EL CUADERNO DE ANDAR POR CASA

Mucho Betis: Atr¨¢s es un equipo s¨®lido, que transmite seguridad. De mitad hacia delante y por afuera aceleran con Jarni (izquierda) y Finidi (derecha); por adentro, Alexis pone el sentido com¨²n (la casa en orden), Alfonso se encarga de la fantas¨ªa (la alegr¨ªa de la casa) y Pier se ocupa de las lentejas (tambi¨¦n conocidas como goles). Serra Ferrer tiene las virtudes del martillo para no permitir la relajaci¨®n.En la Liga del todo puede ser el Betis no estar¨¢ muy lejos.Si se tiene perro ... : El Valencia empez¨® el campeonato con demasiadas cosas sin resolver, como si se abriera el tel¨®n y los actores anduvieran a¨²n a medio vestir, sin la peluca, con el gui¨®n mal aprendido. El entrenador no quiere a un jugador, el presidente no quiere al entrenador y al jugador lo trajo el presidente. Mal remedio. En una ocasi¨®n Mendoza critic¨® a Toshack por una decisi¨®n y el entrenador le respondi¨®: "Cuando uno compra un perro no debe ladrar, para eso est¨¢ el perro". Es posible que la frase sirva para la ocasi¨®n.

Mil f¨®rmulas para ganar "Este libro no sirve para jugar al f¨²tbol. Sirve para saber que para jugar al f¨²tbol no sirven los libros. Sirven solamente los jugadores... y a veces ni ellos, si las circunstancias no los ayudan". As¨ª empieza un libro actual que Dante Panzeri escribi¨® hace 30 a?os. Su nombre: F¨²tbol, din¨¢mica de lo impensado, toda una definici¨®n. En realidad a este juego le caben mil definiciones y todas pueden ser justas: "orden m¨¢s talento", bien; "juego de enga?o y precisi¨®n", bueno; "simplicidad y cojones", pues qu¨¦ quieren que les diga... Como un equipo es un estado de ¨¢nimo eso puede bastar para ser campe¨®n. Jugar bien es otra cuesti¨®n y no est¨¢ en los libros.

La diagonal de los delanteros-m¨¦dicos: Finidi en el Betis, Stoichkov en el Barcelona, Ra¨²l en el Madrid, delanteros transformados en mediocampistas dentro de la reconversi¨®n industrial del f¨²tbol. Muchas obligaciones para esp¨ªritus tan libres y largos recorridos para sus afanes goleadores. La l¨ªnea de banda es el punto de partida y de retorno de todos sus intentos atacantes, una reja blanca para esta nueva c¨¢rcel que encierra al talento. Desde esa posici¨®n el camino que conduce al gol es diagonal y los tres completan ese trayecto para ver m¨¢s cerca la poter¨ªa. Cuando la pelota est¨¢ en el sector contrario, observelos. Salen como pose¨ªdos a buscar el hipot¨¦tico bal¨®n, en el hipot¨¦tico espacio libre, para el hipot¨¦tico gol. Y lo encuentran; hasta el momento cinco veces en tres partidos es la suma total (Finidi uno, Hristo y Ra¨²l dos). Pero est¨¢n tan lejos...

El sof¨¢ en el ba?o y la ba?era en el sal¨®n: Merino en el Betis, Popescu en el Barcelona, Sanchis en el Madrid, defensas transformados en centrocampistas. Para compensar el aligeramiento de las bandas los tres equipos se sienten en la obligaci¨®n de doblar la vigilancia en la puerta central; as¨ª Alexis, Guardiola y Seedorf disfrutan o padecen (ellos sabr¨¢n), la compa?¨ªa de un fajador. Defensas adelantados y delanteros atrasados para intentar impedir los goles en la propia porter¨ªa y meterlos en la contraria. Pensar en el gol antes que en el juego no me parece una buena idea. ?Y si prueban con centrocampistas?