M¨¢s que calidades, presiones

Nos gustar¨ªa saber qu¨¦ restos arqueol¨®gicos tendr¨ªan que apare cer en Madrid para ser dignos de conservaci¨®n. Creemos que, m¨¢s que calidades, entran en juego las presiones econ¨®micas de aquellos que van a beneficiarse con las plusval¨ªas generadas por la construcci¨®n y explotaci¨®n del aparcamiento proyectado, no queriendo pensar en la existencia de inconfesables intereses.Todo es cuesti¨®n de prioridades. En cuanto a las del Ayunta miento de Madrid, llevamos tiempo comprobando c¨®mo el patrocinio de la cultura y la con servaci¨®n y mantenimiento del patrimonio hist¨®rico-art¨ªstico de Madrid no se encuentran entre ellas, o al menos no son unas de las principales. Lo grave es que el actual Consejo de Gobierno de la Comunidad Aut¨®noma de Madrid, inmerso en la pol¨ªtica de "Y dos huevos duros", del PP, pretende batir todas las marcas de aberraci¨®n, despreocupaci¨®n e insensibilidad hist¨®rica con el pueblo de Madrid, aprobando la continuaci¨®n de las obras en la plaza de Oriente.

Como seres humanos no nos basta estudiar en los papeles, por muy documentados y bien he chos que est¨¦n, cu¨¢l ha sido la historia de nuestra ciudad. Tambi¨¦n necesitamos un reencuentro con las calles, piedras y estancias de nuestros antepasados; es decir, con nuestra historia, m¨¢xime cuando ¨¦stas se encuentran en el n¨²cleo primigenio de la Villa y Corte. No importa la ¨¦poca a la que se refieran, puesto que constituyen un patrimonio hist¨®rico de los madrile?os y, por consiguiente, de los espa?oles y europeos en general, al igual que lo puedan ser las primeras ermitas prerrom¨¢nicas de Catalunya, las excavaciones romanas de M¨¦rida, los ba?os ¨¢rabes y un largo e interminable etc¨¦tera.

Cualquier piedra que se en cuentre est¨¢ impregnada y forma parte de la historia de este pueblo. No nos sirve el argumento de la previa destrucci¨®n de otros restos similares, ya que nos re cuerda el refr¨¢n castellano que dice: "Mal de muchos consuelo de tontos".

Para terminar nos permitimos darle un consejo al se?or alcalde. Ya que tanto le gusta viajar al extranjero para traernos los pichirulos, chirimbolos y dem¨¢s cachivaches, que tambi¨¦n se fije en c¨®mo los parisienses han protegido los restos arqueol¨®gicos de la Cit¨¦, haciendo de ellos una fuente de ingresos tur¨ªsticos.-