Vibrante regreso del Atl¨¦tico a la Copa de Europa
El equipo rojiblanco barri¨® al Steaua, con Esn¨¢ider como figura
Al abordaje, con un f¨²tbol condundente y lleno de vitalidad, el Atl¨¦tico barri¨® al Steaua y reingres¨® espectacularmente en la Copa de Europa. Todo el partido fue un ataque sin desmayo que produjo cuatro goles, tres remates a los palos y numerosas ocasiones ante el atribulado Portero rumano. La hinchada celebr¨® con el mismo entusiasmo el juego y la victoria del Atl¨¦tico. La noche result¨® feliz para el equipo, para su gente y especialmente Esn¨¢ider, un jugador que ha redimido en tres partidos su decpecionante paso por el Madrid. En un encuentro fogoso, sin concesiones al adversario, Esn¨¢ider marc¨® los dos primeros goles y represent¨® mejor que nadie el estilo de su equipo.El Atl¨¦tico entr¨® a saco en el partido, con su caracter¨ªstica determinaci¨®n. Todo r¨¢pido, todo fuerte, el f¨²tbol vehemente que le conviene al Atl¨¦tico, un equipo que predica el juego de rompe y rasga. Se siente c¨®modo cuando pisa a fondo, cuando sus rivales acaban desarmados de tanto achicar agua. La tromba del Atl¨¦tico fue de tal calibre que el Steaua levant¨® r¨¢pidamente la bandera blanca. No pod¨ªa resistir la tensi¨®n del partido, el ritmo galopante del Atl¨¦tico, la sucesi¨®n de oportunidades en su ¨¢rea. Se sent¨ªa inerme ante el empuje del equipo rojiblanco, que atac¨® a los rumanos con desesperaci¨®n. Era la vertiente m¨¢s conseguida del Atl¨¦tico: un equipo en trance, activo y veloz, profundo, lleno de convicci¨®n en su juego. El Steaua se sinti¨® intimidado. Se afloj¨®, sin ganas de oponer resistencia al Atl¨¦tico. No tuvo esp¨ªritu para aguantar el chaparr¨®n ni recursos para ofrecer una alternativa en el juego.
La primera embestida del Atl¨¦tico fue suficiente para descacharrar al Steaua, que acept¨® sin rechistar las condiciones del partido. Esn¨¢ider avis¨® de sus intenciones con un remate de cabeza contra el larguero. En el clima de ebullici¨®n que viv¨ªa el Atl¨¦tico,, nadie era m¨¢s feliz que Esn¨¢ider, un jugador temperamental que se alimenta de adrenalina. Su adaptaci¨®n al estilo del Atl¨¦tico ha sido inmediata se siente en su h¨¢bitat en medio del f¨²tbol de su equipo, un juego febril que naturalmente acaba por expresarse en Esn¨¢ider. Su aportaci¨®n fue masiva: dos goles, un lanzamiento al larguero y varias apariciones intempestivas frente al portero Gherasim, que pas¨® una noche muy dura.
Lo m¨¢s notable del Atl¨¦tico es que su estilo incendiario, representado especialmente por Simeone y Esn¨¢ider, no se vuelve descabellado. Es un equipo que hace muy bien tres o cuatro cosas b¨¢sicas. Presiona con criterio y dedicaci¨®n. Lo hace desde una especie de teor¨ªa del domin¨®. El primero que se adelanta es Molina y desde ah¨ª comienza a adelantarse todas las fichas. La defensa se acerca hasta el medio campo y empuja a los centrocampistas, pr¨®ximos siempre a los delanteros. El m¨¦todo funciona: el Atl¨¦tico recupera la pelota instant¨¢neamente, sofoca a sus adversarios y los mete en el ¨¢rea. La mayor¨ªa de las ocasiones del Atl¨¦tico en el primer tiempo se produjeron por esta v¨ªa: recuperaci¨®n de la pelota y llegada repentina a la porter¨ªa del equipo rumano. A una intercepci¨®n de Bejbl sigui¨® un remate de Gel? que sac¨® Gherasim como pudo. Otra de Simeone estuvo a punto de ser concretada por Esn¨¢ider.
Otra cualidad del Atl¨¦tico est¨¢ en las caracter¨ªsticas de Kiko y Pantic, capaces de mantenerse serenos en medio del juego trepidante de su equipo. Desde la frialdad, la intuici¨®n y la clase, Kiko encuentra los caminos cerca del ¨¢rea. Como todos los jugadores de gran talento, Kiko ofrece alternativas inesperadas en el territorio m¨¢s dif¨ªcil. Volvi¨® a hacerlo ayer, con varias acciones espl¨¦ndidas, jugadas llenas de sutileza que finalmente Esn¨¢ider transformaba en un estallido. Dos jugadores absolutamente diferentes y cada vez m¨¢s complementarios, por lo que parece.
Como el partido discurri¨® a todo gas y siempre estuvo en la corriente que quiso el Atl¨¦tico, lo normal es que los goles se ajustaran al perfil del equipo. El primero fue una entrada a sangre y fuego de Simeone en el ¨¢rea que culmin¨® Esn¨¢ider. El segundo se produjo de una forma sencilla: apertura a Pantic, centro perfecto y cabezazo de Esn¨¢ider. El tercero vino en el c¨®rner de rigor. Lo tir¨® Pantic y lo cabece¨® Simeone, otro que se crece en los partidos desbocados. Y el cuarto fue m¨¢s o menos igual, el centro desde la izquierda y la llegada furiosa de Simeone. Cuatro goles con una firma muy determinada, con el estilo de un equipo que reingres¨® a lo grande en la Copa de Europa. La gente se dio un ba?o de felicidad, de la misma manera fervorosa que el juego de su equipo, una reacci¨®n de contagio que comenz¨® en el c¨¦sped, donde el Atl¨¦tico decidi¨® conquistar el partido por la v¨ªa directa. Lo hizo de una manera apasionada, sin permitir discusiones con el Steaua, que admiti¨® su condici¨®n de v¨ªctima y sali¨® goleado del duelo.
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