Patarroyo dice que ¨¦l no control¨® la vacuna contra la malaria utilizada en Tailandia

Una marejada recorre el mundo de la inmunolog¨ªa y la salud p¨²blica tras la publicaci¨®n de los resultados negativos de la vacuna contra la malaria de Manuel Elkin Patarroyo en un ensayo en Tailandia sobre 1.200 ni?os. Colaboradores del cient¨ªfico colombiano en Espa?a consideran fuera de lugar la afirmaci¨®n de los autores del ensayo de que se debe abandonar esta v¨ªa. Desde Colombia, Patarroyo se muestra tranquilo: "No es mi estilo entrar en pol¨¦micas. Prefiero presentar resultados" y recuerda que la vacuna de Tailandia fue fabricada en EE UU sin que ¨¦l la controlara.

La vacuna Spf66 contra la malaria, puesta a punto por Pataroyo, no funciona y "parece existir una escasa justificaci¨®n para realizar m¨¢s ensayos con esta vacuna", afirman en la revista The Lancet los cient¨ªficos estadounidenses y brit¨¢nicos que han realizado el ensayo en Tailandia sin observar eficacia aIguna (ver EL PA?S de ayer). Patarroyo cree que esta frase, dentro de un art¨ªculo cient¨ªfico, es "sorpresiva" y "muy prepotente" y recuerda que este mismo instituto del ej¨¦rcito de Estados Unidos lleva 15 ensayos negativos con una vacuna propia sin que nadie les haya recomendado que la abandonen. Molesto se muestra tambi¨¦n Pedro Luis Alonso, el epidemi¨®logo espa?ol que obtuvo una protecci¨®n del 30% en un ensayo realizado en Tanzania con la vacuna de Patarroyo fabricada en Colombia: "A ellos no les ha funcionado, es lo ¨²nico que pueden decir. No es la primera vez que esto pasa en la historia de la medicina y no por eso se han abandonado otras vacunas. Deber¨ªan ser m¨¢s prudentes". Seg¨²n ¨¦l, los expertos de la OMS piensan lo mismo.

Ej¨¦rcito de EE UU

Patarroyo recuerda que el ensayo de Tailandia se ha hecho porque ¨¦l dio permiso en 1990 al Instituto Walter Reed del Ej¨¦rcito de Estados Unidos para fabricar y ensayar su vacuna: "Estaba acosado y reconozco que d¨ª carta abierta". Para ¨¦l la falta de efectividad de la vacuna en Tailandia est¨¢ relacionada con su formulaci¨®n en Estados Unidos. Aunque las vacunas estadounidense y colombiana son productos parecidos no son iguales, afirma, y se basa en una comparaci¨®n realizada por expertos de la Escuela de Medicina Tropical de Londres y publicada en 1995 en la revista Parasite Immunology, en la que se apreci¨® una inmunogenicidad (capacidad de provocar respuesta del sistema inmune) mucho mayor en la vacuna fabricada en Colombia que en la fabricada en Estados Unidos. En el art¨ªculo de The Lancet no aparece ninguna referencia a este estudio ni a la homologaci¨®n de esta vacuna.

"Por eso insisto en que la vacuna se fabrique en Colombia", afirma Patarroyo, "porque aqu¨ª tenemos el know-how, conocemos todos los trucos. A m¨ª no se me permite participar en los ensayos ni los estadounidenses han venido aqu¨ª a ver c¨®mo hac¨ªamos la vacuna".

"De mi experiencia en el primer ensayo de Tanzania", recuerda el bi¨®logo espa?ol Carlos Alonso, colaborador de Patarroyo, "saqu¨¦ en conclusi¨®n que la formulaci¨®n de la vacuna no es f¨¢cil. No es como cualquier vacuna, tuvimos problemas con el vehiculizante, que es hidr¨®xido de aluminio. Quiero suponer que la utilizada en Tailandia estaba bien hecha pero este aspecto es fundamental para la protecci¨®n". Por cierto que en este primer ensayo africano particip¨® tambi¨¦n Ripley Balou, el cient¨ªfico estadounidense que ha dirigido el ensayo de Tailandia. Patarroyo reconoce estar preocupado pero no angustiado por los resultados de Tailandia y prefiere pensar en la segunda generaci¨®n de su, vacuna, con la que, afirma, ha obtenido ya resultados alentadores en monos.

Sus colaboradores espa?oles coinciden en que esta segunda generaci¨®n tiene una mejor base cient¨ªfica aunque queda tiempo hasta que se pueda ensayar en humanos. Por otra parte, ambos piensan que pueden existir otros factores -caracter¨ªsticas gen¨¦ticas de la poblaci¨®n, variabilidad del par¨¢sito, grado de exposici¨®n a la malaria en la zona- que hayan influido en la falta de eficacia de la vacuna en Tailandia.

Sin embargo, Carlos Alonso se muestra cauto en general y piensa que si la vacuna con su actual formulaci¨®n no va a dar una gran protecci¨®n podr¨ªa resultar justificado no realizar m¨¢s ensayos masivos sin perfeccionarla: "Pero no se puede decir que es una v¨ªa muerta, antes no hab¨ªa nada, es una v¨ªa que abre una esperanza".

Pedro Alonso, por el contrario, cree que hay que seguir con los estudios, como los que ¨¦l realiza, en coordinaci¨®n con la OMS y otros centros de investigaci¨®n, y con financiaci¨®n espa?ola, en reci¨¦n nacidos en un pueblo de Tanzania. Se trata de estudiar la inclusi¨®n de la vacuna contra la malaria en el programa ampliado de vacunaci¨®n de la OMS.

Si los resultados indicaran que se mantiene el 30% de protecci¨®n se ir¨ªa adelante con la vacunaci¨®n masiva. "Se olvida muchas veces que el n¨²mero de muertos en Africa por malaria signficar¨ªa en Europa una situaci¨®n de emergencia nacional y esta vacuna es lo ¨²nico que hay", afirma Pedro Alonso.