El PP de Catalu?a, partido por dos
El pacto con CiU agudiza la divisi¨®n entre los conservadores catalanes
Dos ideas sobre su papel en Catalu?a llevan a?os chocando en el seno del Partido Popular (PP) sin que ninguna de las dos consiga imponerse. La primera, que se mantiene desde la ya lejana ¨¦poca de Alianza Popular, sostiene que la organizaci¨®n regional del PP debe ser el basti¨®n espa?ol y que su funci¨®n es la de frenar al separatismo catal¨¢n, cobijado bajo las posiciones, a su entender ambiguas, de Jordi Pujol y Converg¨¨ncia i Uni¨® (CiU). Su adalid actual es Aleix Vidal-Quadras, presidente regional. La otra idea es que para ser una fuerza mayoritaria en Catalu?a, el PP tiene que integrarse sinceramente en la estela del catalanismo pol¨ªtico y disputar desde ella a CiU la hegemon¨ªa en la amplia franja de las clases medias catalanas, que son moderadamente catalanistas pero no nacionalistas. Los abanderados de esta idea son el ex centrista Jorge Fern¨¢ndez D¨ªaz, hoy secretario de Estado para las Administraciones Territoriales, y el ex convergente Josep Mar¨ªa Trias de Bes.Las dos partes est¨¢n convencidas de que el triunfo de la contraria llevar¨¢ al PP catal¨¢n al desastre o la irrelevancia. Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar y la c¨²pula del partido han utilizado alternativamente las dos ideas, seg¨²n les ha convenido. Cuando a partir de 1989 estuvieron interesados en atacar a CiU en su condici¨®n de sost¨¦n del Gobierno de Gonz¨¢lez, dieron alas a Vidal-Quadras. Fue la etapa en que la derecha espa?ola jale¨® la denuncia de un genocidio ling¨¹¨ªstico en Catalu?a contra el idioma castellano formulada por Vidal-Quadras.
Pero estos mismos dirigentes auparon a Trias de Bes cuando en 1995 su inter¨¦s fue elevar el techo electoral en Catalu?a mordiendo en las capas m¨¢s moderadamente catalanistas del centro derecha se?oreado por CiU. Aznar sent¨® entonces solemnemente en un mitin la que, seg¨²n afirm¨®, ser¨ªa la orientaci¨®n definitiva de su partido en Catalu?a: centrismo, moderaci¨®n y enlace con la tradici¨®n del catalanismo pol¨ªtico conservador. El propio PP defini¨® aquella toma de posici¨®n como un giro catalanista. Se acab¨® el genocidio ling¨¹¨ªstico.
La superposici¨®n de los dos discursos nunca ha cuajado en una unidad interna de la organizaci¨®n catalana del PP. Esto no parece haber preocupado en exceso a la direcci¨®n. Aznar, Francisco ?lvarez Cascos y Javier Arenas -que en 1991 fue delegado de la direcci¨®n en Catalu?a- impusieron a Vidal-Quadras en 1991 al frente de la organizaci¨®n, pese a que se hallaba en minor¨ªa en el congreso, en sustituci¨®n de Fern¨¢ndez D¨ªaz. Y le han mantenido en ella incluso despu¨¦s del giro catalanista.
De ese giro y del fichaje de Trias de Bes en 1995 esperaba la direcci¨®n del PP aumentar en un 50% sus diputados en Catalu?a en las ¨²ltimas elecciones legislativas. Pero no fue as¨ª. El PP repiti¨® los mismos ocho diputados de 1993. Una vez m¨¢s, el PP de Catalu?a no pudo aportar unos esca?os que resultan imprescindibles para formar una mayor¨ªa absoluta. CiU le gan¨® la batalla por el electorado de centro derecha. Y los socialistas se la ganaron en el cintur¨®n de Barcelona por el electorado popular, donde los estrategas electorales del PP confiaban en obtener de los votantes castellanohablantes el premio a la denuncia del genocidio ling¨¹¨ªstico.
Aquel fracaso acentu¨® la divisi¨®n en el PP. Trias de Bes acus¨® a Vidal-Quadras de haber saboteado con sus posiciones en materia ling¨¹¨ªstica la campana por el electorado catalanista moderado. Vidal-Quadras acus¨® a aqu¨¦l de alinearse con Fern¨¢ndez D¨ªaz, a quien considera un criptoconvergente.El pacto de Gobierno sellado por Aznar y Pujol exacerb¨® a¨²n m¨¢s la fosa interna. El ala centrista crey¨® llegada la hora de sustituir a Vidal-Quadras, puesto que se entraba en una etapa de colaboraci¨®n con CiU.Vidal-Quadras, en cambio, abog¨®, primero, por continuar el enfrentamiento con CiU en Cata]u?a alegando que el pacto del PP con los nacionalistas s¨®lo se refiere a la pol¨ªtica general espa?ola. Despu¨¦s, viendo que eso era imposible, abog¨® por una simetr¨ªa: el PP dar¨ªa a CIU en Catalu?a lo mismo que CiU diera al Gobierno de Aznar un pacto para sostener a un gobierno en minor¨ªa-.Pero el PP de Catalu?a ha tenido que dar este apoyo a cuenta de la gobernabilidad en Espa?a. Es decir, sin un pacto catal¨¢n.
Para compensar la sumisi¨®n parlamentaria ante CiU, Vidal-Quadras se refugi¨® entonces en la defensa ideol¨®gica de sus posiciones y pas¨® a atacar al nacionalismo catal¨¢n y vasco s¨®lo en tanto que doctrinas disolventes de la unidad de Espa?a. Es lo que hizo el 6 de agosto en una conferencia en Santander y lo que, finalmente, le ha hecho chocar incluso con su Gobierno.
La direcci¨®n del PP lleva meses dudando sobre qu¨¦ hacer con su organizaci¨®n catalana. Apenas tres semanas despu¨¦s de haber ganado las elecciones, Aznar afirm¨® el 21 de marzo, en una entrevista en TV-3, que en el PP de Catalu?a no habr¨ªa cambios hasta el oto?o. Oto?o es el 28 de septiembre, fecha en la que el PP celebrar¨¢ sus congresos regionales.
Vidal-Quadras ha aprovechado la espera para reafirmarse como l¨ªder indiscutible del antinacionalismo catal¨¢n y vasco y como defensor de la espa?olidad de Catalu?a. Es lo que hizo con su conferencia en Santander. Para Aznar no es f¨¢cil sacrificar a un dirigente que ha adoptado estas posiciones. Sin embargo, Vidal-Quadras fue m¨¢s lejos que nunca en la citada conferencia y recrimin¨® al propio PP -y al PSOE- haber renunciado a defender estas posiciones y doblegarse ante CiU y el PNV para mantenerse en el Gobierno.
Que un dirigente regional lance este tipo de acusaciones contra el Gobierno de su propio partido es dif¨ªcilmente aceptable y as¨ª lo ha dejado claro el vicepresidente Francisco Alvarez Cascos. Los adversarios internos de Vidal-Quadras esperan que con este lance Aznar se decida a colocar al frente del partido en Catalu?a a un dirigente capaz de colaborar con CiU y, por eso mismo, capaz de penetrar en el electorado catalanista moderado. Lo que no est¨¢ claro es si ese dirigente existe.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.