Decepci¨®n

La carta publicada el d¨ªa 9 de agosto en su secci¨®n Opini¨®n del lector, de una visitante a Madrid desde Nueva York no me sorprende en absoluto. Desde mi domicilio en la zona centro de Madrid, puedo afirmar que los robos e intentos de robo contra los turistas presentan un espect¨¢culo diario.. Como ciudadano brit¨¢nico que ha elegido vivir en Madrid por sus m¨²ltiples atractivos, y que no deja de elogiar la ciudad ante mis compatriotas, me siendo decepcionado y frustrado viendo c¨®mo tantos visitantes de Madrid llevan con ellos el recuerdo desagradable de haber sido v¨ªctima de un robo. Mis propias observaciones me llevan a sospechar que los autores de estos actos son un grupo muy reducido de individuos que act¨²an con casi total impunidad, y que suelen elegir como v¨ªctimas a los m¨¢s "f¨¢ciles". Es decir, personas mayores de edad poco preparadas para responder al una agresi¨®n de este tipo.Puede que las p¨¦rdidas de unos individuos en visitas de poca duraci¨®n a Madrid no representen raz¨®n suficiente como para que las autoridades se molesten demasiado. Pero si cada uno de estos desafortunados contara su experiencia tan s¨®lo a su familia y a su c¨ªrculo m¨¢s pr¨®ximo de amigos, sin contar con las personas como su corresponsal de Nueva York, que accede a organizaciones profesionales, ?cu¨¢l ser¨ªa el resultado?

Sin duda es un problema que existe en alguna medida en todas las ciudades del mundo. Lo triste es cuando su frecuencia parece ser tan incontrolada, que llega a ser una preocupaci¨®n importante en el momento de elegir el destino para un viaje de turismo, anteponi¨¦ndose a los muchos encantos que esta ciudad puede ofrecer al visitante.