En memoria de Primitivo de la Quintana

Hace unas semanas falleci¨® en Madrid Primitivo de la Quintana, distinguido sanitario y miembro de la Real Academia Nacional de Medicina. ?sta le dedicar¨¢ en breve la preceptiva sesi¨®n necrol¨®gica; pero sus variados m¨¦ritos le hacen merecedor de, un recuerdo extraacad¨¦mico.Se form¨® como sanitario, apenas salido de la Facultad de Medicina de Granada, en la Escuela Nacional que Pittaluga, Sadi de Buen y Pascual hab¨ªan elevado a un nivel intelectual y t¨¦cnico rigurosamente europeo, como entonces sol¨ªa decirse y hoy se sigue diciendo. Pronto iba a demostrarlo la valiosa contribuci¨®n a la estad¨ªstica sanitaria que, en colaboraci¨®n con Villar Salinas, inici¨® una labor cient¨ªfica interrumpida, mas no definitivamente cortada, por la guerra civil.

Durante los a?os de la contienda y en los inmediatamente posteriores a ella, Primitivo de la Quintana trabaj¨® como sanitario, particip¨® en las tareas previas a la instauraci¨®n del seguro de enfermedad -proponiendo sin ¨¦xito una implantaci¨®n menos apresurada y onerosa y acaso m¨¢s eficaz que la definitivamente adoptada- y, como consecuencia de lo que con ocasi¨®n de un viaje oficial vio en Polonia, recientemente ocupada por las tropas de Hitler, se sinti¨® en la obligaci¨®n moral de romper su colaboraci¨®n con el r¨¦gimen de Franco y abandon¨® su carrera de sanitario oficial. Mas no por esto dej¨® de prestar un eficaz servicio a nuestra medicina, tan aquejada por entonces de penuria medicamentosa, como representante de una de las grandes firmas mundiales de la industria farmac¨¦utica.

Especial recuerdo merece, en fin, el temprano acierto con que Primitivo de la Quintana supo. introducir en Espa?a la preocupaci¨®n por la sociolog¨ªa m¨¦dica, una de las disciplinas cient¨ªficas suscitadas por la inexorable incidencia de la vida social en el hecho de la enfermedad. En cuanto yo s¨¦, a ¨¦l principalmente se debe que los nombres de Grotjahn, Teleky, Parsons -¨¦ste como te¨®rico del rol del enfermo y del m¨¦dico en la sociedad a que pertenecen- y otros conmilitones en ese empe?o fuesen conocidos entre nosotros.