El Extremadura sigue con el marcador a cero
El Oviedo, que lleva tres victorias consecutivas, resolvi¨® en media hora
El Oviedo destroz¨® al Extremadura con la tranquilidad como arma. Los asturianos, gracias s su tercera victoria consecutiva, elevan su apuesta de equipo serio a costa de hundir al Extremadura en el pozo, que sigue sin conocer a¨²n la victoria y, lo que es peor, no ha anotado un punto en su marcador.Ni Lillo ni Ortuondo son dados a especulaciones y dibujaron el encuentro de una forma tan esquem¨¢tica como espartana. Son conjuntos marcados por la personalidad de sus t¨¦cnicos, donde prima el orden, el esquema; pero mientras el Oviedo interpret¨® el dise?o con un resultado pr¨¢ctico, el Extremadura volvi¨®, a recrearse ostensiblemente en la impotencia.
El equipo de Ortuondo afront¨® el encuentro herido en su orgullo. Tuvo una salida desesperada, casi suicida, como si en cada bal¨®n le fuera la vida. Ante el vendaval local, el conjunto carvall¨®n ejerci¨® de psic¨®logo. Convirti¨® la mediana en zona franca y con una defensa ajustada y un centro del campo flexible, impermeabiliz¨® su ¨¢rea. Stojkovski err¨® f¨¢cilmente a un perdido Dur¨¦, Berto se comi¨® a todo el que asomaba por su banda y Gamboa y C¨¦sar se mostraron prepotentes en el centro de la zaga ante la ausencia de enemigos. Delante, Onopko y Paulo Bento cerraron huecos y se convirtieron en una garant¨ªa posicional para sus compa?eros.
Empecinado en un ataque tan furioso como inoperante, el Extremadura abri¨® cada vez m¨¢s sus l¨ªneas. Onopko y Bento leyeron r¨¢pidamente la situaci¨®n y destrozaron el centro del campo local. El portugu¨¦s gan¨® la espalda a su par, desplaz¨® c¨®modamente el bal¨®n hacia Maqueda, que dej¨® a Oli solo para machacar a Amador. Con ventaja, el Oviedo jug¨® c¨®modamente desde atr¨¢s, sin perder el orden y permitiendo que el Extremadura siguiera especulando sin solvencia, cargando con el peso del partido y fiel a su dibujo inicial. Los locales lo pagaron caro. La secuencia se repiti¨® con los mismos protagonistas. Tres toques y Maqueda, Oli o Paulo Bento rompieron definitivamente el partido.
Tras el descanso, Ortundo recompuso el equipo desde el atrevimiento, incrust¨® a Glusevic y a Quique Mart¨ªn junto a Dur¨¦ y el Extremadura, desde la ¨¦pica del pobre, busc¨® romper su destino a base de coraje, carreras por las bandas y balconadas sobre el ¨¢rea de Mora. Fue un esfuerzo tan generoso como in¨²til. Onopko y Bento segu¨ªan catalizando el ritmo, Gamboa apareci¨® all¨ª donde el bal¨®n se descolgaba temeroso y Manel e Iv¨¢n se encontraron con espacios para intentar nuevas aventuras. Oli disfrutaba para entonces de un c¨®modo descanso: sus tres goles le sit¨²an entre los goleadores del campeonato.
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