Los partidos de Ajuria Enea se re¨²nen con serias diferencias sobre la investigaci¨®n de los GAL

Los partidos de la Mesa de Ajuria Enea ponen hoy a prueba su capacidad de consenso en una reuni¨®n extraordinaria y urgente destinada a abordar la excarcelaci¨®n del general Enrique Rodr¨ªguez Galindo, procesado por el caso Lasa y Zabala, y la negativa del Gobierno central a entregar a los jueces documentaci¨®n del Cesid relativa a los GAL. Aunque la cumbre de hoy no es la primera que se celebra bajo el signo de la controversia y la divisi¨®n interna, las dos cuestiones del orden del d¨ªa dejan un estrecho margen de maniobra para el logro de un acuerdo que trascienda de las declaraciones testimoniales.

El hecho de que el lehendakari, Jos¨¦ Antonio Ardanza, haya renunciado a conciliar previamente las posiciones con el habitual "texto gu¨ªa" utilizado como eje del debate, ilustra sobre las dificultades del empe?o. A la vista de la situaci¨®n, salvo sorpresa de ¨²ltima hora, la cumbre de Ajuria Enea no emitir¨¢ comunicado conjunto y las ¨²nicas declaraciones ser¨¢n las de los representantes pol¨ªticos al t¨¦rmino del c¨®nclave.La historia del pacto muestra, de hecho, que no ha logrado alcanzar el acuerdo m¨ªnimo en aquellas ocasiones en las que los partidos democr¨¢ticos se han sentado sin la cobertura de un texto m¨¢s o menos consensuado en las fechas previas.

Mientras PNV, Eusko Alkartasuna (EA) e IU propugnan que la mesa inste formalmente al Gobierno a reconsiderar su posici¨®n sobre los papeles del Cesid, PP y PSE-EE se niegan en redondo a suscribir tal emplazamiento. No parece que los partidos vascos con representaci¨®n parlamentaria puedan ir mucho m¨¢s all¨¢ de reafirmarse en los 17 puntos del pacto. Populares y socialistas no est¨¢n dispuestos a aceptar que el punto sexto del acuerdo -que les compromete a velar porque la defensa del Estado de derecho se produzca dentro del m¨¢s estricto respeto de la legalidad y de los derechos humanos-, implique criticar la excarcelaci¨®n de Galindo o exigir la entrega a la justicia los papeles del Cesid.

La divisi¨®n creada -nacionalistas e IU, por un lado; no nacionalistas inclu¨ªda Unidad Alavesa (UA), por otro-, facilita la reapertura en el seno de Ajuria Enea del viejo debate sobre si las decisiones deben ser adoptadas de forma un¨¢nime o por lo que se dio en llamar la "mayor¨ªa suficiente".

Los partidos vascos, particularmente aquellos que han forzado la celebraci¨®n de esta cumbre parecen conformarse en esta ocasi¨®n con destacar sus propios perfiles pol¨ªticos. Lo dec¨ªa hace d¨ªas el dirigente de EA, Rafael Larraina: "Lo importante es que los ciudadanos sepan qui¨¦nes est¨¢n en contra de todos los terrorismos y violencias y qui¨¦nes s¨®lo est¨¢n en contra de una violencia".La presi¨®n de EA ha determinado probablemente el giro de esta semana de un PNV que en menos de 24 horas pas¨® de anunciar que no pedir¨ªa la convocatoria de la mesa a reclamar su constituci¨®n.

En el fondo, lo que bulle son estrategias diferenciadas sobre el diagn¨®stico y la soluci¨®n al problema de la violencia. Las corrientes que dentro de los partidos nacionalistas se identifican con, los postulados del movimiento para la mediaci¨®n Elkarri no creen, en absoluto, que la unidad de la Mesa de Ajuria Enea constituya un valor en s¨ª misma.

S¨®lo una semana despu¨¦s de que el Pacto diera una respuesta un¨¢nime a la exigua tregua de ETA de junio ¨²ltimo, el dirigente del PNV Juan Mar¨ªa Ollora cuestion¨® p¨²blicamente el acuerdo alcanzado y la necesidad misma del criterio de unanimidad. Frente al elogio general, Ollora se mostraba decepcionado por la respuesta de Ajuria Enea y se' preguntaba cu¨¢ndo se va a empezar a admitir -desde su propia l¨®gica-, la sinceridad de ETA respecto a los deseos de paz".