Un club dirigido desde la carcel

Cartagena no se sobresalta ya si al presidente de su club de f¨²tbol mas se?ero, el que lleva el nombre de la ciudad, lo meten entre rejas. "Estamos acostumbrados. El anterior presidente del club, Andr¨¦s Hern¨¢ndez, era el due?o de una serie de club de alterne; el actual, Andr¨¦s Bolar¨ªn, est¨¢ en la c¨¢rcel acusado de tr¨¢fico de drogas. Nos lo tomamos a broma", coment¨® un aficionado, que presagia la muerte de una entidad inmersa en un precipicio desde hace dos a?os.El pasado 29 de julio un hombre armado hasta los dientes (una pistola y varios cuchillos) se present¨® en el estadio Cartagonova para saldar una cuenta pendiente. Juan M. exigi¨® la presencia del presidente del club. Un empleado de la entidad llam¨® a la polic¨ªa, que apres¨® al individuo. Esta persona confesar¨ªa despu¨¦s a la polic¨ªa que el dirigente del Cartagena le hab¨ªa vendido 6,2 kilos de hach¨ªs en mal estado.

Andr¨¦s Bolar¨ªn, encerrado ahora en la c¨¢rcel de Cartagena, era un desconocido en esta ciudad de unos 200.000 habitantes cuando accedi¨® a la presidencia del club el pasado mes de mayo. "No lo conoc¨ªamos de nada", apunta el carrilero izquierdo del equipo Jos¨¦ Linares, que recuerda c¨®mo Bolar¨ªn baj¨® en distintas ocasiones al vestuario para tratar de solucionar los pagos atrasados a los jugadores. "Se nos pag¨® parte de la deuda", a?ade el futbolista.

Sobre la profesi¨®n del presidente, de 51 a?os, existen bastantes dudas. Su mujer regenta una peluquer¨ªa en la ciudad, y el interesado asegura que trabaja de joyero, aunque las personas consultadas desconocen d¨®nde. Bolar¨ªn fue detenido hace cinco a?os, tambi¨¦n implicado en un caso de tr¨¢fico de estupefacientes, aunque qued¨® absuelto por falta de pruebas. "No ten¨ªa antecedentes penales", aseguran en el juzgado n¨²mero 5 de Cartagena, encargado de instruir el asunto. En todo caso, Bolar¨ªn sigue presidiendo, el club desde la c¨¢rcel, desde donde trata, con sus compa?eros, de directiva, de salvar esta entidad con 80 a?os de historia. La situaci¨®n es grave, pero se atisba una peque?a esperanza: existe un posible patrocinador y un grupo de empresarios interesados en el que el club sobreviva.

El Cartagena ya descendi¨® hace dos temporadas de 2? B a Tercera Divisi¨®n por impago a jugadores. Ahora, con unos 400 socios, se encuentra de nuevo en Tercera y arrastra una deuda de 710 millones a Hacienda y a la Seguridad Social.