Espa?a denuncia ante la UE que est¨¢ discriminada en el reparto de ayudas al desarrollo

El reparto de los fondos estructurales europeos, concebidos para ayudar al desarrollo de las zonas m¨¢s pobres de la Uni¨®n Europea y reducir las diferencias con las m¨¢s ricas, es discriminatorio con Espa?a. Esa es una de las conclusiones del informe elaborado por el Gobierno espa?ol sobre el funcionamiento de estos fondos adelantado a Bruselas. El vicepresidente econ¨®mico, Rodrigo Rato, podr¨¢ hoy explicar e informe y los puntos de vista espa?oles la comisaria europea responsable de la materia, Monika WuIf-Mathies, con quien se entrevista hoy en Madrid.

El encuentro puede abrigar cierta tensi¨®n. El documento del Gobierno espa?ol -en principio, un puro tr¨¢mite a cumplir por todos los Estados miembros cada tres a?os- no es del gusto de Wulf-Mathies. Pero tampoco alguna de las intenciones de la comisaria agradar¨¢n al vicepresidente espa?ol. La pol¨ªtica alemana se ha destacado en el Colegio de Comisarios como uno de los que m¨¢s reparos ponen a la posibilidad de que Espa?a atribuya al ejercicio de 1995 el aumento del d¨¦ficit p¨²blico detectado tras el cambio de Gobierno. El gabinete de la comisaria no ve claro que esa atribuci¨®n del d¨¦ficit al pasado ejercicio pueda realizarse sin que Bruselas congele el Fondo de Cohesi¨®n.

Peligro de 'congelaci¨®n'

Este fondo, el m¨¢s peque?o del conjunto de mecanismos estructurales, est¨¢ destinado s¨®lo a los cuatro pa¨ªses m¨¢s pobres (Espa?a, Irlanda, Portugal y Grecia) como compensaci¨®n por los esfuerzos presupuestarios que han de realizar para cumplir los objetivos de convergencia de Maastricht. Pero, en contrapartida, puede quedar congelado para quienes no cumplan sus programas de convergencia. La elevaci¨®n del d¨¦ficit de 1995 en m¨¢s de seis d¨¦cimas sit¨²a las cuentas p¨²blicas espa?olas por encima de su plan de convergencia, abriendo as¨ª el debate sobre si ello puede afectar al Fondo de Cohesi¨®n a pesar de que las cifras de 1996 marquen el retorno de Espa?a a la buena senda.Rodrigo Rato explicar¨¢ a Wulf-Mathies el descontento del nuevo Gobierno espa?ol con el funcionamiento del conjunto de fondos estructurales. A pesar de que Espa?a es uno de los principales pa¨ªses beneficiarios en t¨¦rminos absolutos, el informe del Ejecutivo se?ala graves distorsiones en el reparto de las ayudas especialmente en varios grandes apartados: las ayudas agr¨ªcolas del FEOGA (que en t¨¦rminos relativos benefician mucho m¨¢s a Grecia o Irlanda),.con especial menci¨®n a la cuota lechera (Espa?a tiene un d¨¦ficit de un mill¨®n de toneladas anuales); los programas para las peque?as y medianas empresas (Alemania es el gran beneficiario); los programas de investigaci¨®n y desarrollo I + D), y las grandes redes transeuropeas.

En este ¨²ltimo apartado Espa?a sostiene que los proyectos elegidos benefician a los pa¨ªses ricos porque la criba se ha basado antes en la rentabilidad econ¨®mica que en la cohesi¨®n social, un criterio contrario al Tratado de Maastricht, que establece que las grandes redes deben tener en cuenta "en particular, la necesidad de establecer enlaces entre las regiones insulares, sin litoral y perif¨¦ricas y las regiones centrales de la Uni¨®n".

D¨¦ficit p¨²blico

Adem¨¢s de sus puntos de vista sobre el d¨¦ficit p¨²blico y sus efectos sobre el Fondo de Cohesi¨®n, la comisaria WuIf-Mathies apremiar¨¢ a Espa?a para que designe antes de mediados de octubre qu¨¦ territorios desea que formen parte de los llamados "pactos territoriales para el empleo".Esta idea, lanzada por la Comisi¨®n en el pasado Consejo Europeo de Florencia, pretende orientar parte de los fondos estructurales a reducir las tasas de desempleo en los territorios m¨¢s deprimidos. Bruselas quiere crear varias zonas piloto en las que se concentrar¨ªan esos esfuerzos. Seg¨²n las estimaciones iniciales de la Comisi¨®n, Espa?a podr¨ªa disponer de unos 800 millones de ecus (130,000 millones de pesetas) para los pactos territoriales para el empleo.