El rebelde de Banja Luka
La voz del moderado Mladen Ivanic rompe por vez pnmera el blindaje del radicalismo pol¨ªtico serbobosnio
ENVIADO ESPECIAL
"Los serbios necesitan nuevos rostros en pol¨ªtica, especialmente en las instituciones comunes con los musulmanes y croatas. Porque necesitamos instituciones comunes Bosnia s¨®lo puede sobrevivir con compromisos". Son puntos de vista infrecuentes en el enrarecido ambiente pol¨ªtico serbobosnio. M¨¢s sorprendente es que quien los defiende haya arrancado el 30% de los votos, m¨¢s de 300.000, al candidato oficial para la presidencia colectiva de Bosnia, el padrino Monicilo Krajisnik, en las primeras elecciones tras la guerra.
En opini¨®n de mucha gente corriente, la divisi¨®n del voto serbio entre el ultranacionalista Krajisnik, que controla los hilos del poder y del dinero, y un profesor universitario de 39 a?os, M¨ªaden Ivanic, es una buena nueva en la aparentemente monol¨ªtica Republika Srpska, la mitad del territorio bosnio. Ivanic, que fue a los 29 a?os el miembro m¨¢s joven de la presidencia colectiva de Bosnia, cree que sus votos han privado al halc¨®n de Pale de alzarse con la primera presidencia de la Bosnia pos-Dayton. "Por suerte para ¨¦l", asegura. ?Se imagina a Krajisnik hablando te¨®ricamente en nombre de Bosnia y negociando dentro de dos semanas en Par¨ªs con Slobodan Milosevic? Ser¨ªa demasiado escandaloso".
Esta dispersi¨®n, con motor en Banja Luka, la turbina del cambio pol¨ªtico en la Republika Srpska, no se produjo en la Federaci¨®n de los musulmanes y los croatas, la otra entidad del pa¨ªs bic¨¦falo dibujado en Dayton. Contra muchos pron¨®sticos, el presidente Alia Izetbegovic recibi¨® un respaldo masivo del nacionalismo musulm¨¢n, el 80%, mientras que el ex primer ministro Haris Silajdzic, impulsor de una opci¨®n moderna, sin v¨ªnculos con la religi¨®n ni la etnia, consegu¨ªa un mero 13% de los sufragios. En el lado croata, el candidato del presidente Tudjman, Kresimir Zubak, arras¨® con el 87%. Con o sin fraude electoral, lo que se sabr¨¢ tras el nuevo recuento de las papeletas iniciado por la OSCE, las preferencias ¨¦tnicas en Bosnia han decidido el voto.Todo sigue igual
?sta es la otra cara de la moneda. "Aqu¨ª no ha cambiado nada, la gente ha elegido para resolver la calamitosa situaci¨®n actual a los mismos partidos y casi las mismas personas que la crearon, que llevaron al pa¨ªs a la guerra". "Creo que habr¨¢ muchos problemas inmediatamente en las tres partes", vaticina MIaden Ivanic. "Pero estoy tranquilo, me he quedado vac¨ªo. He tenido la oportunidad de contar a la gente lo que pensaba".
En sus primeras declaraciones tras saberse miembro de la nueva jefatura tripartita (Alia Izetbegovic, Kresimir Zubak y ¨¦l mismo en representaci¨®n de los serbios), Krajisnik, que ha prometido cooperar en la gobernabilidad de Bosnia, ya ha rechazado Sarajevo como sede de las instituciones comunes del nuevo Estado unitario y ha pedido formalmente que la presidencia alterne cada ocho meses entre sus tres miembros. Los acuerdos de Dayton firmados por las tres partes en noviembre pasado establecen Sarajevo coma capital del Estado y prev¨¦n que la presidencia salida de las primeras elecciones, las de la semana pasada, cuya victoria por menos de 40.000 votos ha sido atribuida inicialmente a Izetbegovic, se mantenga invariable, sin rotar, durante sus dos a?os de mandato.
Ivanic, sin embargo, cree que los dirigentes serbobosnios colaborar¨¢n m¨¢s de lo que se cree, "si con ello consiguen mantenerse en el poder". En el primer pulso poselectoral con la OTAN, los hechos parecen darle la raz¨®n. Pale se pleg¨® el s¨¢bado al ultim¨¢tum de la Alianza para que destituyera fulminantemente al jefe de polic¨ªa de la localidad noroccidental de Prijedor, que hab¨ªa provocado numerosos incidentes, incluso armados, con las tropas internacionales.
El profesor de Banja Luka, que se considera un aficionado de la pol¨ªtica, afirma que "no podemos hacer nada sin la, comunidad internacional, somos sus prisioneros pol¨ªticos y econ¨®micos". A diferencia del partido gobernante, Democr¨¢tico Serbio, SDS, "donde he podido estar y no hequerido, yo acepto los acuerdos de Dayton y el marco que proponen. Pero todos los serbios, yo tambi¨¦n, tienen claro que quieren estar en la Republica Federal de Yugoslavia y vivir en un pa¨ªs tan independiente como sea posible aunque creo que eso no ser¨¢ factible a corto plazo". "El partido de Karadzic, Krajisnik y Plavsic, contra quienes estoy, no es realista y ellos son un lastre para este pa¨ªs". "Pero tampoco ser¨¢ realista la comunidad internacional si quiere llevar a Karadzic y MIadic a La Haya. Creo que ¨¦ste es un problema que debe ser resuelto tras las bambalinas. Si alguien aqu¨ª les entregara al tribunal sobre cr¨ªmenes de guerra, estar¨ªa pol¨ªticamente muerta".
MIaden Ivanic, aparatosas gafas y hablar neutro y reposado, desentona de los pol¨ªticos serbobosnios al uso. Aunque muy satisfecho de su 30%, dice que volver¨¢ a sus clases en la universidad si no hay ambiente para un partido de corte moderno, occidental. Como candidato de circunstancias que ha sido de dos bloques que tienen poco que ver, salvo un talante com¨²n diferente del extremismo oficial, conoce bien lo d¨¦bil de su posici¨®n. Las dos alianzas tienen su partida de nacimiento en Banja Luka, la ciudad occidental que se va apartando de Karadzic y su clan y que disputa a Pale la primac¨ªa pol¨ªtica.
"La ¨²nica coincidencia entre las dos coaliciones que me han apoyado, el Bloque Democr¨¢tico Patri¨®tico del ya ex alcalde Predraj Radic [cesado por el partido gobernante] y la Uni¨®n para la Paz y el Progreso, controlada en parte por Siobodan Milosevic desde Belgrado, es mi persona". "Entre ellos tienen grandes diferencias, incluso en cuestiones importantes. El Bloque es m¨¢s nacionalista y se inclina m¨¢s por la propiedad privada; la Uni¨®n todav¨ªa apuesta por una propiedad donde el Estado tenga un papel dominante", dice. Ivanic cree que Bosnia no est¨¢ ahora para un sistema de partidos a la occidental, sino "para moverse".
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.