La venta de droga prosigui¨® a pesar de la presencia policial

Los vecinos de San Blas interrumpieron ayer sus protestas pensando que su problema finalizar¨¢ en seis meses con la prometida desaparici¨®n de los m¨®dulos. Pero no porque la venta de droga haya cesado en los prefabricados. Ayer mismo, hacia el mediod¨ªa, mientras decenas de agentes municipales y nacionales vigilaban el derribo y desalojo de 13 chabolas, a escasos metros continuaba el intenso mercadeo diario de papelinas.El panorama era similar al de los ¨²ltimos meses, desde que empezaron las protestas vecinales. La presencia policial, ayer m¨¢s numerosa por el desalojo, dificultaba el trapicheo, pero no lo imped¨ªa. Agentes a caballo negaban el acceso al poblado a algunos toxic¨®manos y obstaculizaban el consumo de la droga en la parte m¨¢s visible del asentamiento, la que da a los bloques de la avenida de Guadalajara

Caminos laterales

Pero otros drogodependientes lograban acceder a la barriada por caminos laterales y se arremolinaban junto a los muros traseros, m¨¢s escondidos, para tomar, su, dosis. "Qu¨¦ dif¨ªcil est¨¢ hoy pillar", comentaba una chica reci¨¦n llegada mientras otros habituales de la barriada iniciaban ya los preparativos para inyectarse o fumar hero¨ªna."Si los drogadictos no venimos aqu¨ª a comprar droga tendremos que ir a otro lado, porque la necesitamos", explicaba otro hombre joven que miraba con ansiedad los accesos del poblado en busca del momento oportuno para entrar.

Entre los acuerdos firmados por los vecinos y las instituciones est¨¢ el de mantener un dispositivo de seguridad en la zona. El delegado del Gobierno habl¨® de ampliar el existente que, hasta el momento, no ha dejados satisfechos a lo s habitantes del barrio.

Las instituciones se han comprometido tambi¨¦n a establecer en los m¨®dulos un dispositivo de informaci¨®n para derivar a los servicios asistenciales de la Comunidad y el Ayuntamiento de Madrid a los toxic¨®manos que acuden a los m¨®dulos. Desde hace a?os por la zona paran el isidrob¨²s y la furgoneta de M¨¦dicos del Mundo, dos servicios, el primero de ellos de la Comunidad, que intercambian jeringuillas, ofrecen preservativos y realizan un seguimiento social.

Junto a la barriada de Los M¨®dulos se encuentra el poblado chabolista de Los Focos, otro tradicional punto de venta de droga, que, sin embargo, en los ¨²ltimos tiempos ha bajado el pist¨®n. Al igual que los m¨®dulos, cerca de un centenar de chabolas de Los Focos ocupan los terrenos destinados a construir 10.000 viviendas del pol¨ªgono de Las Rosas y un hipermercado.