"Ya han intentado deshacerse de m¨ª"
ENVIADO ESPECIALMonsieur le president, el ex primer ministro socialista italiano Bettino Craxi, con condenas en su pa¨ªs por un total de 26 a?os de c¨¢rcel por diversos delitos de corrupci¨®n, reposa sobre el lecho del sufrimiento, la pierna izquierda abierta hasta casi la rodilla, el pie morado y r¨ªgido como un trozo de madera, la jeringuilla para el goteo de penicilina clavada en el brazo, un cigarrillo mentolado asomando entre los dedos de la mano derecha. Estamos en la cl¨ªnica Taufik, propiedad del cu?ado del ex presidente tunecino Habib Burguiba, en el tercer piso.
Cuando comienza a hablar de pol¨ªtica se reanima. Ahora se siente un poco mejor. Quiere irse a casa despu¨¦s de siete d¨ªas de hospital [de hecho, lo abandon¨® ayer mismo]. Tiene ganas de hablar. Y el mensaje es el siguiente: "Estoy dispuesto a contar todo lo que s¨¦ sobre Tangent¨®polis. Tengo muchas cosas que decir. Que el Parlamento prepare una comisi¨®n de investigaci¨®n sobre la financiaci¨®n ilegal e ir¨¦ para testificar. Si el Gobierno tiene valor, debe cerrar este asunto".
Es decir, soluciones pol¨ªticas. Pero Craxi quiere volver a Roma en calidad de libre ciudadano, y con garant¨ªas de protecci¨®n, porque teme por su vida. "Tengo tanta protecci¨®n en T¨²nez porque ya han intentado deshacerse de m¨ª". No dice ni cu¨¢ndo ni c¨®mo ni por qu¨¦ se siente en peligro, tiene miedo de un atentado, y quiz¨¢s por ello est¨¢ dispuesto a hablar. "Si vuelvo, lo har¨¦ como persona libre, porque la orden de detenci¨®n contra m¨ª es infundada e ileg¨ªtima, porque me he convertido en el s¨ªmbolo del mal, el jefe de todas las Tangent¨®polis [esc¨¢ndalos de comisiones ?legales a partidos], un criminal mafioso que quiz¨¢s se reun¨ªa con Tot¨® Ri¨ªna [encarcelado jefe de la Mafia]. A prop¨®sito, confirmo todo: est¨¢bamos cogidos por la mano con Tot¨®, mientras [Silviol Berlusconi [magnate empresarial y ex primer ministro] tocaba el piano y [Marcelloj Dell'Utri [ex consejero delegado de Publitalia y mano derecha del Cavalierel serv¨ªa las bebidas. Faltaba [Giulio] Andreotti [ex primer ministro democristiano, procesado por asociaci¨®n mafiosa], pero era s¨®lo porque estaba ocupado con un homicidio...".
Pregunta. Entonces, ?por qu¨¦ escap¨® de Italia? ?C¨®mo anular cuatro ¨®rdenes de detenci¨®n cautelar contra usted? ?Por qu¨¦ se le deber¨ªa permitir regresar a Italia como libre ciudadano y no con un arresto hospitalario?
Respuesta. No escap¨¦. Ya estaba enT¨²nez, y me qued¨¦. Esas peticiones tienen todas un trasfondo pol¨ªtico, no ser¨ªan v¨¢lidas para ning¨²n pa¨ªs. ?Por qu¨¦ no han venido aqu¨ª a interrogarme los magistrados? Todos saben que estoy en Hamamet. Bueno, seg¨²n un informe de la polic¨ªa estoy en paradero d¨¦sconocido... Dictan ¨®rdenes de detenci¨®n sin pedir la extradici¨®n. Quiz¨¢s se deba a que el billete para T¨²nez es demasiado caro...
P. O quiz¨¢s sea porque no pueden interrogar a un fugitivo sin detenerlo antes...
R. Yo s¨®lo s¨¦ que una vez el juez iba a venir aqu¨ª, pero la magistratura de Mil¨¢n dict¨® una orden de detenci¨®n y el viaje fue suspendido. ?Pero de qu¨¦ Tangent¨®polis hab¨ªan? ?De la que comienza en 1946 con [Palmiro] Togliatti [dirigente hist¨®rico comunista] ?O quiz¨¢s de la de 1989: la del borr¨®n y cuenta nueva, la de la amnist¨ªa para la financiaci¨®n de los partidos suscrita por todos, sin distinci¨®n, sin una protesta, sin una manifestaci¨®n en contra de la calle? ?Hablan de la Tangent¨®polis que ocurri¨® entre 1989 y 1992? ?Y s¨®lo yo soy el responsable, el jefe m¨¢ximo? No bromeemos. Ellos, los jueces de Mil¨¢n, ya me han condenado a cadena perpetua...
P. ?A cadena perpetua?
R. Tengo 63 a?os, y varias condenas, por m¨¢s de 20 a?os. ?C¨®mo se explica? Yo defiendo mi libertad y mi seguridad. Ya han intentado deshacerse de m¨ª.
P. ?Cu¨¢ndo, d¨®nde, qui¨¦n?
R. No quiero dec¨ªrselo. Pero el Gobierno tunecino ha dispuesto tres cuerpos militares diferentes para protegerme. Y no es una cuesti¨®n de trato de favor. Est¨¢n muy bien informados sobre lo que sucede en su territorio y en sus alrededores a las personas que viven en ¨¦l.
Llaman a la puerta. Un m¨¦dico con una bata verde trae los, resultados de los ¨²ltimos an¨¢lisis. Craxi no desconf¨ªa. Ya han pasado los peores momentos: "El m¨¢s terrible fue hace tres meses, cuando o¨ªa a los m¨¦dicos que discut¨ªan: ?le amputamos o no le amputamos la pierna? En cualquier caso, no soy un Napole¨®n en la isla de Santa Elena, desde donde no ve¨ªa Francia".
Al final, casi sin respirar, habla sobre la Italia pol¨ªtica- "[Massimo] D'Alema P¨ªder de los poscomunistas del PDS] corta la historia a rodajas, no entiende que el Craxi bueno no es el del primer periodo sino el de los a?os de gobierno, el de cinco a?os de estabilidad. Su improvisaci¨®n es in¨²til. Incluso el revisionismo sobre Enrico Berlinguer [ex secretario general del partido comunista] y el compromiso hist¨®rico... Nunca entend¨ª su hostilidad hacia nosotros, fue siempre algo inexplicable... ?l siempre pensaba en un ¨²nico modelo: el partido togliattiario-estalinista. ?Un nuevo PSI? Destruir es muy f¨¢cil, pero no construir.
Asoma en sus palabras incluso un Berlusconi vide¨®crata: "Con la televisi¨®n, uno se convierte en h¨¦roe, santo, predicador, gu¨ªa espiritual. Cuando pienso que yo para conseguir una cuota electoral tard¨¦ cinco a?os y ¨¦l ha hecho el milagro del 20% en un cerrar de ojos ... ".
La Repubblica / EL PA?S
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