Cat¨®licos estilo Sundance
"?Qu¨¦ se puede hacer cuando se es cat¨®lico y no se est¨¢ casado? No se pueden tener relaciones sexuales. Si se tienen, no se pueden usar anticonceptivos. Y si hay un embarazo, no se puede abortar. 0 sea, que no se puede ser cat¨®lico y llevar una vida sexual sana", afirma con desarmante precisi¨®n, Leslie (Jennifer Jostyn), uno de los bien construidos, interesantes personajes femeninos de Los hermanos MeMullen.Esa frase, dicha en medio de una conversaci¨®n amistosa entre la chica y uno de los hermanos McMullen que dan t¨ªtulo al film, constituye no obstante el coraz¨®n mismo de ¨¦ste, toda vez que lo que el pluriempleado debutante Edward Burns (actor, director, guionista y productor) persigue en ¨¦l es la disecci¨®n del comportamiento de tres hermanos, entre los 33 y los 24 a?os, de origen irland¨¦s y f¨¦rrea formaci¨®n cat¨®lica. Una formaci¨®n que se revela extremadamente condicionante para un sensato desarrollo de su afectividad; no digamos ya de su sexualidad.
Los hermanos McMullen (The McMallen Brothers)
Direcci¨®n y gui¨®n: Edward Burns. Fotograf¨ªa y montaje: Dick Fisher. M¨²sica: Seamus Egan. Producci¨®n: E. Bums y D. Fisher para Marlboro Road Gang[Videography/Good Machine EE UU, 1995. Int¨¦rpretes: E. Burns, Michael McGlone, Jack Mulcahy,"Coonie Britton, Shari Albert, Maxine Bahns, Jennifer Jostyn, Elizabeth P. McKay. Estreno en. Madrid: cine Alphaville (V. 0. S.).
Rodada con escas¨ªsimos medios, empleando la casa paterna del autor como plat¨® principal y sin mayores preocupaciones formales (el film presenta una fotograf¨ªa particularmente sucia, con un grano elevado y a veces escasa definici¨®n), Los hermanos... es un ejemplo perfecto de las limitaciones y los logros de cierto cine independiente americano, nacido en condiciones de precariedad y lanzado al, mundo a trav¨¦s del otrora prestigioso y actualmente un tanto rutinario festival de Sundance, aut¨¦ntica mina para los programadores de cert¨¢menes cinematogr¨¢ficos europeos. Una factura t¨¦cnica de espartana pobreza que se suple no con voluntad de riesgo formal o con la b¨²squeda de un lenguaje personal, como era el caso de ciertos independientes de los 80, como Jim Jarmusch, Amos Poe o la primera Susan Seidelman, sino con las renovadas virtudes de un gui¨®n bien construido y bien dialogado, presidido por una vena autobiogr¨¢fica-par¨®dica (el director / guionista encarna al personaje que en el film pretende ser director y guionista) y un punto de lejan¨ªa ir¨®nica.
Referencias externas
Lo que ayuda a distinguir un filme de otro entre los que bien podr¨ªamos definir del "estilo Sundance" es el tema, y el que ¨¦ste aborda resulta cuanto menos conocido, y en cierto punto deudor de referencias ajenas muy claramente identificables, de Woody Allen y sus preocupaciones existenciales -la versi¨®n actualizada de la guerra de sexos- a Hal Hartley y su particular construcci¨®n de los personajes, aunque Burns est¨¦ todav¨ªa muy lejos de los logros de ambos neoyorkinos. De hecho, si Los hermanos... se deja ver, e incluso con gusto, es por lo que tiene de "desviaci¨®n" respecto a los modelos ajenos: el catolicismo y sus secuelascastro-educadoras donde Allen, por ejemplo, es ¨¦l juda¨ªsmo y las suyas.
Pero no conviene desmontar de un plumazo el filme como un h¨ªbrido construid o con elementos ajenos. Hay otros elementos dignos de tenerse en cuenta, y que incluyen desde una buena direcci¨®n de actores hasta una notable regulaci¨®n del paso de la comicidad al drama. Y la constataci¨®n de que al cine estadounidense le resulta cada vez m¨¢s dif¨ªcil construir personajes masculinos siquiera m¨ªnimamente a la altura de los femeninos.
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