Millonarios y muy conservadores

No hay m¨¢s que verlo en el transbordador que comunica el centro de San Diego con la tur¨ªstica isla de Coronado, repleto estos d¨ªas de delegados republicanos en su convenci¨®n: enjoyadas se?oronas con trajes de chaqueta rojos, tejanos arrogantes que pregonan su patriotismo en el color de sus corbatas, j¨®venes de car¨¢cter que conservan el olor de las aulas de Harvard. Pero, por si hab¨ªa dudas, ayer lo confirm¨® una encuesta publicada por el diario The New York Times: uno de cada cinco participantes en esta reuni¨®n es millonario.El perfil del delegado republicano en San Diego es el de un hombre (s¨®lo hay un 36% de mujeres) de mediana edad, blanco (s¨®lo hay un 3% de negros), de educaci¨®n universitaria, ingresos superiores a los 75.000 d¨®lares (unos 9 millones y medio de pesetas) al a?o y muy conservador. Su punto de vista difiere ampliamente del republicano moderado: es partidario de que el Gobierno ceda todas sus responsabilidades econ¨®micas a la iniciativa privada (pero que refuerce la de promover la moral tradicional), contrario al aborto, contrario a las leyes que protegen a las minor¨ªas, contrario a los programas de ayuda a los pobres, contrario a derogar el derecho a poseer armas largas, partidario de excluir a los inmigrantes de los servicios sociales y partidario del libre comercio.

La encuesta de The New York Times muestra que el promedio de delegados republicanos s¨®lo coincide con la media nacional en su posici¨®n contra el papel intervencionista del Gobierno y en contra de eventuales programas de protecci¨®n a los homosexuales. Pero, en lo que m¨¢s se distingue de los norteamericanos comunes es en que el 71 % de ¨¦stos tienen ingresos inferiores a los 50.000 d¨®lares anuales.

Seg¨²n el diario, a lo largo de los a?os se ha podido comprobar que tanto los delegados a la convenci¨®n dem¨®crata como a la republicana son mucho m¨¢s extremistas en su ideolog¨ªa que la media de los militantes de sus respectivos partidos.

Para los presentes en San Diego "el car¨¢cter, la ¨¦tica y la credibilidad" son las grandes virtudes de Bob Dole, pero muchos le achacan su edad, 73 anos, y su estilo como candidato a la Casa Blanca.

Estos superrepublicanos se definen partidarios de la oraci¨®n obligatoria en las escuelas p¨²blicas, consideran que es positiva la influencia religiosa en su partido y s¨®lo est¨¢n dispuestos a enmendar la Constituci¨®n para exigirle al Gobierno federal que controle y equilibre el presupuesto.