22 psic¨®logos y psiquiatras acuden desde Madrid
El llamamiento se hizo poco antes de la una de la tarde, a trav¨¦s de las emisoras de radio y de la televisi¨®n auton¨®mica madrile?a: "La revista Aire Libre fletar¨¢ un autob¨²s con destino a Jaca, que partir¨¢ a las 17.00 horas desde el puente de Segovia, con psic¨®logos y psiquiatras que deseen colaborar en las tareas de rescate de la inundaci¨®n de Biescas". La respuesta no se hizo esperar. A las cuatro de la tarde, por las ocho l¨ªneas telef¨®nicas de la publicaci¨®n deportiva, ya hab¨ªan pasado un millar de personas dispuestas a recorrer cerca de 500 kil¨®metros y echar una mano a pie de tragedia.En la publicaci¨®n ya estaban dispuestos a fletar un segundo autocar cuando lleg¨® la ¨²ltima orden del Centro de Comunicaciones de Jaca: la urgencia de ayuda cada vez es menor y s¨®lo pueden ir 22 voluntarios, preferiblemente psic¨®logos y psiquiatras. Por suerte, el personal ya estaba seleccionado y dispuesto para partir. El subdirector de la revista, Jos¨¦ Ignacio Fern¨¢ndez, agradec¨ªa a media tarde, todav¨ªa emocionado, esta masiva respuesta: "No tengo palabras para agradecer la contestaci¨®n tan espectacular de la gente. S¨®lo puede ir un n¨²mero muy reducido y muy espec¨ªfico porque en estos momentos son los profesionales que m¨¢s se necesitan, ya que las situaciones que est¨¢n viviendo all¨ª los, familiares de las v¨ªctimas son realmente dram¨¢ticas".
A la explanada del puente de Segovia se acercaron decenas de madrile?os con bolsas llenas de ropa y enseres para los supervivientes. Una se?ora, con varios hatillos de ropa, aseguraba: "He venido porque he o¨ªdo que lo que necesitan all¨ª son muchas cosas. As¨ª que en lo que podamos ayudar, para eso esta?os". Pasadas las cinco, el autob¨²s arranc¨® con rumbo a Jaca, pero sin saber muy bien el destino final. "No sabemos si volver¨¢n ma?ana porque toda la ayuda est¨¦ ya cubierta o se tendr¨¢n que quedar cuatro o cinco d¨ªas. Van un poco a la aventura", explicaba Fern¨¢ndez. Uno de los psic¨®logos comentaba que ahora todas las palabras son pocas para sofocar el llanto de los afectados: "Es tremendo lo que ha ocurrido all¨ª. Familias enteras ...".
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