El Tenerife arras¨® en su deb¨²

No se puede comenzar mejor una nueva temporada. El Tenerife consigui¨® en ayer desplegar un juego arrollador y colocar su primera goleada ante un Compostela que poco pudo hacer durante los 90 minutos. El conjunto canario, en un alarde de fuerza y t¨¦cnica, se deshizo con comodidad de su adversario y transmiti¨® a sus aficionados una imagen prometedora ante una larga y dura temporada en la que disputar¨¢ por segunda vez en su historia la Copa de la UEFA.El Tenerife sali¨® dispuesto a resolver cuanto antes el encuentro. Para ello, el t¨¦cnico Jupp Heynckes dispuso sobre el c¨¦sped un equipo muy otensivo, mientras el Compostela, fiel a su esquema, se plant¨® desde el principio con una defensa en l¨ªnea de cinco hombres, una segunda zona en el centro del campo con cuatro futbolistas y un ¨²nico punta, el b¨²lgaro Penev, muy vigilado por C¨¦sar G¨®mez. Este esquema fue una y otra vez superado por el Tenerife con pases en profundidad y paredes entre l¨ªneas. Su juego era arrollador y las oportunidades de gol se sucedieron. En el minuto 12, Jokanovic adelantaba a su equipo y poco despu¨¦s en el 19, Pinilla har¨ªa el segundo gol.

El Compostela estaba desbordado y s¨®lo se acerc¨® al ¨¢rea de Ojeda en una jugada de Manuel, que pudo ser derribado por Rojas. A pesar de los goles, Fernando V¨¢zquez no cambi¨® su dibujo t¨¢ctico hasta que a la media hora dos cartulinas amarillas consecutivas a Jokanovic acab¨® con el serbio en el vestuario. A partir de ah¨ª el equipo gallego trat¨® de avanzar l¨ªneas, pero no tuvo tiempo para crear peligro, puesto que pronto llegar¨ªa el tercer gol en una jugada de Vidmar que culmin¨® Rojas.

Con casi todo perdido y en superioridad num¨¦rica, V¨¢zquez se la jug¨® y en el descanso dej¨® en el vestuario a dos defensas, Bellido y Galdames, para dar entrada a Jos¨¦ Ram¨®n y a Ohen. Esto hizo que la iniciativa del encuentro la llevara el equipo gallego, aunque sin crear excesivo peligro, a excepci¨®n de un disparo fuera de Mauro, que ya hab¨ªa avisado con otros dos disparos que par¨® Ojeda.

La superioridad del Tenerife, tambi¨¦n en la segunda parte, provoc¨® una oleada de ataques que acabaron por completar la primera goleada de la Liga. El primer l¨ªder.