La pol¨ªcia investiga el homicidio de un abogado a manos de un asesino a sueldo
La polic¨ªa investiga la supuesta participaci¨®n de un asesino a sueldo en la muerte a tiros del abogado Juan Antonio Dom¨ªnguez Morales, de 36 a?os.El letrado, especializado en temas civiles y acuciado por m¨²ltiples deudas, falleci¨® la madrugada del 15 de diciembre de 1995 tras recibir dos balazos en la cabeza cuando iba a entrar en el portal de la vivienda de sus padres, en el n¨²mero 7 de la calle del Doce de Octubre (Retiro). La posibilidad de que el crimen fuese cometido por un asesino a sueldo ha sido comunicada de forma verbal al Grupo VI de Homicidios de la Brigada de Polic¨ªa Judicial por parte de familiares y amigos de la v¨ªctima que han pedido que se mantenga su anonimato por miedo a represalias, seg¨²n fuentes cercanas a la investigaci¨®n. El supuesto criminal, a tenor de estos testimonios confidenciales, ser¨ªa de nacionalidad belga y habr¨ªa sido contratado por una mafia para evitar que el abogado efectuara unas revelaciones sobre especulaciones urban¨ªsticas en Madrid.
La investigaci¨®n, que tambi¨¦n se ha adentrado en el mundo de la droga y de los subasteros, no ha podido dar con la identidad del sospechoso ni conseguir prueba alguna que certifique la existencia de la citada trama, pero el dato sobre su nacionalidad belga coincide con un extremo de las pesquisas que los confidentes desconoc¨ªan.
Se trata del informe del Laboratorio Central de Bal¨ªstica Forense de la Comisar¨ªa General de Polic¨ªa Cient¨ªfica. All¨ª fueron analizadas las dos balas blindadas que mataron al abogado. Los especialistas han concluido que son de fabricaci¨®n belga -uno de los pa¨ªses que m¨¢s armamento exporta-, concretamente, de la F¨¢brica Nacional de Armas de Guerra, ubicada en Herstal.
La ¨²ltima noche
Un testigo afirma que el abogado asesinado elev¨® la contabilidad a un supuesto 'narco'
Otro punto oscuro de la trama reside en la ¨²ltima noche de Juan Antonio Dom¨ªnguez Morales. ?sta empez¨® a las 21.30, cuando dej¨® a su hijo, tras una visita, en casa de su ex mujer en el barrio de Retiro. De ah¨ª se dirigi¨® a la vivienda de una amiga, donde permaneci¨® hasta las 0.30, momento en el que sali¨® con tres conocidos hacia el bar Duduah, en la esquina de las calles de Alc¨¢ntara con Hermosilla. La estancia en el pub dur¨® hasta las 2.30. Una vez en a calle, a los cinco minutos, se despidi¨® de sus amigos y, pese al fr¨ªo, se dirigi¨® a pie -dijo no tener dinero para el taxi- hasta la casa de sus padres, que distaba apenas un kil¨®metro.Hasta aquel momento todos sus pasos surgieron al calor de la casualidad. El asesino, sin embargo, le aguardaba en el portal de sus padres, en Doce de Octubre, donde Dom¨ªnguez viv¨ªa desde hac¨ªa dos meses. ?C¨®mo sab¨ªa el criminal que su v¨ªctima iba a llegar solo y a esa hora? La ¨²ltima duda procede del tiempo que emple¨® el fallecido, un hombre de constituci¨®n atl¨¦tica, desde el bar hasta la casa. Un trayecto casi rectil¨ªneo, que a pie apenas requiere media hora. Pese a ello, desde la despedida hasta los disparos transcurri¨® una hora. Queda, pues, media hora sin aclarar.
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