Cernuda entre cajas
La escena sucedi¨® en una imprenta de Valencia a mitad de la guerra civil. Octavio Paz fue presentado por Juan Gil-Albert al poeta Luis Cernuda, que estaba all¨ª corrigiendo unas pruebas de la revista Hora de Espa?a. Cernuda se mostr¨® cordial y hasta elogioso de un poema que acababa de leer del entonces jovenc¨ªsimo Paz, quien vio en las maneras del poeta admirado "la uni¨®n del nativo estoicismo andaluz y del rigor del dandy". Cernuda era contundente y estramb¨®tico en sus odios como en sus simpat¨ªas, y un a?o despu¨¦s de ese d¨ªa de 1937 Paz recibi¨® asombrado una carta del sevillano donde le recordaba su encuentro y le ped¨ªa correspondencia. As¨ª se inici¨® entre esos dos hombres yo dir¨ªa que antag¨®nicos en lo literario y en lo personal una relaci¨®n de 25 a?os esencialmente epistolar, nunca ¨ªntima, separada por lapsos de tiempo y continentes, pero que al poco de iniciada tuvo un episodio singular: en 1941 Cernuda le encarga a su corresponsal mexicano que recoja de manos del exiliado Bergam¨ªn un manuscrito suyo compuesto de tres relatos y una comedia que ten¨ªa entonces visos de ser publicado en Argentina (bajo el t¨ªtulo global de Fantas¨ªas de provincia) y Cernuda, aislado en la Inglaterra del conflicto mundial, prefiere depositar hasta decidir su destino final en esas manos del "amigo seguro".Octavio Paz cumpli¨® el deseo, pero un a?o despu¨¦s Cernuda ha renunciado a la idea de esa publicaci¨®n y vuelve a hacer por carta otro ruego respecto al manuscrito: "Gu¨¢rdelo por lo tanto de miradas ajenas m¨¢s que de accidentes que envuelvan su p¨¦rdida". Paz fue un depositario m¨¢s que escrupuloso; guard¨® las hojas en una caja que al irse de M¨¦xico en 1943 le confi¨® entre otras pertenencias a su madre y s¨®lo 40 a?os despu¨¦s, al morir ¨¦sta, recobr¨®. El poeta mexicano hab¨ªa olvidado la existencia y el contenido de esa caja, y su sorpresa fue grande cuando descubri¨® que si bien Cernuda hab¨ªa publicado separadamente los tres relatos del libro descartado, la comedia, La familia interrumpida, estaba in¨¦dita y desconocida para todos excepto aquellos supervivientes del pu?ado de amigos que en 1938 se la vieron leer al autor
Del sue?o que La familia interrumpida durmi¨® casi 50 a?os en una caja de cart¨®n despertar¨¢ la semana pr¨®xima en su forma natural cuando el Teatro Lara estrene en una producci¨®n privada que viene felizmente amparada por el Festival de Oto?o de Madrid esta ¨²nica obra teatral del autor. El hecho es -o ser¨ªa en pa¨ªses menos ¨¢speros que el nuestro- un acontecimiento de gran relevancia cultural, pero conviene aclarar que en este caso no nos encontramos ante un mero acto de piedad literaria o un deber de restituci¨®n moral: La familia interrumpida es una original y fascinante pieza escrita para ser representada y no le¨ªda y que demuestra sobradamente, al contrario de lo que sucede con el teatro de sus coet¨¢neos y amigos Pedro Salinas o Mar¨ªa Zambrano, el instinto esc¨¦nico de Cernuda. Ajena a los c¨¢nones del usual teatro po¨¦tico y en nada obvio deudora de la dramaturgia de su admirado Valle, la comedia de Cernuda sorprende en el primer acto por su presentaci¨®n costumbrista de la apacible familia de un relojero obseso del orden; la voluntad transgresora y convulsiva, amarga y libertaria, estalla en el espl¨¦ndido segundo acto, donde el tema cernudiano del choque entre raz¨®n y deseo, entre un forzado orden familiar y el liberador desorden pasional, alcanza un desenlace de cruel pero hermos¨ªsima reivindicaci¨®n de la verdad amorosa.
Es muy inexplicable que desde que Paz la diera a conocer en Vuelta (en Espa?a tuvo una primera edici¨®n en Sirmio, y ahora figura en la edici¨®n completa de Siruela) hayan tenido que pasar 11 a?os para que la obra respire entre las cajas del escenario. "Se ha dicho que no tenemos ahora novelistas ni dramaturgos. ?Y c¨®mo los vamos a tener, desdichados de nosotros, si no nos dejaban tenerlos?
( ... ) ?D¨®nde encontrar el teatro que represente sus obras o que le atraiga y oriente su vocaci¨®n incipiente?'. Las palabras podr¨ªan ser de un autor actual pero Cernuda las escribi¨® en 1937, al tiempo que La familia interrumpida, y pertenecen a uno de los varios y apasionados art¨ªculos que sobre el teatro y su imposibilidad nacional, que ¨¦l l¨²cidamente ve provocada por la sociedad espa?ola, escribi¨® ese gran dramaturgo interrumpido, autor de La realidady el deseo.
Babelia
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