Castigo cuestionable
NING?N MIEMBRO sensato de la comunidad internacional llora, por el nuevo castigo sufrido por Sadam Husein, aunque s¨ª por la sufrida poblaci¨®n iraqu¨ª. Ahora bien, mientras que el Reino Unido, Jap¨®n y el secretario general de la OTAN, Javier Solana, expresaban ayer su aprobaci¨®n sin reservas de la acci¨®n ordenada por Clinton de forma unilateral y sin bases jur¨ªdicas intemacionales suficientes para bombardear objetivos en Irak, otros adoptaban una postura de mayor reserva. Francia, Rusia y el conjunto del mundo ¨¢rabe y musulm¨¢n se desmarcaban, subrayando que consideran esencialmente electoralista la decisi¨®n de Clinton. El Gobierno espa?ol, por su parte, reaccion¨® contradictoriamente. En un primer momento, Abel Matutes se distanci¨® de la acci¨®n norteamericana, pero luego Exteriores difundi¨® un comunicado asegurando "compartir" y "apoyar" el obj¨¦tivo de Washington.. Es imposible creer que- Sadam Huseim no supiera que cualquier provocaci¨®n iba a encontrarse con una dura e inmediata respuesta por parte de un presidente norteamericano en campa?a para su reelecci¨®n; un presidente que, como todos sus predecesores, sabe que una exhibici¨®n de fuerza que no cueste la vida de uno solo de sus compatriotas provoca un immediato sobresalto de popularidad en el electorado de Estados Unidos. La peculiar l¨®gica de Sadam Husein le ha llevado a efectuar lo que parece un falso movimiento en un momento en que Estados Unidos ten¨ªa la guardia bien alta frente a los cuatro pa¨ªses denunciados por Bill Clinton como grandes patrocinadores del terrorismo internacional: Irak, Ir¨¢n, Libia y Sud¨¢n.
Sadam Husein ha lanzado brutalmente a sus soldados al interior del Kurdist¨¢n iraqu¨ª para apoyar a una de las dos facciones locales que libran all¨ª una terrible guerra civil. ?Por qu¨¦ Sadam Husein ha vuelto a jugar, a lo que parece, de farol? Una explicaci¨®n ser¨ªa la de que el ¨²nico modo que tiene de sostener su tiran¨ªa es mantener a Irak permanentemente movilizado para la guerra. Desde ese punto de vista, los bombardeos norteamericanos servir¨ªan para azuzar el nacionalismo casero en tomo a la figura del l¨ªder que planta cara al extranjero. Ayer, despu¨¦s de que una treintena de misiles de crucero disparados por barcos y bombarderos de Estados Unidos cayera sobre instalaciones de defensa antia¨¦rea iraqu¨ªes, Saddam emiti¨® desde la radio y la televisi¨®n un nuevo discurso ret¨®rico y desafiante.
Puede haber, sin embargo, razones adicionales que expliquen la conducta del l¨ªder iraqu¨ª. Bagdad ha firmado recientemente un acuerdo con la ONU por el que podr¨ªa comenzar a exportar petr¨®leo, y una parte deber¨ªa, utilizarse en la compra de alimentos y medicinas para la enferma y desnutrida poblaci¨®n iraqu¨ª. La mayor parte de ese crudo deber¨ªa transitar por un oleoducto que recorre el Kurdist¨¢n, en zonas que alternativamente se hallan en manos de uno u otro de los grupos guerrilleros.Y Masud Barzani, l¨ªder del Partido Democr¨¢tico Kurdo, habr¨ªa pedido a Bagdad, seg¨²n las evidencias, que le ayudara a derrotar a las fuerzas de su rival Jalal Talabani, de la Uni¨®n Patri¨®tica, a cambio de garantizar el buen tr¨¢nsito del petr¨®leo. Sadam. Huseim habr¨ªa sopesado, por tanto, riesgos y beneficios de la operaci¨®n, estimando que puede absorber. el, coste de unos bombardeos limitados a cambio de asegurarse el control del oleoducto. El resultado de la operaci¨®n, sin embargo, es que el acuerdo "petr¨®leo a cambio de alimentos" ha quedado, de momento, suspendido, con las inmediata repercusi¨®n en los precios del crudo.
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