Hussein afirma que aplastar¨¢ con "mano de hierro" la 'revuelta del pan' que agita el sur de Jordania
El rey Hussein de Jordania se desplaz¨® ayer a las tres localidades del sur del pa¨ªs en las que viernes estall¨® la revuelta del pan, despu¨¦s de que la poblaci¨®n hiciera o¨ªdos sordos de su mensaje televisado a primeras horas de la madrugada en el que ped¨ªa a los ciudadanos volver a sus casas y no seguir las consignas de quienes "operan fuera de Jordania en t¨¦rminos de ideolog¨ªa y creencias". El Ej¨¦rcito ha sido desplegado en las calles de Karak, la ciudad donde comenzaron los disturbios y en la que se ha impuesto el toque de queda, y rodea los pueblos de Tafil¨¦ y Maan, a los que se extendi¨® la protesta, en un intento por aplastar dos d¨ªas de rebeli¨®n popular que el rey Hussein ha jurado combatir con "mano de hierro".
El origen de los disturbios es el aIza del precio del pan, alimento b¨¢sico de esa zona sur y subdesarrollada de Jordania, en la que habitan las tribus m¨¢s leales a Hussein. El malestar, como se hace evidente en las pintadas que han aparecido por todo Karak, es contra el Gobierno de Abdul Karim al Kabariti, que fue el que autoriz¨® el pasado martes casi duplicar el valor del pan. La revuelta coloca a la monarqu¨ªa prooccidental ante al peor desaf¨ªo callejero dedse otro similar en 1989 por la subida del precio de la gasolina.La protesta se extendi¨® esta madrugada por primera vez a la propia capital, donde se produjeron violentos enfrentamientos entre manifestantes y polic¨ªas en el barrio popular de Al Tafailah, al este de Amm¨¢n. Seg¨²n testigos, docenas de manifestantes abrieron fuego contra las fuerzas de seguridad mientras ¨¦stas trataban de dispersarlos con gases lacrim¨®genos.
Los peores disturbios se registraron la noche del viernes en Karak, un centenar de kil¨®metros al sur de Amm¨¢n, donde, seg¨²n testigos, helic¨®pteros del Ej¨¦rcito arrojaron granadas de gases lacrim¨®genos para dispersar a los miles de exaltados manifestantes que incendiaban y apedreaban coches, sucursales de bancos e instalaciones p¨²blicas por segundo d¨ªa consecutivo. Setenta kil¨®metros m¨¢s al sur, en Maan y Tafil¨¦, soldados y polic¨ªas antidisturbios fueron atacados con piedras al grito de "?Abajo el Gobierno corrupto!".
Hasta anoche no se conoc¨ªa el n¨²mero de heridos ni la cifra exacta de detenciones, pero fuentes extraoficiales se?alan que unas 200 personas se encuentran en las dependencias policiales.
La llamada revuelta del pan era largamente esperada. Los temores de disturbios retornaron a Amm¨¢n nada m¨¢s conocerse hace pocas semanas que el Gobierno, acatando fielmente las recomendaciones del Fondo Monetario Internacional (FMI), iba a pr¨¢cticamente duplicar el precio de este alimento, como una de las primeras medidas para estabilizar la econom¨ªa del endeudado reino hachemita.
Medida impopular
El rey, que por lo general es una figura popular y querida en su patria, se ve ahora en la impopular situaci¨®n de mandar a sus soldados a apalear a sus s¨²bditos empobrecidos. "No hay intervenci¨®n extranjera en estos disturbios. Es sencillamente que el pueblo est¨¢ sin dinero y con hambre y trata de dar rienda suelta a su descontento", declar¨® a la agencia Reuter un oficial del Ej¨¦rcito retirado y residente en Karak.El rey, antes de viajar a la zona del conflicto, donde fue directamente a los cuarteles policiales, disolvi¨® la sesi¨®n extraordinaria de verano del Parlamento. Al menos 23 de los 80diputados de la C¨¢mara baja se hab¨ªan opuesto al aumento de los precios del pan.
Pocas horas despu¨¦s de conocerse la noticia de que grupos de hombres salieron coreando consignas antigubernamentales de la mezquita central de Karak tras las oraciones del viernes, el rey se dirigi¨® a la naci¨®n para advertir que no piensa tolerar ninguna protesta. Al menos 21 tanques y otros blindados se encuentran ya en Karak.
"La patria os necesita y necesita vuestra vigilancia, decisi¨®n y solidaridad para erradicar la sedici¨®n", dijo el monarca en su mensaje radiado a la naci¨®n, en el que acus¨® a "agitadores extranjeros" de los disturbios, sin entrar en detalles. Observadores en Amm¨¢n piensan que el rey se refer¨ªa a Irak, su vecino y otrora aliado. "Como precauci¨®n, he ordenado que se act¨²e con mano de hierro frente a cualquier demente que desaf¨ªe la seguridad o que instigue el disenso", a?adi¨® el monarca.
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