EL QUIR?FANO

Por el buen espect¨¢culoExpectaci¨®n. Salvo del Racing, no soy fan¨¢tico de ning¨²n equipo. Entonces, est¨¢ claro, que sacrifico el resultado por un buen espect¨¢culo. Por eso, estoy deseando que Ronaldo, Giovanni, Guardiola o Francisco entren en contacto con la pelota. De repente se me ponen los ojos como platos esperando algo diferente.

Inevitables comparaciones. Resulta complicado explicar con exactitud cu¨¢l es la diferencia entre este Espanyol y el del pasado a?o. En principio es el mismo, pero parece diferente. Camacho lo hizo muy bien. Ahora Carcel¨¦n no lo tiene f¨¢cil. Hacer olvidar y ser reconocido, y aun as¨ª todos recordaremos. Estuvo a punto de conseguir lo que no consigui¨® Camacho, ganar en el Camp Nou.

El penalti. La pared de Giovanni no era buena, pero Ronaldo la convirti¨® en penalti gracias a su enorme velocidad. Meg¨ªa D¨¢vila, muy ligero con las faltas y las tarjetas, no lo fue tanto en se?alar el agarr¨®n de Torres Mestre. Ni siquiera los 100.000 espectadores gritando le intimidaron.

Los segundos tiempos. Tres veces he visto al Espanyol esta temporada y durante los primeros tiempos se mostr¨® como un equipo s¨®lido y efectivo. Contra el Racing en pretemporada comenz¨® ganando para recibir cuatro. La pasada jornada perdi¨® en los ¨²ltimos minutos y ayer le sucedi¨® lo mismo. Quiz¨¢ sean demasiados minutos.

Veinte minutos. Cuando el Espanyol hab¨ªa renunciado al ataque y el Bar?a ganaba cada vez m¨¢s espacio, se produjo la jugada que cambi¨® por completo lo que, quedaba de partido. Cuatro contra uno y gol. Despu¨¦s, emoci¨®n permanente hasta el final, con continuas ocasiones para marcar y, c¨®mo no, los brasile?os y Pizzi, acabaron con las ilusiones de sus vecinos. El Bar?a, como el s¨¦ptimo de caballer¨ªa, cuando llegaron los refuerzos acab¨® con la defensa del Espanyol.