Una f¨¢brica de harinas para museo de la ciencia

Los restos de la antigua f¨¢brica de harinas de El Palero, construida a mediados del siglo XIX en la margen derecha del Pisuerga, en Valladolid, y cerrada desde 1975, servir¨¢n para el nuevo proyecto del Museo de la Ciencia. Ascender a los l¨ªmites superiores de la atm¨®sfera y girar junto a la Tierra alrededor del espacio, jugar con los propios sentidos y comprobar c¨®mo a veces enga?an, conocer nuestro peso en los distintos planetas y ver la maravillosa m¨¢quina pensante que es el ser humano, son algunas de las opciones que dentro de unos meses estar¨¢n al alcance de quienes quieran visitar el Museo de la Ciencia de Valladolid.El Ayuntamiento del PP ha anunciado el proyecto, que hereda del anterior equipo socialista, con un presupuesto de 2.500 millones de pesetas, de los arquitectos Rafael Moneo, Enrique de Teresa y Juan Jos¨¦ Echevarr¨ªa. El Museo de la Ciencia se asentar¨¢ en la margen derecha del Pisuerga, en un lugar destinado a jugar un importante papel urbano en el contexto de la ciudad. El proyecto, que incorpora los restos m¨¢s significativos de una antigua f¨¢brica de harinas, albergar¨¢, adem¨¢s del museo propiamente dicho, un planetario, una torre-mirador con observatorio, varias aulas y talleres y diversos espacios destinados a exposiciones permanentes y temporales. Los promotores tienen previsto que la primera fase del mismo funcione a partir de la primavera de 1998, con un desembolso de 900 millones.

Esta fase incluir¨¢ el edificio principal, destinado al eje del contenido que tiene como elemento esencial el hombre y su mundo f¨ªsico, seg¨²n el proyecto realizado por la Universidad de Valladolid. En su interior, una serie de salas dar¨¢n cabida a las secciones en las que ha sido dividido: La Tierra en el Universo, el medio fisico-natural que crea la Tierra; El exterior que se siente y se percibe; Fuerzas en la Tierra con las que hay que entenderse; El ser humano: inteligencia, materia y energ¨ªa; y La utilizaci¨®n del medio: la t¨¦cnica.

Los 250.000 potenciales visitantes de cada a?o esperan los patrocinadores podr¨¢n familiarizarse con el sistema solar, la gran ventana del universo, la V¨ªa L¨¢ctea o la meridiana de Cassini. Si aprovechan el tiempo en su interior, podr¨¢n saber tambi¨¦n c¨®mo se forma un tornado, por qu¨¦ el cielo es azul o qu¨¦ es la realidad virtual. Si el visitante, despu¨¦s de pedalear en una bicicleta que indica la energ¨ªa que va consumiendo, quiere reponer fuerzas, el museo contar¨¢ con un restaurante en el que se informa a los visitantes del n¨²mero de calor¨ªas que han elegido para su almuerzo. Todo lo anterior forma parte de la primera fase, estando previsto que las obras contin¨²en en una segunda etapa.