La ca¨ªda de otra escultura en el Prado reabre la pol¨¦mica sobre la seguridad
Un empleado choc¨® contra la obra, situada en la cafeter¨ªa
En la cafeter¨ªa del Prado, donde se contemplaba el Torso con armadura y manto, obra an¨®nima renacentista, aparecen ahora dos papeleras y una baldosa rota. "Eso le pasa al m¨¢s pintao" coment¨® ayer un camarero, testigo del accidente que el pasado viernes se produjo en el local cuando un empleado choc¨® contra el torso, que se vino abajo con gran estruendo y revuelo entre los comensales. Con este incidente -en 1994 unas vigilantes rompieron un busto romano- se reabre la pol¨¦mica sobre la seguridad de las esculturas del museo.
El accidente no caus¨® da?os personales, salvo un morat¨®n en una pierna del empleado de la cafeter¨ªa que accidentalmente la tir¨®, seg¨²n indic¨® un miembro del comit¨¦ de empresa. Sin embargo, en la propia cafeter¨ªa, y en medio del traj¨ªn de un intenso d¨ªa de turismo, ayer nadie quer¨ªa ni o¨ªr hablar del asunto de "la piedra", seg¨²n defini¨® un camarero al torso con armadura y manto."No ha sido nadie de aqu¨ª", a?adi¨®. "Fue alguien con quien yo no me hablo y de quien no pienso dar el nombre".El Museo del Prado se apresur¨® a decir que la escultura, "de valor fundamentalmente ornamental, tan s¨®lo sufri¨® peque?as saltaduras y roces en diversas zonas de su superficie, siendo retirada de inmediato del local". Un testigo, sin embargo, asegur¨® que fueron m¨¢s que saltaduras, y el comit¨¦ de empresa critic¨® el silencio administrativo de la nueva direcci¨®n del Prado, con Fernando Checa al frente. Seg¨²n la secci¨®n sindical, el mutismo total ha rodeado el asunto desde la retirada de la escultura rota, "han quitado hasta el pedestal y han puesto all¨ª dos papeleras para disimular, no quer¨ªan que nadie se enterase ni que nadie preguntara qu¨¦ hac¨ªa una escultura sin anclajes en un lugar tan concurrido". El servicio de seguridad del Prado impidi¨® ayer a un fot¨®grafo de este peri¨®dico tomar im¨¢genes del lugar donde se produjo el accidente.
Informe reservado
El comit¨¦ critic¨® tambi¨¦n al conservador responsable durante el turno en el que se produjo el accidente, Jos¨¦ Luis Diez, por haberse negado a divulgar el informe que ¨¦ste prepar¨® para la direcci¨®n. Fernando Checa se encontraba ayer en Zaragoza y no pudo ser localizado.Vigilantes del museo aprovechan el caso para alertar sobre el peligro de diversas esculturas del Prado. Ponen como ejemplo El Salvador, an¨®nimo italiano del XVI cuya base irregular est¨¢ calzada con peque?as cu?as de madera. Este procedimiento se aprecia asimismo en otras esculturas, y el comit¨¦ de empresa cree necesario un estudio para determinar cu¨¢les corren mayores riesgos, ya que, aseguran, un simple codazo dar¨ªa en el suelo con varias de ellas.
Un experto en las esculturas del Prado, que contar¨¢n en octubre con una sala especial, calific¨® de "obra muy secundaria" la situada en la cafeter¨ªa, y dijo que las esculturas del Prado "no corren ning¨²n peligro porque llevan a?os y a?os all¨ª y no les ha sucedido nada. Aunque si se cae un se?or encima peligran no s¨®lo las del Prado, sino tambi¨¦n las del Louvre o las del Metropolitan. Si partimos de que la gente no se sube a los retablos, tampoco a las esculturas, si est¨¢n bien aplomadas y las rodea un cord¨®n de seguridad, les tiene por qu¨¦ pasar nada".
En diciembre de 1994, dos vigilantes protagonizaron un incidente que nunca qued¨® aclarado y que provoc¨® la ca¨ªda del busto de un emperador romano. A la cabeza se le rompi¨® la nariz, que fue recompuesta, y provoc¨® en los rizos da?os irreparables. Una versi¨®n apuntaba que las j¨®venes, en periodo de pruebas, corr¨ªan y chocaron contra la estatua, y otra, que la manipularon para encontrar un mensaje de un juego de rol. Dos de las vigilantes fueron despedidas,y luego readmitidas, en medio de una gran pol¨¦mica interna.
Babelia
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