Descontento generalizado
Si realmente existen, como el rey Hussein afirma, agentes externos detr¨¢s de la revuelta del pan, que se segu¨ªa anoche con ansiedad en todo Oriente Pr¨®ximo, ¨¦stos no ser¨ªan los ¨²nicos factores de las protestas en Jordania. Al margen del rudo golpe que esa medida asesta a la econom¨ªa de un pa¨ªs que ha visto florecer una espectacular prosperidad en medios muy reducidos, hay descontento con el curso que han tomado las cosas desde que el rey Hussein decidi¨® hacer la paz con Israel en 1994 y, casi simult¨¢neamente, abandonar la larga amistad de los jordanos con el Irak de Sadam Husein.Asociado con el descontento econ¨®mico discurre un enraizado sentimiento de decepci¨®n y frustraci¨®n generalizada. El rey prometi¨® que, por hacer la paz con los israel¨ªes, Jordania ser¨ªa recompensada con una bonanza econ¨®mica para los 4,2 millones de habitantes del pa¨ªs. Lo cierto es que aparte de la difusi¨®n de reuniones de empresarios, Jordania tiene muy poco o nada que mostrar de su entusiasta asociaci¨®n comercial con el Estado israel¨ª. Adem¨¢s, para la mayor¨ªa de los jordanos la paz con Israel jam¨¢s fue una decisi¨®n popular. Todo lo contrario.
En el circuito diplom¨¢tico de Amm¨¢n no se considera cort¨¦s preguntar al embajador israel¨ª si ya ha encontrado residencia. Desde el intercambio de embajadores, hace m¨¢s de un a?o, toda la misi¨®n diplom¨¢tica de Israel vive en un hotel. "Nadie en Jordania quiere alquilar su casa a un jud¨ªo", explicaba hace poco un hombre de negocios de Amm¨¢n.
Por otro lado, existe resentimiento antigubernamental por la agresiva pol¨ªtica contra Irak, reflejo de la reconciliaci¨®n entre Washington y Amm¨¢n. En un pa¨ªs donde hasta hace poco m¨¢s de un a?o la gente exhib¨ªa orgullosamente en sus salones el retrato de Sadam Husein, el Gobierno de Abdul Karim al Kabariti ha establecido una de las principales bases de la oposici¨®n iraqu¨ª. La admiraci¨®n por Sadam es hoy un sentimiento pr¨¢cticamente clandestino.
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