Legados culturales

Mientras rastreo en la prensa el asunto "Ruinas arruinadas en la plaza de Oriente", y me entero por la televisi¨®n del caso "Casa de la Panader¨ªa derribada en Aran juez", recibo v¨ªa Correos contesta ci¨®n negativa a las alegaciones presentadas al Nuevo Plan Gene ral de Madrid en defensa del lega do urban¨ªstico de mi barrio, la Ciudad de los Poetas, con id¨¦ntico fatal resultado: la destrucci¨®n no casual, o al menos negligente, de importantes legados urban¨ªsticos y construcciones del pueblo madrile?o, salvando las distancias, trascendencias y valores hist¨®ricos art¨ªsticos y culturales relativos, pero con la misma apariencia de desinter¨¦s, falta de puesta en valor o sensibilidad de nuestros mun¨ªcipes y t¨¦cnicos. Comparto la opini¨®n expresa da estos d¨ªas por numerosos ex pertos acerca de la importancia para la formaci¨®n cultural y la educaci¨®n hist¨®rica que significa el poder mantener "reconocibles en su espacio" los legados f¨ªsicos de otros monumentos culturales y sociales. En el caso de Aranjuez, la incidencia del derribo es a¨²n m¨¢s incomprensible porque expresa mente la Casa de la Panader¨ªa aparec¨ªa catalogada, protegida y englobada en un per¨ªmetro definido como Casco Hist¨®rico-art¨ªstico por el Plan General del arque¨®logo Rafael Moneo. En el caso de los restos hallados en la plaza de Oriente, se ha procedido a derribarlos antes de que su exacto valor pudiera ser demostrado. Pero a¨²n as¨ª, la importancia de tales ruinas en su ubicaci¨®n original, independientemente de la valora ci¨®n que se est¨¢ absurdamente discutiendo, es tan alta que resulta bochornosa y deplorable la actitud de prepotencia del Ayuntamiento de Madrid al hurtar al pueblo madrile?o la posibilidad de su presencia en el coraz¨®n hist¨®rico de la ciudad. Las alegaciones al Nuevo Plan General de Madrid, compartidas y duplicadas junt¨® con la Asociaci¨®n de Vecinos Ciudad de los Poetas-Dehesa de la Villa, explicaban y argumentaban, en m¨¢s de seis folios, la necesidad de mantener vivas las condiciones originales urban¨ªsticas y constructivas de un barrio o conjunto que alcanz¨® en su momento una muy alta valoraci¨®n cualitativa y se convirti¨® en modelo y paradigma de una mejor forma de vida urbana alabada en congresos de urbanismo, cr¨ªtica especializada y demanda de un mercado emergente, y que a¨²n hoy sirve como objeto de estudio y valoraci¨®n. Y se reclaman tales medidas ante la propia desidia de una Administraci¨®n que ha permitido, por falta de sensibilidad y conocimiento, la destrucci¨®n y minusvaloraci¨®n paulatina de ese legado, reformando sin criterios la normativa, permitiendo construcciones no homologables o despreciando los principios esenciales de su concepci¨®n y, sobre todo y como consecuencia, subvirtiendo las formas de vida comunitaria inmersas en ella. Pues bien, tales extensas argumentaciones, apoyadas en la opini¨®n de expertos y en el sentir d la mayor¨ªa de los actuales habitantes del barrio, han merecido una contestaci¨®n lamentable re sumida en tan s¨®lo dos l¨ªneas sobre impresas en un largo y mon¨®tono expediente burocr¨¢tico: "S deniega la alegaci¨®n, por no se compatible con las determina ciones urban¨ªsticas establecida por el Plan General para el ¨¢rea en cuesti¨®n, manteni¨¦ndose la regulaci¨®n urban¨ªstica del Documento de Aprobaci¨®n Inicial".