Viaje a las ra¨ªces de la imagen
Se enlazan y funden en la La mirada de Ulises dos modelos narrativos, en cierta manera tan rec¨ªprocamente excluyentes como el agua y el aceite. Uno es el expansivo relato itinerante, la pura traslaci¨®n (en este caso en forma de remonte de un r¨ªo); y otro es el introspectivo relato de buceo en busca del fondo, de la ra¨ªz oculta de algo (en este caso la ra¨ªz del cine, de la imagen cinematogr¨¢fica). El primero es un relato de composici¨®n horizontal, el segundo vertical; el primero conduce a una aventura, el segundo a una indagaci¨®n. Y es posible que algo de esta fusi¨®n de opuestos proceda, o al menos tenga algo que ver, con la fusi¨®n de mentalidades y de sensibilidades que en la (formidable) escritura de esta pel¨ªcula supone la colaboraci¨®n de t¨² a t¨² (y la consiguiente interrelaci¨®n de imaginaciones) entre un poeta l¨ªrico e intimista de la talla y delicadeza del italiano Tonino Guerra y un dramaturgo ¨¦pico y tr¨¢gico de la fuerza del griego Theo Angelopoulos.Esta (inimaginable, pero real) disoluci¨®n del agua con el aceite est¨¢ ah¨ª, es palpable, y de manera sorprendente da lugar un relato de fort¨ªsma unidad interior, que no deja ver el menor rastro de escisi¨®n entre esos dos cauces opuestos por donde discurre; ni tampoco de desdoblamiento alguno a lo largo de su sinuoso transcurso. Este transcurso da lugar a una secuencia pausada, de matem¨¢tica precisi¨®n, en la que hay total ensamblamiento de los elementos que la componen. El vigor de la puesta en escena de Angelopoulos y el ajuste de un gran (en cantidad y en calidad) reparto, del que tira Harvey Keitel con una capacidad de acomodaci¨®n a la (para ¨¦l hasta ahora ajena) cadencia del cine europeo (lo que da idea de su flexibilidad y de la riqueza de sus registros) consuman ese milagro que de forma embrionaria presagiaba el hermoso gui¨®n.
La mirada de Ulises
Direcci¨®n: Theo Angelopoulos. Gui¨®n: Tonino Guerra y Theo Angelopoulos. Grecia-Italia, 1995. Int¨¦rpretes: Harvey Keitel, Erland Josephson, M¨¢ia Morgenstern, Thanassis Vengos. Estreno en Madrid: cines Princesa y Renoir.
En La mirada de Ulises recobramos, tras un largo bache en que ha estado por debajo de su talento, al Angelopoulos due?o de s¨ª mismo, que es el que salt¨®, desde la bella desmesura de su primera ¨¦poca (que, para no extendernos, fij¨® El viaje de los comediantes) a la domesticaci¨®n de esa elocuencia inicial en el equilibrio y la contenci¨®n de Paisaje en la niebla. Este filme, que hasta ahora parec¨ªa un logro insuperable, tras La mirada de Ulises deja de ser fin y se convierte en preludio de una pel¨ªcula m¨¢s compleja y ambiciosa, de proporciones colosales, que no da tregua al espectador, por lo que no es recomendable para quien desee ir al cine a distenderse, pero que es indispensable para quien quiera ante una pantalla esforzarse en buscar accesos a lo que ahora mismo ocurre (nos ocurre) en los subterr¨¢neos de Europa. No es ciertamente una verbena ponerse a indagar en el polvor¨ªn que hay bajo el suelo que pisamos.
Es una obra densa y grave, que expulsa inteligencia por todos sus fotogramas, pero que est¨¢ herida por la. presencia de un enigma. Es por ello, pese a todo lo que tiene de c¨¢lculo, una averiguaci¨®n misteriosa dentro de un agujero que no parece dispuesto a dejarnos ver su fondo, si es que lo tiene. La mirada de Ulises es poes¨ªa cinematogr¨¢fica, indistintamente ¨¦pica, l¨ªrica y tr¨¢gica. Y no es arriesgado deducir que, cuando haya suficiente distancia para hacerlo, ser¨¢ considerada una conquista del cine europeo actual. El cine de este continente vuelve, al cumplir un siglo de juventud, la mirada hacia sus ra¨ªces; y escarba, a lo largo del tortuoso itinerario de Harvey Keitel trazado por Guerra y Angelopoulos, en nuestra identidad colectiva plasmada metaf¨®ricamente en la identidad del cine que hemos creado. De entre las muchas (y un pu?ado de ellas maravillosas) cristalizaciones a que ha conducido la pasi¨®n cin¨¦fila (el cine sobre cine), desde ahora hay que contar con esta hermosa pel¨ªcula y ponerla en el ramillete de las mejor conseguidas del cap¨ªtulo que la historia que este arte se dedica a s¨ª mismo.
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