No s¨¦

No s¨¦, se?or alcalde, d¨®nde est¨¢ ubicado su domicilio, y, evidentemente, no me importa.No s¨¦, se?or alcalde, si en su zona de residencia hay mucha proliferaci¨®n de repartidores de comida a domicilio, y, evidentemente, no me importa.

Lo que s¨ª me importa, y a usted tambi¨¦n deber¨ªa importarle, en relaci¨®n con este gremio de trabajadores, que por supuesto, y vaya por delante, me merecen todo el respeto y admiraci¨®n, es el tremendo ruido que organizan los tubos de escape de sus motos, cuesti¨®n esta que se ve agravada estos meses de verano, debido a que solemos tener las ventanas de nuestros domicilios abiertas.

No me diga usted, aunque a lo mejor en su caso existe la posibilidad de no oir el mencionado esc¨¢ndalo, y si no es as¨ª, no me diga que las patrullas de polic¨ªa tienen un problema de sordera colectiva y que estos ruidos s¨®lo los percibimos los ciudadanos normales. Asimismo, este problema lo hago extensivo a cualquier moto que circula por Madrid, y que no necesariamente tiene que ser de reparto. No me diga que es tan dif¨ªcil hacerles pasar una revisi¨®n, como hacemos todos los ciudadanos y, caso de superar los decibelios permitidos, obligarles a subsanar este problema. ?0 es que acaso este concepto no es una fuente de ingresos medianamente interesante?

Se?or Manzano, haga o intente hacer algo bueno por Madrid y sus ciudadanos, y as¨ª, quiz¨¢, el d¨ªa de ma?ana pueda contarle a mi hija alguna cosa acerca de su gesti¨®n. Le anticipo mi agradecimiento.- .