y para la que este a?o el gobierno hab¨ªa previsto un d¨¦ficit de 17.000 millones de francos (425.000 millones de pesetas), y que hoy ya admite una desviaci¨®n mayor de 48.000 millones, tiene pues que asumir que sus hospitales gaste en 10.700 millones de francos en medicamentos, en muchos casos necesarios para cuidar los efectos secundarios provocados por otros f¨¢rmacos.

Pero el precio de los mismos y la presi¨®n que los grandes laboratorios realizan sobre hospitales y m¨¦dicos es un problema para la Seguridad Social francesa, que pretende, seg¨²n unos racionar o, seg¨²n otros, racionalizar las recetas de los m¨¦dicos de familia al tiempo que ve como no puede frenar las de unos centros hospitalarios cada d¨ªa m¨¢s costosos.

Los laboratorios que fabrican, casi en exclusiva, alguno d¨¦ los medicamentos imprescindibles para el tratamiento del sida han visto como sus ventas progresaban un 628% mientras otros laboratorios, no especializados en sida o enfermedades nosocomiales, se conforman con un crecimiento del un 10%.