Serra se explica

LOS GRUPOS parlamentarios, con la excepci¨®n de Izquierda Unida, se han dado por satisfechos con las explicaciones ofrecidas ayer por el ministro de Defensa, Eduardo Serra, en relaci¨®n con el pago de comisiones ilegales por parte de una empresa constructora de la que fue presidente hace unos a?os. Las acusaciones period¨ªsticas se han producido en plena pol¨¦mica sobre la decisi¨®n del Gobierno de no desclasificar los papeles del Cesid, en la que sus cr¨ªticos han cre¨ªdo ver una influencia decisiva de Serra. El ministro se explic¨® sobre ambas cuestiones ante la Comisi¨®n de Justicia del Congreso. El marco parece el adecuado. La idea de que primero debi¨® dar explicaciones a su propio grupo, a la vista de la desconfianza expresada por algunos diputados del PP, no se sostiene: implica pensar que hay dos explicaciones diferentes, una para consumo interno y otra para la opini¨®n p¨²blica. De todas f¨®rmas, Aznar s¨ª compareci¨® ayer ante el pleno del Grupo Popular, y tambi¨¦n se refiri¨® a sus motivos para no desclasificar los famosos papeles, una decisi¨®n cuya responsabilidad asumi¨® personalmente. Ser¨ªa argument¨® que cuando le ofrecieron la presidencia de la empresa Cubiertas y MZOV ya hab¨ªa saltado a la prensa el esc¨¢ndalo de las facturas falsas -para cubrir el pago de comisiones ilegales- en que se vio involucrada esa constructora, y condicion¨® la aceptaci¨®n del cargo a la eliminaci¨®n de tales pr¨¢cticas. Quienes le acusaron de pagar comisiones reconocieron luego que tales pagos se hab¨ªan producido antes de que Ser¨ªa accediera a la presidencia de la empresa, pero sostienen que si puso como condici¨®n acabar con esos pagos es que los conoc¨ªa y, por tanto, "su deber era denunciar esa situaci¨®n ante la justicia". El argumento es demasiado artificioso para ser tomado en serio. Ese deslizamiento desde la acusaci¨®n directa a la indirecta -a fin de mantenerla contra viento y marea- ilustra, por lo dem¨¢s, un cierto estilo muy caracter¨ªstico de ciertos inquisidores locales: primero se inculpa, y luego se busca de qu¨¦. A Ser¨ªa lo condenaron por lo de los papeles del Cesid y a continuaci¨®n buscaron cualquier cosa en su vida pasada que pudiera abonar retrospectivamente la condena. La elecci¨®n de Serra como culpable se vio favorecida por algunas circunstancias biogr¨¢ficas: su condici¨®n de no militante del PP y sus antecedentes como miembro de las administraciones centrista y socialista le hac¨ªan especialmente apto para el papel de chivo expiatorio del supuesto error de Aznar. Sab¨ªan que alguien aprovechar¨ªa para cargar contra ¨¦l desde las propias filas del PP, poniendo a Amar en situaci¨®n dif¨ªcil. Acertaron, porque enseguida apareci¨® Ramallo.

?ste ofreci¨® ayer su renuncia a Aznar, d¨¢ndose por aludido en la petici¨®n de prudencia que el l¨ªder del PP dirigi¨® a sus diputados. Seg¨²n los asistentes a la reuni¨®n, Azn¨¢r "respondi¨® con una sonrisa" a la oferta de dimisi¨®n del diputado extreme?o. La utilizaci¨®n por el presidente del lenguaje no verbal est¨¢ dando ocasi¨®n a la aparici¨®n de expertos en descifrar sus mensajes. La semana pasada el vicepresidente ?lvarez Cascos explicaba en una entrevista que "lo que tiene que decir Aznar lo dice en cada momento, expl¨ªcitamente, en frase lac¨®nica, con una sonrisa o en silencio, pero es inequ¨ªvoco".

Por lo dem¨¢s, tanto Ser¨ªa como el propio Aznar reiteraron en sus respectivas comparecencias los argumentos del Gobierno para no desclasificar los papeles del Cesid. De la intervenci¨®n del ministro destaca su referencia al hecho -veros¨ªmil, pero dif¨ªcilmente demostrable- de que ciertos servicios secretos extranjeros hab¨ªan esperado a conocer la decisi¨®n del Gobierno para decidir si pasaban determinadas e importantes informaciones a los servicios secretos espa?oles. Tambi¨¦n precis¨®, ampliando los motivos aducidos por el Gobierno en su notificaci¨®n al juez Garz¨®n, que muchos de los documentos del Cesid no responden a hechos reales, sino a rumores, opiniones o noticias poco contrastadas" y, por tanto, con escaso valor probatorio.

De las explicaciones de Aznar sobre el mismo tema llama la atenci¨®n el argumento de que la diferencia entre el PP y el PSOE fue de s¨®lo 300.000 votos "y eso tiene consecuencias pol¨ªticas". Algo que parece encajar con una explicaci¨®n adelantada en su d¨ªa por medios pr¨®ximos a Aznar para explicar su cambio de actitud. Con el electorado dividido en dos mitades, cualquier iniciativa del Gobierno que pudiera favorecer el procesamiento de Gonz¨¢lez crear¨ªa tal polarizaci¨®n social que impedir¨ªa gobernar con sosiego. Aunque el propio Aznar declar¨® ayer en la SER que ya hab¨ªa decidido antes del 3-M hacer lo, que luego ha hecho. Y entonces estaba convencido de que obtendr¨ªa una mayor¨ªa suficiente.