Dos peces en el agua

"No soy un aut¨¦ntico espa?ol ni un aut¨¦ntico franc¨¦s, no soy un escritor ni soy un pol¨ªtico, soy s¨®lo un superviviente de Buchenwald".Buchenwald significa bosque de hayas. Una broma de la toponimia. Buchenwald significa, y quiz¨¢ significar¨¢ para siempre, campo de concentraci¨®n nazi. Uno de los escenarios de la historia universal de la infamia.

La noche de v¨ªspera, en una habitaci¨®n de hotel, mientras la MTV lanza destellos de rap suburbial en la pantalla, le doy mil vueltas al discurso descamado de Jorge Sempr¨²n, en la entrega del Premio de la Paz de 1994, que le concedieron los editores alemanes.

El d¨ªa de la liberaci¨®n: "Yo re¨ªa, me daba risa estar vivo".

Superviviente. Aquel que sobrevive. No se puede decir simplemente que Jorge Sempr¨²n haya visto de cerca la muerte. Sobrevivir a Buchenwald (1943-1945), sobrevivir a uno de esos campos, significa haber estado muerto, haber recorrido la muerte de una punta a otra.

"Yo era un aparecido, en suma".

En la v¨ªspera, en el hotel, pienso que gran parte de lo que ha escrito es la memoria de un aparecido. En su actitud posterior ante la vida parece operar esa clave, la risa inmortal del aparecido, la voluntad del superviviente.

Como resistente clandestino en el franquismo (a?os cincuenta), como dirigente del Partido Comunista, como disidente y expulsado luego (1964). Incluso como ministro de Cultura en un Gobierno socialista (1988-1991). El desconcierto de la Pasionaria (su c¨¦lebre "cabeza de chorlito"), el de Alfonso Guerra despu¨¦s, es en el fondo el desconcierto ante un aparecido indomable. Y de otro lado, cuando era ministro, un veterano polic¨ªa franquista le dijo: "No sabe usted cu¨¢nto anduvimos tras sus huellas". ?l respondi¨® secamente: "Eso es, ?detr¨¢s!, sin poder atraparme". Y otro d¨ªa Manuel Fraga, desconcertado como todos ante el eterno aparecido: "?Es verdad que es usted nieto de Maura? ?Ah, entonces todo bien!".

Es un gran escritor, no hay m¨¢s que leerlo. Pero incluso en ese aspecto es, en Espa?a, el aparecido que desconcierta. En su impresionante La escritura o la vida (1995), escribe: "Hab¨ªa hecho del exilio una patria".

El otro hombre. En una entrevista reciente con su hijo ?lvaro, y a la pregunta de d¨®nde morir¨ªa si pudiera escoger, responde Mario Vargas Llosa: "Londres no me parece una ciudad inadecuada para morir... Seguramente es un buen domicilio para mis gusanos. Quisiera que fuera lo m¨¢s cerca posible del Museo Brit¨¢nico, donde he sido feliz".

Por fin, en Cheval House, Montpellier Walk. Viejas casas con flores en el alf¨¦izar de las ventanas. Un pueblo de campi?a en el centro de Londres. Un s¨¢bado tranquilo, de sol latino. Mar¨ªo Vargas Llosa y Jorge Sempr¨²n.

?Hasta qu¨¦ punto sigo hablando con dos exiliados?

"En mi caso, s¨ª, desde luego", dice Jorge Sempr¨²n. "Yo sigo consider¨¢ndome fundamentalmente un exiliado, o un ap¨¢trida, o un cosmopolita. ?Que me llamen como quieran!".

"Yo tambi¨¦n me considero un exiliado", dice Mario Vargas Llosa, "pero un exiliado voluntario. Soy una persona que ha elegido vivir en el exilio gran parte de su vida, lo que para m¨ª no ha significado ning¨²n drama sino todo lo contrario. Me ha dado una riqueza de visiones que no hubiera tenido nunca si hubiera vivido arraigado en mi pa¨ªs. Yo no escribir¨ªa el espa?ol como lo escribo sin haber tenido la experiencia de vivir inmerso en otras culturas".

Y a?ade con ¨¦nfasis: "Reivindico totalmente la experiencia ap¨¢trida. Es la mejor defensa contra aberraciones como el nacionaismo".

Jorge Sempr¨²n, en La escritura o la vida: "En suma, ya no ten¨ªa lengua materna". ?C¨®mo se vive esa p¨¦rdida? Es un desgarro doloroso?

"Estoy escribiendo ahora un relato autobiogr¨¢fico sobre ese per¨ªodo de la adolescencia en que llegamos a Par¨ªs, espa?oles exiliados, meses antes de que estalle la II Guerra Mundial. La familia se separa. Mi padre no puede mantener junto a ¨¦l a siete hijos. Y ¨¦se, el de la lengua, es uno de los asuntos que late en la historia. Tuve que abandonar el idioma materno y hacer de otro idioma una segunda patria. Pero no fue dram¨¢tico. Plantea problemas t¨¦cnicos y morales. Pero no problemas dram¨¢ticos. Tengo a reposar, muy avanzada, una primera novela en castellano. Nunca hasta ahora hab¨ªa escrito una novela espa?ola, no s¨®lo por el idioma sino tambi¨¦n por su tem¨¢tica y la psicolog¨ªa de los personajes. Me cuesta. Me encanta que me cueste. No puedo fracasar en esa novela".

Y observa Sempr¨²n: "Hay algo muy llamativo en Mario. Siendo cosmopolita, ¨¦l es un escritor totalmente peruano. Es apasionante ver hasta qu¨¦ punto. Por ejemplo, Lituma en los Andes. No puede haber libro m¨¢s peruano".

"Hay un n¨²cleo de experiencias que me han seguido alimentando", dice el autor de La casa verde. "Pero s¨ª, es algo que me intriga, mucho, porque estad¨ªsticamente soy menos peruano que franc¨¦s o que ingl¨¦s... Sin embargo, el 99% de lo que escribo tiene que ver con el Per¨²".

Mario Vargas Llosa trabaja ahora en Los cuadernos de don Rigoberto, "una novela de neurosis m¨¢s bien risue?a", con la que se divierte despu¨¦s de un laborioso, empe?o ensay¨ªstico, La utop¨ªa arcaica, que en breve se publicar¨¢ en M¨¦xico. En su escritorio veo Noticia de un secuestro, de Gabriel Garc¨ªa M¨¢rquez. "Todav¨ªa no lo he le¨ªdo". La enemistad de los otrora amigos, el distanciamiento, ideol¨®gico, no le ha cegado el juicio sobre la excepcionalidad literar¨ªa del autor de Cien a?os de soledad. En realidad, es muy dif¨ªcil encontrar parang¨®n en otras ¨¦pocas, espacios y lenguas a la creatividad de la narrativa latinoamericana contempor¨¢nea. Adem¨¢s de Vargas Llosa y Garc¨ªa M¨¢rquez, baste citar a los fallecidos Borges, Rulfo, Onetti, Cort¨¢zar...

Jorge Sempr¨²n naci¨® en Madrid en 1923 y se inici¨® a la escritura con El largo viaje, curtido ya por una intensa vida de acci¨®n. Mario, en Arequipa, en 1936. Un escritor precoz de obra fulgurante. La ciudad y los perros, publicada en 1963, fue casi de inmediato traducida a 20 lenguas. Pero tampoco nunca le arredr¨® el binomio del pensamiento y la acci¨®n, movido por esa m¨¢xima sartriana de "las palabras son actos". En 1953 tuvo una militancia breve en el Partido Comunista peruano. Simpatiz¨® en sus inicios con la revoluci¨®n cubana. El Sastrecillo Valiente, como le llamaron, se alej¨® del marxismo y de su admirado Sartre cuando se revel¨® la crueldad estalinista. En 1990 sorprende a medio mundo y a la entera rep¨²blica de las letras cuando decide presentarse como candidato a la presidencia del Per¨² con un programa abiertamente liberal. Y hubiera sido presidente de no haberse cruzado en su camino el tractor del ingeniero Fujimori. Esa experiencia est¨¢ muy bien contada en El pez en el agua.

En circunstancias vitales muy distintas, Sempr¨²n y Vargas Llosa han seguido senderos relativamente paralelos. En un t¨¦rmino que ha perdido fortuna, son escritores comprometidos. Hay quien hace un balance amargo de la militancia pol¨ªtica. ?Consideran ellos que han malgastado su tiempo y sus energ¨ªas?

"Creo que en ese sentido Jorge y yo somos un par de dinosaurios", dice Vargas con iron¨ªa. "Nunca he entendido que la literatura pudiese ser algo disociado del compromiso c¨ªvico. Eso es prehistoria. Muy pocos escritores, salvo de nuestra generaci¨®n, comparten esa idea. Para los de hoy, es una idea anticuada, ingenua, ilusa. La idea que prevalece entre los escritores modernos es que el compromiso c¨ªvico puede perjudicar al trabajo literario y no se exponen a ese riesgo. Es algo que caracteriza a los escritores j¨®venes, sea en Espa?a, Reino Unido, Am¨¦rica Latina o Estados Unidos. Desde mi punto de vista, algo importante se ha perdido".

"Nuestra concepci¨®n del compromiso tambi¨¦n se ha transformado", reflexiona Jorge Sempr¨²n. "Ha pasado de ser un compromiso a trav¨¦s de la mediaci¨®n pol¨ªtica o partidaria a un compromiso individual, no mediatizado. Los dos hemos liquidado, cada uno a su manera, cada uno en su contexto y cada uno como ha podido, esa idea del intelectual org¨¢nico. Con eso hemos roto, pero no hemos roto con el compromiso. Porque, curiosamente, la mayor¨ªa de aquellos intelectuales org¨¢nicos s¨ª han roto con el compromiso".

"Es que los escritores o gran parte de ellos", sostiene Mario Vargas, "han llegado a la conclusi¨®n de que la literatura no sirve para nada. Para m¨ª es una idea inconcebible. Nosotros cre¨ªmos que la literatura podr¨ªa servir para cambiar las cosas, a nivel personal o social. Ten¨ªamos mucha ingenuidad, pero esa ingenuidad ha servido para crear la literatura que a m¨ª m¨¢s me ha conmovido, que mas me ha ayudado y servido. Estaba construida sobre el supuesto de que la literatura ayuda a vivir, a mejorar la humanidad, a defenderse contra diversos tipos de adversidad e infortunio. Esa es una idea desgraciadamente obsoleta. Una idea que el joven escritor no s¨®lo no comparte sino que le provoca carcajadas".

Supongamos, les comento, que lo que ocurre con los escritores es un s¨ªntoma social. El mayoritario partido del conformismo. La idea del ciudadano sustituida por la del consumidor.

"Hay un serio peligro en una desmovilizaci¨®n c¨ªvica generalizada de la clase intelectual", dice Vargas Llosa. "Si la pol¨ªtica carece de ideas, de debate ideol¨®gico, se va a empobrecer tremendamente. Sin los aportes intelectuales, la sociedad se va desinteresando y el resultado de todo eso es una abdicaci¨®n generalizada que deteriora la democracia hasta convertirla en una caricatura. Es un peligro de las sociedades democr¨¢ticas. La democracia se deteriora y puede incluso desplomarse".

"Creemos que la democracia est¨¢ arraigada en nuestro entorno", dice Sempr¨²n. "Pero si repasamos la historia del siglo XX vemos que la democracia es algo combatido a diestra y siniestra como, el enemigo principal. Y hoy tiene problemas nuevos. La democracia es fr¨¢gil, muniquesa, capituladora. Se salv¨® de milagro en Europa".

Vargas Llosa: "Se salv¨® b¨¢sicamente porque los pa¨ªses totalitarios son peores".

Jorge Semprun apunta con el dedo hacia los tejados de Londres:Y se salva porque hay este pa¨ªs aro, de tradici¨®n democr¨¢tica largu¨ªsima, que es Inglaterra. Que resiste. Para m¨ª, un ejemplar intelectual de nuestro tiempo, menos jaleado que otros, es George Orwell. Un intelectual de izquierdas, con todos los mitos de la izquierda, que en el a?o 1940, cuando la democracia est¨¢ a punto de hundirse asediada por los totalitarismos, escribe un ensayo genial, El le¨®n y el unicornio, y va y dice: Se?ores, dej¨¦monos de tonter¨ªas, vamos a defender esta democracia porque es lo mejor que tenemos. Hab¨ªa sido destruida en Espa?a, en Francia... Se salva de milagro. Ahora nos olvidamos de todo eso. Que la democracia ha sido hostigada todo el tiempo como el principal enemigo por los extremismos. Parece que ha ganado pero tiene nuevos problemas. Y un problema grave es el escepticismo, la dejaci¨®n c¨ªvica".

Vargas Llosa lo hab¨ªa apuntado antes, pero qued¨® en el aire. Ahora retorna el asunto con un tono contundente. "Para m¨ª, el principal problema es la resurrecci¨®n de los nacionalismos. Es grav¨ªsimo y totalmente inesperado. Nadie pod¨ªa imaginarse este rebrote tan fuerte despu¨¦s de las guerras y las cat¨¢strofes que han acarreado los nacionalismos. En aIgunos pa¨ªses se presenta de manera violent¨ªsima, como en la ex Yugoslavia. En otros m¨¢s civilizados, como Inglaterra, de una manera m¨¢s matizada pero con un riesgo de cat¨¢strofe. En Inglaterra estoy viendo c¨®mo el nacionalismo est¨¢ creando un sentimiento antieuropeo, cuando la creaci¨®n de la Uni¨®n Europa es uno de los, procesos m¨¢s alentadores. El de los nacionalismos es el problema central, junto con el fundamentalismo religioso. El gran desaf¨ªo a la cultura democr¨¢tica".

"Para m¨ª una cuesti¨®n es el nacionalismo y otra atender a la cuesti¨®n nacional", matiza Jorge Sempr¨²n. "Hay aspectos muy negativos en los nacionalismos, pero tambi¨¦n asistimos al derrumbe de algunos imperios que hab¨ªan congelado los problemas nacionales. Es evidente que en Polonia hab¨ªa una cuesti¨®n nacional pendiente cuando estaba sometida al imperio sovi¨¦tico. Pero luego hay otro problema propio de las sociedades democr¨¢ticas. Y es que est¨¢ en crisis el modelo de Estado-naci¨®n del que Francia es su mejor ejemplo. Es un pa¨ªs que vive de esa tradici¨®n centralista, de nacionalismo de Estado y eso est¨¢ en crisis. Es lo que en parte explica la mayor sensibilidad a la crisis general y su mayor incapacidad. Francia es ahora un pa¨ªs muy triste, muy deprimido. No funciona".

"Francia es un caso interesant¨ªsimo", admite Vargas Llosa. "Es cierto que hay una crisis del Estado-naci¨®n y que esa crisis acent¨²a la retracci¨®n tribal que para m¨ª es el nacionalismo. ?Por qu¨¦ ocurre esto? Estamos asistiendo a un fen¨®meno extraordinariamente positivo, quiz¨¢ lo mejor que le ha ocurrido a la humanidad en toda su historia, que es la internacionalizaci¨®n total del planeta, la disoluci¨®n progresiva de fronteras en todos los campos, en lo cultural, lo tecnol¨®gico, lo econ¨®mico. Pero eso crea una inseguridad, una especie de temor a lo desconocido, que es lo que alimenta la retracci¨®n nacionalista. La naci¨®n aparece como un cobijo seguro, pero eso es una ficci¨®n, una ficci¨®n que tiene gran arraigo pero cuyos supuestos son falsos".

Se le nota que lleva dos a?os inmerso en La utop¨ªa arcaica. Habla con intensidad, y hasta con vehemencia, de lo que considera el problema n¨²mero uno en el mundo de hoy. "Es cierto que hay manifestaciones distintas de nacionalismo. Las hay civilizadas, pac¨ªficas inteligentes, y las hay absolutamente extremas, sectarias, religiosas, terroristas. Pero creo que el nacionalismo tiene una sola fuente: el miedo a la libertad, lo que Popper denomina el llamado de la tribu. Es un peligro que debe ser combatido con nuevas ideas, porque plantea un problema m¨¢s ideol¨®gico que pol¨ªtico o de mera actualidad. Si no se responde de una manera inteligente, va a determinar la agenda del futuro".

"Acepto el marco conceptual y abstracto de Mario", interviene Sempr¨²n, "pero matizar¨ªa algunas cosas que me parecen importantes. Vamos con Espa?a. El pasado de Espa?a no es el pasado del Estado-naci¨®n jacobino, revolucionario, sino del centralismo mon¨¢rquico burocr¨¢tico, que oprimi¨® las lenguas y las culturas nacionales. Una de las conquistas de la democracia espec¨ªficas de Espa?a es la que la Rep¨²blica hizo con los estatutos de autonom¨ªa. Eso explic¨®, por ejemplo, que los nacionalistas vascos, tan cat¨®licos, defendieran la causa republicana junto a los laicos. Creo que el punto m¨¢s significativo de ruptura con el pasado franquista fue restablecer esas autonom¨ªas. Incluso se personifica con la vuelta a Catalu?a de Tarradellas, el ¨²nico personaje de la Rep¨²blica que mantiene un lazo institucional. El desarrollo de las autonom¨ªas de las nacionalidades no ha terminado todav¨ªa. Y tiene sus momentos de peligro, sus desvarios, pero en la situaci¨®n espa?ola es un hecho muy positivo. Y todav¨ªa a?ado m¨¢s. Eso permite que Espa?a, un pa¨ªs arcaico con una relaci¨®n muy curiosa y nefasta con la modernidad, hoy se transforma con vistas a una deseable supranacionalidad europea. Es un factor ventajoso".

"Nada me gustar¨ªa tanto como que t¨² tuvieras raz¨®n", replica Vargas Llosa, "pero d¨¦jame que haga de abogado del diablo. El sistema de autonom¨ªas permiti¨® salvar muy inteligentemente la transici¨®n, apagando lo que pod¨ªa ser una fuente tremenda de traumas para Espa?a. Pero el problema es que se concibi¨® el sistema de tal manera que todos los incentivos tienden a la dispersi¨®n. Los casos del Pa¨ªs Vasco y de Catalu?a resultan inquietantes. ?Si la mayor¨ªa de los catalanes y vascos quieren llegar a la secesi¨®n, qu¨¦ lleguen a la secesi¨®n! ?sa es una realidad que la cultura de la libertad debe aceptar. Pero el problema no se plantea as¨ª ni se va a plantear en el futuro, sino que es una din¨¢mica que eterniza a minor¨ªas en el control del poder. Creo que hubiese sido mejor ir a un sistema federal. Es el problema n¨²mero uno de Espa?a y no le veo soluci¨®n a mediano plazo".

"Quiz¨¢ ha sido un error diluir el hecho hist¨®rico de las tres nacionalidades, Catalu?a, Euskadi y Galicia, en un mare m¨¢gnum artificial", apunta Jorge Sempr¨²n.

"Pero fij¨¦monos en los procesos positivos. El problema de las mayor¨ªas y de las minor¨ªas es un problema que la democracia resuelve y que en Espa?a funciona, es una prueba de consolidaci¨®n. El Partido Popular ha tenido que cambiar fundamentalmente algunos de sus discursos. Y a m¨ª me parece muy interesante hist¨®ricamente, Mario, que en contra de sus programas ideol¨®gicos y de sus referencias, haya sido la izquierda la que haya restablecido en Espa?a la entidad de la econom¨ªa de mercado, y muy interesante, Mario, que haya sido la derecha, en contra de sus principios, la que tenga que reinventar democr¨¢ticamente una visi¨®n plural de Espa?a. Todo eso es muy positivo".

Asiente Vargas Llosa: "Creo, en efecto, que Espa?a es un pa¨ªs que ha entrado muy r¨¢pida y admirablemente en la cultura democr¨¢tica. Sobre eso no tengo ninguna duda. Pero reitero que hay problemas muy serios -dejemos las autonom¨ªas; por ejemplo, las privatizaciones- a los que se dan soluciones pr¨¢cticas pero sin una pedagog¨ªa popular"."Lo que a mi me da confianza", sostiene Sempr¨²n, "es la inteligencia incre¨ªble con que se comporta el pueblo espa?ol. Hay como una inteligencia colectiva en el electorado".

"?Es que la sociedad espa?ola se ha modernizado m¨¢s que sus intelectuales!", exclama Vargas Llosa. "No hay pensadores pol¨ªticos que reflejen esa realidad avanzada de la sociedad".

"Yo lo veo m¨¢s cierto en los partidos pol¨ªticos", matiza Sempr¨²n. "Hay una bolchevizaci¨®n, un dominio total del aparato. Hay semejanza entre el Guerra que dice: 'Quien se mueva no sale en la foto' y el Aznar de 'todo a 220, se electrocuta quien cambia la corriente'. Los partidos se han quedado rezagados por esa primac¨ªa del aparato sobre el pensamiento. Habr¨ªa que ir a reformas en la representaci¨®n pol¨ªtica".

Pongamos sobre la mesa una cuesti¨®n que tiene que ver con la cultura, la ideolog¨ªa y la pol¨ªtica pr¨¢ctica. ?Cu¨¢l es la pol¨ªtica gubernamental deseable en el campo de la cultura? ?Hay que seguir reivindicando la llamada "excepci¨®n cultural"?

Jorge Sempr¨²n toma la palabra. "Se llama excepci¨®n cultural a algo que no es excepci¨®n cultural. Yo prefiero hablar de excepci¨®n industrial, ?o es que el cine americano no es cultural? Lo que hay que construir es una industria de cine europeo, sobre la base, adem¨¢s del franc¨¦s, de dos idiomas universales, el espa?ol y el ingl¨¦s. Empezar por ah¨ª. Y para eso son necesarios, ?pero provisionales!, los sistemas de protecci¨®n. Hay protecciones que son reaccionarias y protecciones que son estimulantes, progresistas. En Espa?a el cine empieza a ser algo serio. ?Empieza! Todav¨ªa es una industria de lujo, como el zapato mallorqu¨ªn".

Vargas Llosa, rotundo: "Para m¨ª la idea de la excepci¨®n cultural es una idea anticultural. Es el nacionalismo aplicado a la cultura. La combato en todos los campos, sea o no en el cine. La poes¨ªa est¨¢ en muy mala situaci¨®n, los poetas viven en condiciones dif¨ªciles. ?Por qu¨¦ no pasarles una mensualidad para que vivan decorosamente? A lo ¨²nico que favorecen los subsidios es a la burocracia de asesores y funcionarios y a los p¨ªcaros. Se expropia dinero al contribuyente con el pretexto chantajista de proteger la cultura. A los cineastas hay que decirles que hagan buen cine, que seduzcan al p¨²blico y as¨ª levantar¨¢n una industria poderosa. Los cineastas tienen una influencia sobre los medios que les permite inflar su caso de una manera totalmente antidemocr¨¢tica. Ahora quieren linchar a mi amigo Miguel ?ngel Cort¨¦s..."

Sempr¨²n: "La reacci¨®n de los cineastas fue porque Cort¨¦s dijo que los 13 ¨²ltimos a?os han sido los peores del cine espa?ol. Y eso es una estupidez. Debo aclarar que en Espa?a no hay un sistema de subvenciones, que yo tambi¨¦n rechazo, sino de cr¨¦dito condicionado. El cine, lo audiovisual, es una industria futurista, imprescindible para Europa. ?se es el gran matiz".

Vargas Llosa: "Comparto plenamente tu plan de potenciar un cine europeo. ?Que hay problemas de distribuci¨®n? ?Pues demos esa batalla! Pero no con el sistema de cuotas. ?Eso es una aberraci¨®n!".

"El sistema de cuotas puede ser v¨¢lido como medida provisional, dentro de una europeizaci¨®n del cine sostiene Sempr¨²n. "Mira, Mario, hay plantas que no nacen a la intemperie. Hay que tratarlas en un invernadero para que luego florezcan al aire libre. Es como la educaci¨®n. La educaci¨®n es un invernadero. La sociedad debe volcarse en una educaci¨®n p¨²blica vigorosa porque es la garant¨ªa de que luego florecer¨¢ lo dem¨¢s".

La noche nos sorprende hablando de m¨¢scaras y enmascarados. Primero, Chiapas. Acudo a un pensamiento de Pascal Bruckner en La tentaci¨®n de la inocencia: "Cuando no hay otra forma de volverse humano que sublevarse, siempre se tiene raz¨®n". Ninguno de los dos est¨¢ de acuerdo en aplicar esa m¨¢xima a la selva Lecuondona. "La situaci¨®n de los indios es inaceptable", dice Vargas Llosa "pero el gran beneficiario ahora es el PRI, esa dictadura viscosa, el, sistema de control totalitario m¨¢s eficiente del siglo XX". "En broma que no es broma", dice Jorge Sempr¨²n, "prefiero a Bartolom¨¦ de las Casas. Me quedo antes con el obispo de Chiapas que con el enmascarado de Chiapas".

La otra m¨¢scara es la que utiliza el Partido Conservador brit¨¢nico en una agresiva campa?a antilaborista. Hemos visto Londres sembrado de vallas con los ojos del diablo. New Labour; new danger (Nuevo Laborismo, nuevo peligro). Aunque se r¨ªe, espero de Vargas Llosa una defensa de los conservadores. Al fin y al cabo, le envi¨® flores a la se?ora Thatcher. Pero no estoy ante un hombre aherrojado por dogmas de fe. "La reconversi¨®n del Partido Laborista es muy profunda. Se ha convertido en un partido moderno, alejado del populismo, y con un l¨ªder muy interesante, Tony Blair. Un socialdem¨®crata avanzado. Tal como est¨¢n las cosas, deber¨ªa ganar con facilidad. Los nacionalistas a ultranza del Partido Conservador, los antieurope¨ªstas, han secuestrado al partido".

En cuanto a Jorge Sempr¨²n, es normal que se r¨ªa ante un diablillo de c¨®mic. ?l conoci¨® al diablo de verdad. Y sobrevivi¨® al olor nauseabundo del infierno. All¨¢, en Buchenwald. Antes de despedirnos le doy las gracias por haber escrito La escritura o la vida, ese conjuro contra el olvido. Dios le bendiga.